Diez años de saqueo a todo nivel con el lema “Lo robado, robado queda”

El descarado saqueo en este decenio ha corrompido a un creciente número de personas en esta tierra, que todo este tiempo se han desvelado para ver cómo despluman a los salvadoreños.

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Foto EDH/Cortesía

Por El Diario de Hoy

2019-07-02 5:33:07

En el lote donde la policía envía los vehículos que por una u otra razón decomisa, conocido como Changallo, se denuncia que constantemente se desmantelan las unidades hasta dejarlas como esqueletos, en chatarra para fundiciones.

Nadie responde por los daños…

Asombra que en un predio policial y bajo el ojo de la corporación se robe tan descaradamente, lo que indica que toda una cadena de complicidades tiene que operar para que no se rinda cuenta de nada.

Lo del predio es asunto viejo, pero se ha hecho más frecuente y descarado en los últimos años, sobre todo desde que los efemelenistas llegaran al poder y el saqueo se hiciera la norma…

—a través de impuestos, 22 nuevos impuestos, gran parte del patrimonio del sector productivo, lo que a su vez ha encarecido la vida de los sectores de menos ingresos. Todo impuesto es un costo de operación y como tal recarga los precios que se pagan para adquirir cualquier bien, comenzando por la comida.

—tomaron tres mil quinientos millones de dólares de los fondos de pensiones, dando un irreparable golpe al futuro de los trabajadores salvadoreños; tan es de escándalo ha sido la corrupción que se sabe que los Estados Unidos suprimieron las visas de la jerarquía del expartido oficial…

El descarado saqueo ha corrompido a un creciente número de personas en esta tierra, que todo este tiempo se han desvelado para ver cómo despluman a los salvadoreños.

Sólo hay que ver el caso de Funes, acusado de cargarse 351 millones de dólares de las arcas del Estado, los cuales sacaban en bolsas negras de los bancos estatales, según ha revelado la Fiscalía General de la República.

La tarea ahora es re-moralizar al país tras años de mal ejemplo

Con frecuencia se dice que re-moralizar al país va a lograrse a través de la educación, pero mientras muchas de nuestras escuelas estén en manos de gente sin nociones sólidas sobre el bien y el mal, o lo que es peor, en poder de sectas criminales, estamos frente a una “misión imposible”, a menos que se usen los recursos estatales para ir creando conciencia de que el crimen no paga y que todos somos víctimas aunque no matemos una hormiga.

En varias ciudades y comunidades se muestran a los jóvenes algunos videos que exponen la vida en la cárcel, la vida miserable que llevan los presos. Y sólo preguntar a los escolares que imaginen lo que sería pasar encerrado en sus viviendas aun con comida y teléfonos y lo propio de la vida civilizada, pero sin poder salir durante seis meses o un año, opera milagros. Las comunidades pueden pedir a ex-reos que hablen con jóvenes para que éstos realicen lo maravilloso que es ser libre pero que deben cuidar esa libertad.

Como no tiene sentido encarcelar a quien roba una gallina pero tampoco puede tolerarse que jovencitos comiencen robando tapaderas de tragantes para luego pasar a cosas más graves, la única solución es aplicar penas de servicios, como barrer las calles de las colonias donde los infractores viven, o recoger la basura de esos sitios.

No va a forzarse a nadie a ir a barrer a otra colonia, por los graves riesgos que eso implica en el mosaico pandillero de nuestro país, mosaico, debe agregarse, que existe por la inepcia de los recién salidos desgobernantes para formular efectivos programas de combate al crimen organizado.