La credibilidad de una CICIES depende de que respete la Constitución

Ninguna CICIES, ningún programa será efectivo sin medios de información independientes, sin que sean los ojos y oídos de la gente

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Entre los expulsados de Estados Unidos había diez personas requeridas por los tribunales salvadoreños, informó ICE. Foto EDH / archivo

Por El Diario de Hoy

2019-09-16 7:53:54

Una Comisión Investigadora de la Corrupción o CICIES debe siempre, para contar con la necesaria credibilidad, sujetarse a los preceptos constitucionales —que dan a la Fiscalía la dirección funcional de la investigación del delito— y someterse al escrutinio de la ciudadanía.

De no ser así, la CICIES se convertiría en un aparato para encubrir movidas de funcionarios, en un blanqueo de dineros públicos robados, como lo que está saliendo a luz con las últimas denuncias del Ministro de Obras Públicas sobre las prácticas de los efemelenistas, entre ellas, irregularidades en construcciones de obras millonarias como el baipás de la vía a La Libertad, contratación de activistas como gestores de tráfico y las marufiadas en el Sitramss, que pagaba a sus gerentes y seguridad con dineros públicos.

De acuerdo con las mismas denuncias, a cambio de realizar obras de alguna cuantía en pueblos o municipios, se pedía a los alcaldes retribuir con aparatos de televisión, lavadoras, neveras, hasta vehículos, como una colaboración al programa del “Buen vivir”, pero nunca se entregaba todo lo que se donaba.

Muy simple: esos enseres se destinaban al “buen vivir” de los cuarenta y tantos mil activistas, parentelas y amigatelas, plazas que creó Funes a cambio de ponerlo “donde hay”. Y toda esa masa de aprovechados permanece en sus puestos, pretendiendo que la Nación siga dándoles de comer, que queden atornillados en el aparato estatal.

Lo que corresponde es reducir la burocracia a lo que fue durante los tres gobiernos de ARENA, antes de la llegada de Antonio Saca al poder… El mismo ministro dijo que hasta la llegada de los efemelenistas había 900 empleados en Obras Públicas y ahora hay 2000, es decir, duplicaron innecesariamente la planilla con su gente.

“Si no tienes un amigo que te diga tus errores, págale a un enemigo que lo haga”

Para que la CICIES no termine siendo un montaje en el cual para desgracia de las gallinas se entreguen al zorro las llaves del gallinero, es esencial la participación de la Fiscalía y la vigilancia de la Asamblea.
Pero ninguna CICIES, ningún programa será efectivo sin medios de información independientes, sin que sean los ojos y oídos de la gente, las garantías del honesto actuar de los funcionarios, los de hoy y los del futuro.

Ese esencial papel de los ciudadanos lo planteó el pensador y político romano Juvenal hace dos mil años al reflexionar sobre los pesos y contrapesos al poder, el papel del ciudadano frente a los que vigilan las actuaciones de los organismos fiscalizadores del Estado:

¿Quién —se preguntó Juvenal— vigila a los vigilantes?

Los únicos que tienen la capacidad de hacerlo son los ciudadanos, la opinión pública, los que en su diario vivir entran en contacto con las idas y venidas de los poderosos y de los que manejan los recursos de una nación.
No serán los cercanos al poder, los indiferentes, los amenazados, quienes van a alertar del manoseo de recursos públicos…

Lo que dijo Juvenal sobre los vigilantes se complementa con otra perla de la sabiduría romana: “Si no tienes un amigo que te diga tus errores, págale a un enemigo para que lo haga…”, para que no estés tentado de salirte de la ruta honesta.

Y esto considerando otra vieja advertencia popular: en arca abierta hasta el justo peca, por lo cual los candados de esa arca deben estar en poder de varias entidades, desde los fiscales hasta los que imparten justicia.