La segunda partida de ajedrez ya inició

Por lo trascendente de los acontecimientos que se están sucediendo a nivel mundial, y los cuales sin lugar a dudas nos impactan a nosotros; sobre todo cuando las decisiones de cambios son de gran magnitud y provienen del centro alrededor del cual orbitamos, es decir, de los Estados Unidos de América, es que he decidido desarrollar en este artículo una de las ideas que dejé planteada en el artículo anterior: Hay una segunda partida de ajedrez, planteada por el mandatario del país del norte, en relación con los temas de salud y la interacción con organismos internacionales e intereses empresariales, que es el nombramiento de Robert Kennedy Jr. como Secretario de Salud.

El 13 de febrero, por 52 votos a favor y con 48 en contra, se ratificó dicho nombramiento por parte del Senado de los Estados Unidos de América. Lo anterior da por abierta la partida que se jugará en ese segundo tablero del que hablé anteriormente. Y de nuevo se abre la partida con jugadas planeadas para desestabilizar a los oponentes.

El Sr. Kennedy ha sido enfático que su jugada maestra está fundamentada en el principio de “Make America Healthy Againg” (MAHA), lo cual se traduce como volver a la población de los Estados Unidos nuevamente saludable. 

Y si queremos saber a qué tipo de “saludable” se refiere, debemos de disponernos a utilizar uno de los axiomas de Baruch Spinoza, específicamente el número 4, que dice: "El conocimiento del efecto depende del conocimiento de la causa y lo involucra."

Lo anterior es tremendamente importante, porque el Sr. Kennedy Jr. es enfático al definir que el problema que está más interesado en resolver es a lo que él llama “la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles” -aunque de hecho no es una epidemia- causadas por los alimentos ultraprocesados (aunque parece referirse de manera indistinta a procesados como ultra procesados)

Entonces, en base al axioma propuesto, si queremos entender a qué enfermedades crónicas no transmisibles se refiere como objeto de su trabajo, para cumplir con su eslogan, hay que entender la causa de ellos -según el Secretario de Salud- que viene a ser el consumo de alimentos ultraprocesados -y procesados-, que además contiene, como causa a su efecto. En otras palabras, basados en lo dicho, para el Sr. Kennedy el padecer de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) es causado y se explica por el consumo de un tipo de alimentos en particular.

A este punto ya regresaré con posterioridad -en otro artículo- para discutir en detalle el uso de este tipo de axiomas, pero ahora me interesa desarrollar más a fondo el tema de la - segunda y simultanea- partida de ajedrez. Siempre sobre el gran tema, que es la salud, que es al final y al cabo, un tema que conozco a profundidad.

Específicamente, en la Proposición 28 del Libro 1 de "La Ética", Spinoza dice: "Cada cosa particular, o todo lo que es finito y tiene una existencia determinada, no puede existir ni ser determinado a obrar sino por otra cosa que también es finita y tiene una existencia determinada; y, de nuevo, esta causa no puede existir ni ser determinada a obrar sino por otra cosa que también es finita y tiene una existencia determinada, y así sucesivamente, hasta el infinito". Para explicar un poco en detalle: La causa de una cosa “x”, también tiene una causa, y esta otra causa, también tiene su causa, y así hasta el infinito. 

Lo anterior me permite escudriñar más a fondo en la audaz jugada con que arranca la partida el Sr. Presidente, a través de su Secretario de Salud. Porque resulta que, si queremos definir lo que son estos alimentos señalados como causa de las ECNT, nos encontramos en la ineludible necesidad de entender en este marco lógico, cuál es la causa u origen de dichos alimentos. Esa causa que los define y los contiene se llama industria de alimentos y bebidas. 

En este punto del análisis es importante hacer una breve pausa para ponernos de acuerdo en algo fundamental: El plano sobre el cual me encuentro realizando el análisis que nos ocupa no es por mucho el de la evidencia científica, ni nada que se le parezca. Es un plano meramente lógico u ontológico si se quiere. Porque al final de cuentas, las decisiones políticas raras veces se basan en la ciencia; pero en no pocas ocasiones, sí que están sustentadas en una buena base lógica.

Y aquí es donde llegamos a un punto crítico, aunque ya lo estableció implícitamente Spinoza, no al final del camino. Porque nuevamente nos vemos obligados a convertir la causa anterior -la industria de alimentos y bebidas- en un nuevo efecto, y otra vez, como en un bucle de procesos, buscamos entender este concepto a través de conocer su causa, la cual según señala el Sr. Kennedy se debe a su naturaleza mercantil, de la búsqueda de beneficios. Lo cual no está tan claramente expuesto, pero se deduce a través de la declaración de que una de las cosas que se asocia con la industria, en tanto esta se considera como dedicada a la consecución de mantener el status quo, por lo cual dedica un importante -no puede ser de otra manera bajo este marco lógico- esfuerzo a generar un “control corporativo”, como da en llamarlo el Sr. Kennedy.

Por tanto, llegando a este punto, que solo es otro más en la infinitud de la cadena de sucesión de causas y efectos, podemos atrevernos a afirmar que la causa que explica y contiene ese “control corporativo” deriva de actividades del tipo lobby. 

O sea que el nuevo Secretario de Salud se propone desmantelar la práctica del lobby, para eliminar el control corporativo, y de allí sucesivamente saque el lector sus conclusiones.

Como corolario solo resta decir que bajo esta línea de pensamiento -lógico-, si la industria referida no se concentra en la partida y, sigue como hice referencia en el artículo anterior, concentrada en el primer tablero, no sabrá ni que fue lo que los atropelló.

Médico y Abogado