El presidente Nayib Bukele volvió a ser uno de los presidentes ausentes en una reunión internacional en la que se discutieron medidas económicas para afrontar la crisis post-pandemia.
Esta vez fue la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Andorra y en la que se pusieron sobre la mesa propuestas económicas y sociales para la recuperación de la región.
Así como Bukele, tampoco participaron el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; el de México, Andrés Manuel López Obrador; Nicolás Maduro, de Venezuela y Daniel Ortega, de Nicaragua.
La reunión de este año, denominada “Innovación para el desarrollo sostenible - Objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus”, puso énfasis en el multilateralismo en diferentes áreas.
En el tema sanitario, se acordó un acceso equitativo, transparente, oportuno y universal a las vacunas contra el COVID-19, en la respuesta a pandemias y otras emergencias sanitarias, y la necesidad de promover un tratado internacional de preparación y respuesta ante las pandemias.
En cuanto al tema de la deuda y financiamiento, se acordó el desarrollo de iniciativas para la recuperación económica post COVID-19 sobre el alivio a la deuda externa y el acceso al financiamiento externo para la recuperación de la pandemia del coronavirus. Estas fueron propuestas de Costa Rica, Bolivia, Argentina y España.
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Y en el área de medio ambiente y sostenibilidad, los comunicados firmados en conjunto destacaron el trabajo por la desertificación, cambio climático y medio ambiente, armonía con la naturaleza, agua para la vida y sobre energía sostenible. Las propuestas vinieron de República Dominicana, Perú, España, Chile, Bolivia y Panamá.
En representación de El Salvador participó de manera virtual el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, quien afirmó que “la Cumbre Iberoamericana toma especial importancia durante la pandemia, porque hoy más que nunca nuestros países deben mantener lazos fuertes de cooperación y amistad”.
Además, aprovechó para afirmar que El Salvador tiene controlado el COVID-19 y la entrega de computadoras a los estudiantes de las escuelas públicas como parte del trabaja gubernamental enfocado a la innovación, entre otros temas.
Previo a la reunión principal de la Cumbre, los participantes también asistieron al XIII Encuentro Empresarial Iberoamericano, que abordó una serie de recomendaciones para que los países superen con más rapidez el impacto económico del COVID-19.
Entre las recomendaciones están potenciar una mayor coordinación con el sector privado para lograr proyectos de desarrollo y generación de empleos, así como una mayor cooperación regional para innovación.
Ausente en otras reuniones
Esta no es la primera vez que el presidente Bukele no participa directamente de las reuniones internacionales en las que se han tomado acuerdos para afrontar la pandemia y sus efectos económicos.
Su primer desplante ocurrió el 6 de junio de 2019, a pocos días de haber asumido la presidencia de la República. Esa fecha no asistió a la 53 Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en Guatemala, pese a que ese día el país asumiría la presidencia Pro-Témpore de ese organismo regional.
En noviembre del año pasado Bukele tampoco asistió a la cumbre de presidentes de la región sobre el cambio climático. En esta oportunidad se reunirían con el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y demás mandatarios de la región. Solo participó el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, Juan Orlando Hernández, de Honduras y Daniel Ortega, de Nicaragua.
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Tampoco ha participado de las reuniones para concretar acuerdos para lograr la anhelada Unión Aduanera, una unificación de países que los empresarios demandan cada vez más para trabajar como bloque y hacer frente a un mercado internacional expansivo.
La Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica y República Dominicana (Fecaica) instó recientemente a El Salvador a incorporarse activamente en los esfuerzos para trabajar como bloque.
El presidente Bukele, por su parte, se ha referido con anterioridad a las reuniones en las que participa Juan Orlando Hernández, a quien se ha referido como cabeza de una “narco dictadura en Honduras”.
Bukele tampoco tiene una buena relación con Daniel Ortega, en Nicaragua y con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei. Este último dijo a Bukele el año pasado: “Deje de tuitear y dé información”.