El alto costo de reducir el apoyo a la investigación

Preocupa que la Universidad Nacional de El Salvador no reciba fondos suficientes para emprender investigaciones científicas. Es como un barco sin brújula con viento agitado en el inmenso océano.

En 2017 de los $600,000 dólares asignados a la Secretaria de Investigaciones Científicas, solo $200,000 dólares se destinaron a proyectos de investigación.

El presupuesto de la Universidad Nacional (2024) se redujo a $7.7 millones, de $132.47 en 2023 a $124.69 millones y de eso $591,555 son para investigación universitaria. La UES solicitó un presupuesto de $354 millones para el 2025, el Ministerio de Hacienda modificó que las transferencias se mantendrían en $114.24 igual que en 2024 esto corresponde a un 32.3% de lo solicitado y por ende limita a la UES a su capacidad para la investigación científica.

Un ejemplo que vale la pena citar: la Universidad de Zaragoza, España, destinó parte de su presupuesto €369 millones de euros para financiar la investigación. La UES está en desventaja con el presupuesto para financiar la investigación y eso, directa o indirectamente nos afecta a todos. 

Al estancarnos y no seguir Invirtiendo en investigación científica enfocada en la más importante casa de estudios superiores nos arriesgamos a limitar el conocimiento del entorno, disminuir la innovación y eso nos deja en una gran desventaja, dependencia de otros estudios e investigaciones que han hecho otras universidades a nivel regional o internacional, no tan puntuales y reales como si fueran hechas acá. Desestimula a los nuevos científicos, docentes, estudiantes y más. Frena el impulso investigativo en el país y los buenos profesionales optaran por una mejor oferta fuera del país. 

Todo es una cadena, y el sector económico es afectado porque al no haber estudios científicos determinados limitan el rumbo de las industrias y su innovación. Se pierde la oportunidad de crear patentes y propiedad intelectual, incluso invenciones. Es riesgoso para el medio ambiente. Al no fortalecer esos presupuestos de investigación; limitan la capacidad de no encontrar soluciones para estas graves problemáticas ambientales, también fomenta un tipo de ignorancia a los tomadores de decisiones a fomentar malas políticas públicas y su fracaso. 

Se fomenta la calidad educativa mediocre. Quizás lo peor que nos puede pasar. La falta de investigación científica acomoda a la comunidad estudiantil a conformarse con lo que hay y a limitar más el conocimiento, los alumnos no compiten, no tienen herramientas óptimas para investigar. Se exponen a la burla y la vergüenza a nivel internacional por estar en los últimos lugares en las competencias en el exterior. Eso nos priva de premiaciones y galardones qué al final le dan prestigio científico al país. 

Hasta la fecha estos son los proyectos de investigación de la universidad Nacional con otras instituciones a nivel internacional, en ejecución desde el 2023:

-Estado Constitucional y Democracia en El Salvador 1992-2013.

-Evaluación Morfoagronómica de cultivadores de soya con potencial productivo y resistencia climática. 

-Desarrollo de Sistemas de liberación controlada de drogas utilizando matrices quitosánicas. 

En 2024 la Universidad Nacional de El Salvador registró 30 proyectos de investigación científica con otras instituciones internacionales como: Estados Unidos, Canadá, Colombia, Japón y España. 

-Técnicas termoluminicentes en la exploración geotErmica y sistemas integrados de evaluación de reservorios. 

-Reducción de riesgos de desastres compuestos asociados a grandes terremotos y tsunamis. 

-Fortalecimiento de la cadena de Valor de cultivos agroindustriales

A pesar de no registrar reconocimientos internacionales algunos proyectos sí han ganado premios nacionales de Investigación Científica como:

En 2024 recibieron el premio nacional de Investigación científica, el PhD. Diego Chicas por su investigación sobre la obtención de productos carbonílicos mediante la electrorreducción de N-Benciloxiftalimidas. También el Dr., Guillermo Aguirre de la Facultad de Odontología recibió el primer lugar de Ciencias Médicas y Salud por su estudio sobre el Perfil de salud bucal y necesidades de tratamiento en la población adulta mayor salvadoreña. El PhD Marvin Núñez, de la Facultad de Química y Farmacia, recibió el segundo lugar en Ciencias Naturales por la investigación Lignanos Bioactivos de Peperomia y Pseudopereskiifolia.

La educación superior, en específico la investigación científica, debe ser prioridad en la agenda de país. No ver a esta apreciable casa de estudios de menos, apoyarla con presupuesto hará la diferencia en las nuevas generaciones de salvadoreños y salvadoreñas. Vamos a salir triunfantes de ese espeso pantano llamado: Ignorancia y vamos a construir un país más competitivo y mejor preparado.

Especialista en temas ambientales.