Asistimos a la extinción del Zoológico Nacional

Nuestro Zoológico es un desastre, pues ha ido de mal en peor, de directores improvisados, “cheros” de cual o tal ministro, hasta lo de hoy.

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El grupo empresarial Funerarias La Auxiliadora y Capillas Memoriales ha creado su proyecto El Hogar de las Memorias, una opción de resguardo de cenizas a precios accesibles. Foto EDH/ Jessica Orellana

Por El Diario de Hoy

2019-07-29 10:04:30

Las autoridades anunciaron que cerrarán el Zoológico y trasladarán los animales a “una reserva forestal”, lo que además de no solucionar el maltrato y mala alimentación, agregaría el costo de nuevas instalaciones y recursos.
¿Cuál es la causa del problema? Muy simple: como se ha denunciado, algunos sujetos entre el personal se reparten casi todo el presupuesto asignado y dejan poco para alimentar, cuidar, curar y exhibir a los animales.

¿Dónde está situada la nueva “reserva forestal”, quiénes son dueños de esas tierras y a qué distancia está de la capital como para instalar allí un zoológico? ¿Quiénes harán el valúo de esa “reserva forestal” y de dónde saldrán los fondos para adquirirla?

Es importante clarificar estos detalles para que no salga alguien como el que compró un inmueble por tres veces su valor y que requiere meter más de seis millones de dólares adicionales para ser la nueva sede de Migración.

Los encargados actúan muy revolucionariamente: caen encima de los dineros de entidades, ministerios, autónomas y todo lo que está a su alcance, dejando una parte menor para cumplir con los servicios que deben darse al público.
En una nota previa señalamos que los efemelenistas se las han arreglado para que anualmente más de 500 millones de dólares se destinen al sostenimiento de los más de cuarenta mil activistas que contrataron en el gobierno. Poco les pide el cuerpo…

La causa de gran parte de las lacras y los problemas que sufrimos los salvadoreños es que casi todo lo que se emprende no se consulta, no se analiza entre grupos conocedores de lo que se quiere hacer, no se buscan asesorías.
Montar zoológicos no es fácil. Cada país debe analizar con cuántos recursos cuenta y cuál sería la mejor forma de cumplir el objetivo.

Ya se vio: el Estado no tiene capacidad para manejar un zoológico

Nuestro Zoológico es un desastre, pues ha ido de mal en peor, de directores improvisados, “cheros” de cual o tal ministro, hasta lo de hoy en día.

Lo mejor que se puede hacer es que los ejemplares que han sobrevivido al maltrato se pasen a la Fundación Refugio Salvaje (Furesa), vinculada a la familia Kriete y que por lo mismo se maneja con conocimiento y sensatez. El actual, que se cierre como zoológico y quede el parque, que debe reforestarse después de la inexplicable tala de árboles que sufrió, como un lugar de esparcimiento para los capitalinos, que más y más han visto sus parques agonizar.

Los zoológicos, los parques botánicos, los parques con juegos mecánicos, las canchas de fútbol, son conjuntos para que familias, personas y muy especialmente niños, entren en contacto con la naturaleza, la conozcan, aprendan a respetarla, corran, jueguen, respiren aire fresco, lo que una mayoría no tiene en las barriadas donde viven.
En Panamá, como ejemplo, aprovechando el museo de la biodiversidad diseñado por el gran arquitecto Frank Guery, el que relanzó la ciudad de Bilbao con su museo, han construido un pequeño acuario, todo lo cual se explica por guías a niños y adultos.

Como sea, lo primero es terminar con el zoológico, cambiar de personal, destituir a quienes lo manejan, reforestar ese parque y escoger a quienes va a entregarse, entre varios candidatos y sus cualificaciones, lo que tristemente es un proceso que se presta a las changonetas que hemos presenciado últimamente.