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El fútbol salvadoreño en crisis

Los resultados y rankings del fútbol salvadoreño a nivel nacional e internacional han ido empeorando; hemos retrocedido de modo significativo, pese a que la gente sigue creyendo en el deporte rey

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Por El Diario de Hoy
Publicado el 13 de julio de 2025


Los resultados y rankings del fútbol salvadoreño a nivel nacional e internacional han ido empeorando; hemos retrocedido de modo significativo, pese a que la gente sigue creyendo en el deporte rey. Los fracasos deportivos nacionales obligaron a los aficionados a refugiarse en las ligas europeas. ¿Cuáles son los problemas y desafíos?, en esta edición los tratamos.

El sector del fútbol es una realidad compleja con múltiples aristas, en dónde intervienen: la FIFA y sus oficinas regionales, federaciones, dirigentes, equipos, patrocinadores, derechos de televisión, jugadores, directores técnicos y personal de apoyo (médicos, kinesiólogos, preparadores físicos), escuelas de fútbol, divisiones inferiores, arbitraje, aficionados, escenarios deportivos, recursos y logística, especialidades –playa y femenil-, periodistas y medios de comunicación, gobiernos locales y/o nacionales, entre otros elementos y actores.

Es inevitable resistirse a esta "religión global" que llamamos fútbol, una mezcla de deporte, y entretenimiento. Eduardo Galeano en "Fútbol a sol y sombra" nos recuerda que el fútbol es el nuevo "Opio de los pueblos"; el deporte se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía; y aquí, en esta narrativa afable, aparece la organización más indomable del planeta: La FIFA, "los dueños de la pelota…".

Estamos saturados de torneos locales, regionales, hemisféricos, europeos y globales; y obviamente, el fútbol ha cambiado y mucho, de forma y de fondo; hace unos meses, el experimentado técnico Marcelo Bielsa comentaba: "Entonces imagínese qué ha pasado con el fútbol. El fútbol es propiedad popular… los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, porque no disponen de dinero para comprarla, y el fútbol, como es gratuito, les da eso. Ese fútbol, que es una de las pocas cosas que horizontalmente los más pobres mantenían, esa felicidad no la tienen más (…) Qué lástima que lo tenga que decir yo que me va a traer nada más que críticas".

Difícilmente tengamos otra oportunidad mejor para ir a un mundial como la de 2026, sin México, Estados Unidos y Canadá en la contienda, pero con una Panamá y Costa Rica crecientes. Hoy sufrimos con islas caribeñas que ni liga de fútbol tienen. ¿Qué sucede…? 

En nuestro haber futbolístico tenemos luces y sombras: el Mágico González, el 10 a 1 de España 82, el Águila de 1967, el FAS de 1979, el Alianza de 1997, los amaños, el fútbol playa, entre muchos sucesos. Hemos contado con Directores Técnicos emblemáticos nacionales e internacionales: Gregorio Bundio, Hernán Carrasco, José Rugamas, Carlos de Los Cobos, Milovan Doric, Rubén Israel, José Pastoriza, Aníbal Ruiz, Hugo Pérez, entre otros. Hoy está a cargo Hernán Darío Gómez.

Ningún técnico, ni siquiera de clase mundial, va a mejorar nuestro fútbol…; llevamos años pagando seis cifras altas anuales a técnicos que nos venden espejitos. Solo hay cinco caminos efectivos para cambiar y mejorar: 1.- Mejorar la Educación Física en las escuelas; 2.- Crear verdaderos clubes con dirigentes decentes que cuenten con canteras y procesos formativos de fútbol infantil; 3.- Encadenar el fútbol comunitario o infantil con las ligas inferiores profesionales; 4.- Crear centros deportivos de alto rendimiento con todos los servicios, becas, alojamiento, alimentación, etcétera, atendidos por profesionales; y 5.- Habilitar muchas canchas en las comunidades. 

Está ultima idea fue un comentario de Carlos Bilardo en 2011, en una reunión privada en El Salvador nos dijo: el futuro del fútbol está en África, donde hay muchas canchas y espacios para que los niños jueguen. En Latinoamérica el desarrollo inmobiliario está cerrando los espacios deportivos. Los niños de comunidades pobres y desfavorecidas siempre han sido los mejores prospectos, y ahora resulta que tienen que pagar una mensualidad para ir a jugar a una cancha privada, esto mata el fútbol. Y sí, tenía razón Bilardo, en las selecciones "europeas" hay bastantes jugadores africanos.

Necesitamos una reforma integral del fútbol, desde su dirigencia hasta los jugadores. Pese a que hay excepciones, hoy vemos a muchos dirigentes oscuros detrás del deporte; y deportistas "élite" preocupados por sus cejas depiladas, cortes de cabello exóticos, tintes con toda la gama del Pantone, tatuajes a granel (artísticos y mamarrachos), vendajes sofisticados. Pero esto no es nada en comparación con los "dramas teatrales" y las decenas de volteretas de los jugadores cuando reciben una falta; analizamos algunos partidos del pasado para observar el "tiempo de recuperación de un jugador" -la final de México 70 entre Brasil e Italia, y la final de España 82 entre Alemania e Italia-, hemos transitado de 5 o 15 segundos en el pasado, hasta 5 minutos en el presente, sin contar que los zapatos de antes eran más criminales que los ergonómicos de ahora. Hoy algunos jugadores son unos artistas del drama…

Fútbol y política: Una ecuación peligrosa

"La impunidad de los dirigentes deportivos es infinitamente mayor que la de los dirigentes políticos" afirmó Sergio Levinsky; y probablemente sea infinitamente igual…

Pese a las significativas diferencias de los fines y objetivos, nuestro fútbol y la clase política tienen muchas cosas en común: I.- Visión de corto plazo; II.- Malos resultados; III.- Creer que una persona solucionará todo; IV.- Ilusionar a la gente; V.- pretender mejorar sin un proceso y sin una base educativa sólida; VI. - Creer que con el cambio de uniforme se modificará la percepción de la gente; VII.- mientras otros mejoran, nosotros vamos empeorando; entre otros aspectos.

Sabemos, además, que fútbol y política pese a ser dos actividades a priori muy diferentes entre sí, a lo largo de la historia se han dado diversos casos en que se ha utilizado al deporte con fines y beneficios políticos. 

Siendo el fútbol es el deporte más popular del mundo, su instrumentalización ideológica no ha estado exenta de polémicas; Mussolini, Hitler, Franco y Videla, todos utilizaron esta práctica deportiva como propaganda para obtener beneficios netamente gubernamentales al utilizarlo como cortina de humo para ocultar la realidad existente en cada país.

Fernando Carrión en "Fútbol y política" señala: "El fútbol es un espacio donde confluyen una infinidad de intereses, disciplinas y actores; por eso los intereses políticos, las ciencias políticas y los partidos políticos no le son en absoluto ajenos. Es más, el fútbol -por ser una de las actividades masivas por excelencia- se ha convertido, por un lado, en un trampolín político para dirigentes, periodistas, futbolistas y entrenadores, y por otro, en una actividad que es usada para crear adhesiones, realizar proselitismo y posicionar propuestas". Ejemplos sobran: Berlusconi y el Milán, Macri y el Boca Juniors, a Piñera y el Colo-Colo, Bucaram y el Barcelona de Ecuador; entre otros. Alguien anotó por allí: "El fútbol y el servicio público es un matrimonio mal avenido"

El Instituto Nacional de los Deportes (INDES) ha fomentado una liga de fútbol paralela y municipal con poco éxito, y actualmente tras exigir que los estatutos de la Federación de Fútbol (FESFUT) se alineen a la Ley de los Deportes, está incidiendo en la Comisión Normalizadora con apoyos puntuales con la finalidad de mejorar los resultados deportivos. Por el momento no hay cambios ni buenos resultados. 

Por otro lado, el INDES ha mejorado las instalaciones del Estadio "Mágico González", y el gobierno ha recibido la cooperación de la República de China para la construcción de un nuevo estadio, lo cual mejorará las capacidades de infraestructura. 

Tendremos buenos estadios y equipos mediocres, siempre poniendo "la carreta delante de los bueyes". Mientras los dirigentes deportivos no se tomen más en serio el desarrollo deportivo nada cambiará.

El entrenador inglés Bill Shankly decía: "Hay gente que piensa que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, no me gusta esa postura. Es mucho más que eso". Efectivamente subestimamos al deporte rey y a la religión paradójica que más une y divide. Por el momento y en estas circunstancias analógicas debemos acostumbrarnos a presenciar la peor época del fútbol y de la política, creyendo ingenuamente que vamos mejorando; y no olvidemos el slogan: "jugamos como nunca y perdimos como siempre". 

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