La logística en 2022

Los precios de los fletes se mantendrán altos. Recordemos que para algunas rutas se han cuadruplicado en poco menos de un año. Lastimosamente no bajaran a niveles pre pandemia pues son muchas las razones que impiden volver a la normalidad. Si bien los costos de los combustibles tenderán a estabilizarse, también se mantendrán altos.

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Imagen de carácter ilustrativo y no comercial.

Por René Vásquez Garay

2021-12-21 5:55:20

Llevamos dos años completamente anormales dentro de la industria logística. Problemas de todo tipo se han combinado mostrando lo vulnerable que resulta la cadena de suministro ante los factores externos. Parece increíble que incluso los muy grandes se han visto limitados en su capacidad y velocidad de respuesta.
Ante esta realidad, la cual no parece mejorar en el corto plazo, es importante tomar nota de los retos que nos depara el 2022. En este sentido y después de escuchar a los principales actores de la logística nacional, compartimos siete recomendaciones útiles y muy convenientes a tomar en cuenta.
La primera es muy obvia en un entorno cambiante. ¿Como planificar? Aquí no hay mucha opción. Debemos asumir escenarios logísticamente adversos, siempre abiertos al crecimiento, pero consientes que son factores externos los que nos están afectando. Diversificar proveedores y orígenes geográficos de nuestra carga es conveniente. También se deberán mantener suficientes inventarios de seguridad ante cualquier imprevisto. A nivel interno debemos fortalecer nuestros departamentos de compras y contar con recurso humano acorde a la responsabilidad de sus decisiones.
Como usuarios, enfrentaremos restricciones en la capacidad de respuesta de nuestros proveedores logísticos. Con el agravante que el mundo vive en este en este momento un rebote nunca antes visto en la demanda de empresas y hogares, lo cual ha generado paradójicamente un problema de capacidad para gestionar tantos flujos de productos. Lamentablemente la oferta de medios e infraestructuras de apoyo al comercio no crece de la noche a la mañana ni lo hace atendiendo coyunturas. Esto es así dado que son inversiones cuantiosas y con retornos de muy largo plazo. Por tanto, es lógico asumir que habrá cupo limitado y atrasos en puertos, fronteras, bodegas y compañías de transporte-distribución. En la medida de lo posible es recomendable afianzar por medio de contratos la garantía de prestación de servicios.
Los precios de los fletes se mantendrán altos. Recordemos que para algunas rutas se han cuadruplicado en poco menos de un año. Lastimosamente no bajaran a niveles pre pandemia pues son muchas las razones que impiden volver a la normalidad. Si bien los costos de los combustibles tenderán a estabilizarse, también se mantendrán altos.
Intentar acercar el suministro. Fue duro comprender el riesgo que implica depender de proveedores que están cultural y geográficamente a miles de kilómetros de distancia. Las compras regionales e incluso la fabricación local, serán tendencia que vendrá para quedarse.
Continuidad de negocio. ¿Estamos preparados para mantener las funciones esenciales de nuestra operación ante una nueva interrupción o situación de emergencia? ¿Está preparado nuestro personal? ¿Hemos segmentado tareas y responsabilidades? ¿Podemos garantizar conectividad? Todo departamento de import-export debería tener políticas y procedimientos de contingencia en estos importantes temas.
Escasez. Seguiremos con limitación en la oferta de ciertos insumos, materias primas y equipos. Muchas empresas en los últimos dos años limitaron su producción por esta razón. Los fabricantes de ciertas materias primas incluso están deslocalizando plantas de producción de regreso hacia sus países de origen.
Finalmente, vale la pena recordar las experiencias anteriores al covid y no olvidar lo complicado que resulto a su vez 2018. Tuvimos cortes en las cadenas de distribución centroamericanas por factores ambientales y también por situaciones de inestabilidad en nuestros países vecinos. En aquel año, mucha de nuestra producción de exportación al área centroamericana se alcanzó a movilizar por vía marítima (contenedores) para lo cual el apoyo de las líneas navieras resulto ágil y oportuno. Sin embargo, en las condiciones actuales, esta vez sería mucho más caro hacerlo. Por esta razón, para El Salvador es importante retomar el proyecto del Ferry, el cual nos permite comprar y vender a nuestros vecinos sin depender de cierres de frontera, revueltas o tranques.

Especialista en logística.