El uso de las nuevas tecnologías trajo una serie de modificaciones importantes en todas las instituciones educativas. Entre estos notables cambios, se encuentra la creación de los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA), los cuales brindan la oportunidad de romper las barreras geográficas existentes en la enseñanza actual.
Con el empleo de estas herramientas se abre la puerta a una comunicación más abierta en lo relacionado a las dinámicas de formación. Sin embargo, también es necesario proporcionar las condiciones básicas para que los estudiantes desarrollen sus habilidades y que además tengan una nueva relación con sus instructores y sus compañeros. Por lo tanto, es vital ofrecer una atmósfera que responda a dichas exigencias y que al mismo tiempo provea a los docentes los recursos apropiados.
Por ambiente digital, se refiere a un espacio cultural habilitado en Internet, cuya función es la de mantener, gestionar y almacenar actividades. En otras palabras, es un conjunto de programas informáticos que permiten la interacción, de manera que el alumno pueda llevar a cabo labores como: recibir clases, leer documentos, realizar ejercicios, hacer preguntas, trabajar en equipo, entre otras actividades.
Este tipo de sistemas, procura adaptarse a todo tipo de características que los usuarios requieran, con el fin de ampliar la oferta académica en los diversos sectores de la población, que tenga interés en aprender, pero que por diferentes circunstancias no cuentan con los recursos para acceder al método tradicional.
En el caso de las universidades, se han sumado a esta alternativa digital a pasos gigantescos, puesto que han contribuido a un cambio pedagógico significativo. Un ejemplo de ello, se muestra con el cambio de roles entre profesores y alumnos. Se han convertido en guías que orientan y proponen recursos más que transmitir conocimientos como venía siendo habitual.
Por otro lado, los estudiantes cuentan con el apoyo flexible de los EVA, fomentando en ellos la implicación y colaboración en un hábitat académico productivo, el cual contribuye a que su progreso de preparación profesional se mantenga activo y puedan crear importantes redes de conocimiento.
Elementos que lo componen
•Entorno: es el lugar donde se encuentran disponibles los materiales a desarrollar dentro de las clases.
•Curriculum: se refiere a los contenidos propuestos, pero más allá de estos, están los que surgen de las necesidades y deseos por parte de los jóvenes.
• Interacciones: gracias a las relaciones e intercambio de información que se producen en este software, los estudiantes pueden trabajar y vincular sus actividades con enlaces cibernéticos que les permita generar debates entre ellos.
Aportes a la educación
• Para los mentores estas plataformas favorecen la aplicación de diversos tipos de enseñanza: cooperativa, orientada al diálogo, proyectos grupales, entre algunos.
• Cuentan con un fácil acceso a la información, pues no depende de un espacio ni tiempo fijo. Por lo que, una persona tiene la libertad de estudiar a su propio ritmo, independientemente del lugar, día y hora en que se encuentre.
• Proporcionan una actualización rápida en el sistema,
haciendo posible el almacenamiento, recuperación y distribución del contenido al instante.
•Actúan como un soporte para el desarrollo de múltiples prácticas pedagógicas a fin de cubrir distintas especialidades, permitiendo de esta manera transmitir lo visto en clase a un gran número de personas al mismo tiempo, sin
límites geográficos.
• Cuenta con sesiones audiovisuales para que, en caso de no poder asistir a las videoconferencias, se pueda escuchar la grabación. Por medio de estos registros, tendrás la opción de escucharlas cuantas veces requiera. Si cuentas con Internet móvil puedes escuchar las grabaciones mientras te trasladas o en ratos libres, para conocer más sobre los temas.
Adecuarse a la era de la educación híbrida
El modelo de educación en línea, bajo el esquema tradicional, era considerado ajeno al presencial. Dos mundos que nunca se tocan. Sin embargo a raíz de la pandemia ese proceso de educación finalizó fusionándose.
El confinamiento hizo que de forma acelerada y sin previo aviso para prepararse, los estudiantes, profesores y las autoridades universitarias estuvieran inmersos en un nuevo aprendizaje digital, pero además, evidenció que todos tenían distintos grados de analfabetismo en el tema de trabajar y estudiar en línea.
Luego de transcurridas alguna semanas, después de anunciada la cuarentena que se vivió meses atrás las computadoras se convirtieron en la conexión con el mundo y en la mayoría de casos también sirvió para descubrir que los equipos no estaban actualizados y que quienes contaban con los medio tuvieron la fortuna de renovarlos.
Mientras que la mayoría de jóvenes tomaron mano de lo que tenían más inmediato, el teléfono celular, en el mejor de los casos, una tablet.
También se realizó un nuevo diccionario y aparecieron nuevos términos en el lenguaje de comunicación entre los docentes y los estudiantes, ya que los recursos para trabajar a distancia se agrupan en los siguientes
• Comunicación: Facebook, Twitter, WhatsApp o correo electrónico.
• Trabajo académico: Moodle, Google Suite, Google Classroom, Teams.
• Almacenamiento: Dropbox o Google drive.
• Trabajo sincrónico: Skype, Google Hangouts, Google Meet o Zoom.
Lo cierto es que se ha incorporado al vocabulario cotidiano palabras como webinarios, moocs, videoclase, aulas virtuales, repositorios, podcast, videocast, bibliotecas digitales, que antes de este cambio radical de rutina, muy pocos conocían.
La transición de las clases presenciales al entorno virtual no fue tersa, en algunos casos los docentes y los estudiantes sufrieron un desgaste emocional e incrementado los niveles de estrés, sin embargo esta nueva dinámica de preparación profesional ahora y de cara al futuro será de las más utilizadas para convertirse en un sistema de educación híbrido.