Jocote Barón Rojo, de la tierra de San Lorenzo hacia EE. UU.

La producción de jugoso fruto ha permitido industrializar la cosecha, aparte de exportar para el mercado nostálgico, sus productos ya ocupan anaqueles de supermercados estadounidenses.

descripción de la imagen
La corta de jocote se ha convertido en una fuente de ingresos para las mujeres jefas de San Lorenzo, Ahuachapán. Fotos EDH / Húber Rosales

Por Magdalena Reyes

2020-03-06 8:00:07

La producción de jocote Barón Rojo ha dinamizado la economía familiar en San Lorenzo, Ahuachapán, donde cada una de las plantaciones emplea de ocho a 30 trabajadores , según Yesenia Guerrero, productora y socia de la Cooperativa de Jocote y Loroco, San Lorenzo (Coapjsal de R.L. ).

En San Lorenzo hay un aproximado de 400 productores que trabajan unas 1,000 manzanas de jocote.

Una de las empresas que nació gracias a esa producción y que ha industrializado el preciado fruto es La Quiruba.

La Quiruba produce en su plantación unas 300 cajas de jocote y en temporada alta emplea hasta 30 cortadores.

Sara Ruiz, la gerente general de esta empresa afirma que ellos envían el jocote hacia Estados Unidos a través de dos empresas exportadoras.

Del jocote maduro se extrae la pulpa que se guarda congelada para elaborar las salsas y demás procesados a base de jocote, dice Ruiz.

La pulpa lleva un proceso de pasteurización y de cocción con choques térmicos y tiene un periodo de vida de dos años en congelamiento y sin preservantes.

En la finca producen 300 cajas que se traducen en unas 15,000 libras por semana.

“Todo el jocote se deja para maduración para exportar y para sacar la pulpa. Se envía para Estados Unidos y próximamente se va a enviar a Canadá”, agregó Ruiz.

El fruto se manda congelado y empacado en bolsas de una libra, tiene precio variable, dependiendo de la cosecha, en este momento se vende en el mercado local a $1 la libra, pero en el extranjero puede alcanzar los $3.

“Se le hace análisis para ver que vaya libre de plagas y químicos antes de hacer la negociación de la cosecha”, detalló la microempresaria.

Ruiz explicó que es más rentable venderlo a las exportadoras aunque implique un mayor control fitosanitario y producción orgánica.

En la época de baja producción de jocote, Acopaj procesa mango envasado al vacío para enviar congelado hacia Estados Unidos, procesan hasta 10,000 libras por temporada.

La Quiruba está en el proceso de obtener una certificación de producción orgánica que le permitirá dar un valor agregado a los productos que elaboran con base a la pulpa de jocote.

“Queremos exportar con sello de orgánico en nuestros productos, lo que se traduce en un mejor precio. Podemos vender para Estados Unidos una libra de jocote, ya puesta en el supermercado tiene un valor de entre $3 y $5 dependiendo del supermercado”, destacó Ruiz.

Una mermelada de jocote de 250 gramos cuesta $3.5 en El Salvador, pero si se vende en el mercado internacional con el sello de orgánico y el sello de la denominación de origen, puede posicionarse en tiendas premium y gurmé, tanto en Estados Unidos como en Europa, donde el consumidor puede llegar a pagar hasta $10 por el producto, agregó la empresaria.

La empresa está aplicando para obtener las certificaciones de US Organic y Europe Organic.

“Le apostamos al mercado anglosajón, porque es donde está el mayor poder adquisitivo, no obstante no descartamos el mercado nostálgico”, destacó la empresaria.

La empresa además fabrica salsas picantes que son adaptables a muchos usos, como la Joco Diablo que está elaborada con base 80 % de pulpa de jocote y 20 % de agua con el chile Cola de Gallo.
La cooperativa posee una área con regadillo para diversificación de cultivo de los demás insumos como chiles, cebollas y hierbas aromáticas que usan en sus salsas.

La diversificación incluye también un pesto de jocote.

El trabajo de la Quiruba en cultivo, corta y tratamiento industrial de los productos genera unos ocho empleos fijos en la parte administrativa y cinco en el campo, pero en el apogeo de la época de corte de la cosecha, pueden generar unos 30 empleos temporales. El pago de corte es por jaba y puede ser de entre $1 y $3, depende del momento de la cosecha y de cómo se encuentre el precio en el mercado.

Para Miguel Arnulfo Agreda un trabajador de 26 años, la corta de jocote le ha permitido llevar ingresos a su hogar.

“Ayuda bastante, sobre todo en estos tiempos, a veces todos los días se trabaja y es una ventaja para uno. Es un beneficio para los jóvenes para que no se dediquen a otras actividades”, destacó Agreda.

Arnulfo de 26 años lleva ingresos a su hogar de los cortes en la finca de La Quiruba.

Controles de calidad

En el caso del trabajo de la finca de La Quiruba, hay un ingeniero a cargo para darle el tratamiento fitosanitario a la plantación, así como coordinar el mantenimiento de la misma con podas y desarrollar el plan preventivo contra plagas que puedan causar pérdida de producción o mortandad de las plantas.

“Todo lo hacemos enfocado en prevenir y no en curar al final, porque es difícil, los gastos son más altos y sobre todo porque tenemos que manejar la línea en la empresa, de mantener una trazabilidad sana, pensando en los mercados locales y extranjeros que tenemos”, destacó Remberto Calderón.

En el caso de la cooperativa Acopaj además de trabajar con el jocote Barón Rojo que es el fuerte en la zona, se han diversificado con el tratamiento de mango Panadés, mango indio verde y loroco.

Antes de la cosecha del jocote, la cooperativa trabaja en el envío de mangos verdes hacia Estados Unidos.

De toda la producción anual de jocote en el mercado local, la cooperativa envía cinco contenedores de 40,000 libras de jocote, es decir unas 200,000 libras al año.

Este grupo de 34 socios productores cosecha en promedio un millón de libras de jocote y de esa cosecha procesa el 25 % de la pulpa, es decir 400,000 libras. De la pulpa procesan mermelada, jugo, concentrado y vino de jocote, el resto se comercializa en el mercado local.

“Como Acopaj tenemos 400 manzanas de plantación de jocote y en la temporada de cosecha de jocotes generamos 25 empleos, solo en planta para proceso y congelado del jocote”, destacó.

Según la productora, una jaba de jocote en temporada alta en el mercado local se vende en $3 o $4, mientras que una enviada al extranjero pueden llegar a $9, apuntó.