Carta: Vamos a ver un espectáculo para reírnos a costa de Bukele
Así como yo me divertí leyendo todas las regañadas indirectas y las advertencias en el documento del Fondo, voy a gozar observando cómo funcionará la supervisión que el Fondo ejercerá sobre la gobernanza, la transparencia y la rendición - y cómo se va a retorcer el régimen. Lo vamos a observar de cerca...
Me tomé la molestia de leer todo el mamotreto elaborado por los técnicos del Fondo Monetario, que ha sido la base para otorgar a El Salvador el préstamo de 1,400 millones de dólares.
Este tipo de documentos, llenos de tecnicismos que cuesta entender, normalmente son muy aburridos. Pero este, que define las obligaciones que el gobierno tiene que cumplir para que el FMI autorice los desembolsos, realmente es lectura divertida.
Al leerlo se entiende qué pasó entre el FMI y el gobierno salvadoreño. En las esferas altas del Fondo y de los poderes que lo rigen se tomó la decisión de darle a El Salvador el dinero que el gobierno Bukele ha solicitado por años y con tanta urgencia para aliviar su permanente crisis fiscal. Una decisión meramente política, influenciada por los intereses de Estados Unidos de tener un aliado sólido en Centroamérica. Pero luego de unas frases generosas que elogian los avances de El Salvador en materia de seguridad, en el resto del documento tienen la palabra los expertos – los técnicos que realmente han estudiado el estado lamentable de la economía salvadoreña y la manera de gobernar de Bukele, que ha metido al país en la profunda crisis fiscal. Y son los mismos técnicos, que durante los próximos años tendrán que controlar si el gobierno cumple los compromisos adquiridos con el Fondo.
Y, ¡por Dios!, van a supervisar cada paso del señor Bukele. Este es el componente divertido del documento: Un gobernante autoritario y egocéntrico, que toma sus decisiones por impulso, guiado por estudios de mercadeo político y no de factibilidad y necesidades de desarrollo; improvisando en vez de planificando; y que en sus 6 años de gobierno ha logrado deshacerse de todos los controles democráticos, será sujeto de una estricta supervisión por parte de los expertos del Fondo Monetario.
Su primera reacción fue un berrinche. En el documento dice claramente que ya no puede seguir usando fondos públicos para comprar más Bitcoins – y Nayib Bukele no sólo continuó comprándolos, sino que exhibió su provocación en Twitter, diciendo que jamás va a parar con este hobby.
El documento del Fondo se lee como unos adultos sermoneando a un adolescente, explicándole punto por punto como funciona “la gobernanza”, que es el término clave en todo el texto. “Gobernanza” significa el sistema mediante el cual un Estado se controla y opera, así como los mecanismos mediante los cuales el gobierno y su personal rinden cuentas. La ética, la gestión de riesgos, el cumplimiento normativo y la administración son elementos de la gobernanza.
Los expertos han estudiado durante años y de fondo como se está gobernando en El Salvador, sin contrapesos institucionales, sin mecanismos de transparencia ni de rendición de cuentas, sin control constitucional, sin oposición parlamentaria. Ellos saben que Bukele no entiende ni acepta esta definición de ‘buena gobernanza’. Por tanto, llenan el documento con señalamientos para explicar al adolecente lo que no debe hacer y lo que debe hacer, siempre recordándole que a partir de ahora sí habrá supervisión.
Es cómico ver cuántas veces repiten, en cada tema que tratan, las palabras claves: “supervisión”, “rendición de cuentas”, “transparencia”, sabiendo que son las palabras que Nayib Bukele odia como el diablo a la cruz o el vampiro la estaca y la luz. Suena casi como conjurar o invocar espíritus: “Mejorar el sistema general de supervisión”; “más transparencia” y “rendición sistemática de cuentas” – en los presupuestos, en el uso del Bitcoin, en el Banco Central, en las reservas de liquidez de la banca, en el sistema de pensiones y, sobre todo, en los contratos y las compras del gobierno.
Este último punto será la primera prueba: El Fondo quiere ver -y analizar- la lista completa de contratistas del gobierno. Y la quiere ver ya, a finales de marzo. Esto incluye un montón de información que, para nosotros, los ciudadanos, es reservada, como si se tratara de secretos de Estado. Incluye todos los contratos que el gobierno ha hecho en el marco de la pandemia y que han sido sujeto de investigaciones de la CICIES (q.e.p.d) y de la Unidad Especial de Investigaciones (Q.E.P.D.) de la Fiscalía, antes de que ambas fueron disueltos por Bukele y su nuevo fiscal impuesto. ¿Tendrán al fin que abrir los casos archivados? Las carpetas incluirán un montón de proveedores en Sinaloa. Incluye consorcios de construcción extranjeras y nacionales, que no tenían la capacidad de terminan sus obras...
El Fondo va a insistir que este, como el otro montón de informes que exige al gobierno, sea de carácter público, accesible para cualquiera. Esto va contra el ADN del sistema Bukele.
Así como yo me divertí leyendo todas las regañadas indirectas y las advertencias en el documento del Fondo, voy a gozar observando cómo funcionará la supervisión que el Fondo ejercerá sobre la gobernanza, la transparencia y la rendición - y cómo se va a retorcer el régimen. Lo vamos a observar de cerca...
Saludos,
Paolo Lüers

CONTENIDO DE ARCHIVO: