Mypes de turismo con poco tiempo para enfrentar el alza del salario mínimo

El alza de un 12% al salario mínimo ya está en vigencia en El Salvador. Desde el 1 de junio, todos los patronos del sector formal deben acatar la nueva norma. Esto se hace más difícil para las micro y pequeñas empresas con pocos márgenes, incluso en el exitoso rubro del turismo.

El Diario de Hoy consultó a los líderes de tres de estos negocios, quienes lamentan el poco tiempo para prepararse que les brindaron las autoridades y la ausencia de apoyos desde el Estado.

Para María, que lidera un emprendimiento del sector turístico ubicado en La Libertad Costa, el principal problema con el aumento es el poco tiempo que tuvieron para prepararse, lo que ha dejado sin muchas alternativas a aquellos, que como ella, han cruzado múltiples barreras para formalizarse.

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"Lógicamente, si no estuviéramos formalizados, esto no nos preocuparía. Pero ahora hay que cumplir las reglas", comenta. Actualmente, emplea a siete personas. Según la contabilidad establecida, el aumento en sus costos de operación será de unos $400 a partir de este mes.

"Nosotros no ganamos grandes cantidades de dinero… Nos pudimos formalizar hasta hace unos años, con la promesa de que con eso íbamos a crecer más, pero no ha sido tan fácil la cosa. Sentimos que no pasamos de los mismo", dice.

Su rubro es el turismo. Uno del que el Ejecutivo se ha jactado de su crecimiento en los últimos años. Y los números lo respaldan, pues el gasto turístico como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) saltó del 6.5% en 2019 al 11% en 2023. Pero eso no se ha trasladado a las vidas de todos los salvadoreños. Como la de María, quien dice que ahora está vendiendo menos que en 2019, cuando su negocio todavía era informal.

La realidad de María no es anecdótica. Según el Observatorio MYPE de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI), aunque el 58.7% de las microempresas en zonas turísticas atienden a visitantes extranjeros, aproximadamente nueve de cada diez indican que no se han recuperado completamente de la pandemia y atienden menos clientes que antes.

"Estos datos evidencian que el crecimiento turístico, por sí solo, no garantiza inclusión económica. Más bien plantea la urgencia de repensar estrategias empresariales", dice el Observatorio, que recoge que el el 76.5% de los microempresarios identifica la disminución de la demanda como principal obstáculo, mientras enfrentan la creciente competencia de grandes empresas.

Marcos es otro empresario turístico formal que va ser afectado a partir de este mes con el aumento al salario mínimo. Comenta, también, que un plazo tan corto los ha dejado sin margen. Esperaba que desde el Estado se les brindara algún tipo de asistencia.

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"Como dicen, nos vamos a tener que quedar a esperar sentados", bromea, pero matiza su respuesta con la desilusión. "El presidente habla mucho del crecimiento del turismo y todo eso, pero no ha pensado bien todo el daño que puede hacer cuando las decisiones se toman así de ajolotado. De veras que nos hubiera servido que no fuera de un solo, y con solo unos días para adecuarnos", comenta Marcos.

En su caso, con cuatro empleados, su sobrecosto aumentará unos $200. Por ello, se desprenderá de uno de sus colaboradores. No piensa volver a la informalidad, dice, pues se ha "cansado de ser perseguido" por las autoridades municipales.

Oportunidades y barreras

"El turismo representa una oportunidad, pero no una garantía… Las mypes deben comprender que para competir se requiere más que ofrecer productos. Se necesitan propuestas que incorporen la experiencia del cliente y su conexión con el entorno", comentó para el Observatorio MYPE Roxana Girón, coordinadora de programas en la Escuela LID de FUSAI, especializada en microempresarios.

Por eso, desde la entidad señalan que los turistas internacionales buscan vivencias auténticas: quieren escuchar historias, probar sabores locales, conocer personas, descubrir el alma de los territorios. Esta lógica exige que las microempresas evolucionen de operaciones transaccionales hacia estrategias relacionales.

Sin embargo, reconocen que el esfuerzo individual tiene techos estructurales. El estudio del Observatorio MYPE revela una perspectiva ignorada: el 60.9% de empresarios encuestados priorizan la organización de ferias turísticas, mientras un 46.1% señala la urgencia de mayor inversión pública en infraestructura básica.

"De poco sirve diseñar experiencias memorables si el acceso es difícil, sin rutas peatonales seguras, señalización adecuada o espacios públicos que inviten a explorar. La sostenibilidad turística requiere un entorno favorable para las microempresas, reconocidas como actores estratégicos del sector… Los datos confirman que surfear la 'ola turística' exige más que entusiasmo: requiere preparación, enfoque, visión empresarial y un entorno público facilitador. La articulación entre gobiernos locales e instituciones turísticas debe diseñar intervenciones adaptadas a las realidades territoriales específicas", dice el estudio.

El impacto en las empresas medianas

El aumento al salario mínimo tiene diferentes efectos dependiendo de las empresas y de su tamaño. Carlos es la cabeza de una compañía mediana dedicada a la construcción. Afirma que, en su caso, el sobrecosto del aumento al salario mínimo se trasladará a sus clientes, quienes, a su vez, se lo trasladarán a los suyos.

Según comenta, cuando se anunció el alza a las tarifas mínimas, tuvo que hacer reuniones con sus clientes para definir un nuevo tarifario de sus servicios. En este caso, definieron que este se establecería para seis meses, no para el año habitual.

"Es un poco la incertidumbre. Piensan que a Nayib se le puede pelar y decir que el salario se va aumentar otra vez en unos meses. Eso afecta las perspectivas del negocio", dice Carlos.