Antes de prometer elevadas pensiones para toda la población, como lo ha hecho el presidente Nayib Bukele, el gobierno debería aumentar la cobertura de cotización a un 70% u 80%, es decir, promover que más personas ahorren para su jubilación, según sugirió el chileno Salvador Valdés, asesor internacional en política de pensiones, durante un conversatorio organizado por Membreño Consulting esta semana.
Actualmente se estima que solo el 25% de la población económicamente activa cotiza para su futura pensión, es decir que solo una de cada cuatro personas ahorra para jubilarse.
Pero además, este porcentaje se reduce a menos del 15% si se toma en cuenta que las personas no logran acumular 25 años de ahorros debido a diferentes factores laborales.
Esto reduce los beneficios de pensionarse a un pequeño grupo de la población y exige al Estado más recursos para subsidiar a quienes no han acumulado un ahorro propio.
Según Valdés, ofrecer una mejor pensión y que esta sea universal (para todos) cuesta caro y supone finanzas estatales sólidas, sobre todo si el gobierno pretende tomar el pago de estos beneficios, que por hoy se pagan a través de un sistema de capitalización individual (privado).
Citando a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su convenio N°102, Valdés recuerda que “para obtener una ‘pensión completa’, el trabajador/a debe cotizar durante 30 años al menos”. Y quienes cotizan menos de ese periodo solo tienen derecho a una pensión parcial.
Actualmente el gobierno de Nayib Bukele, ha asegurado que está trabajando en una reforma de pensiones integral, que garantizará a los salvadoreños una mejor pensión que la que pagan las administradoras privadas. Grupos sindicalistas afines al gobierno le han solicitado que esta pensión sea equivalente al 70 % del salario.
Pero el especialista se pregunta: ¿Puede el Estado salvadoreño triplicar el número de cotizantes, desde los 766,784 a los 2.3 millones? Valdés cree que este debe ser un punto de partida para analizar una reforma integral, si realmente quiere ayudar a los salvadoreños con mejores pensiones.
Finanzas sólidas
Más bien, para Valdés, los anuncios de una reforma como la que ha adelantado Bukele, se relacionan a una crisis fiscal que busca fuentes de financiamiento.
Así como ocurrió en Argentina en 2017, El Salvador busca ahora fuentes de financiamiento que le permitan salir de un déficit fiscal que llegó al 13% por el endeudamiento durante la pandemia.
Invitados al conversatorio, el economista Rommel Rodríguez, de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) y el experto fiscal Carlos Pérez Trejo, coincidieron en que el gobierno tiene en estos momentos dificultades financieras que lo encarrilan a buscar más fondos como ocurrió en Argentina hace unos años.
Pérez Trejo reconoce que uno de los problemas estructurales del actual sistema de pensiones es la baja cobertura de cotización y ahí insiste en que se analicen los datos de manera técnica para partir de ellos y elaborar reformas que beneficien al trabajador antes que hacerle promesas que no tengan respaldo financiero.
Subir las pensiones al 70 % quebrará el sistema en 5 años, señalan economistas
Sin embargo, coincidieron en que por ahora las declaraciones solo muestran la intención de obtener fondos en momentos en que las finanzas estatales están complicadas.
La deuda total del país se ha elevado a más del 80% y decisiones políticas han minado la confianza de inversionistas, lo que a su vez, ha limitado las fuentes de financiamiento del gobierno y generado una presión fiscal.
Valdés dijo, además, que al discutir una reforma se debe considerar cuánto de ese fondo de pensiones está invertido en el Estado, como ya ocurre en El Salvador.
Actualmente el 80% de los fondos está invertido en títulos del Gobierno