El presidente Nayib Bukele es quien inicia en redes sociales con los mensajes estigmatizantes contra la prensa, luego, sus funcionarios y grupos de simpatizantes dan seguimiento a lo que publica el mandatario, con el fin de destruir su imagen y trabajos periodísticos. Así lo señaló el Relator de Expresión de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Serafín Valencia, en relación al reciente informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) que degrada la posición de El Salvador en su índice de Respeto a la Libertad de Prensa.
En un análisis de este jueves durante la entrevista matutina de Radio YSUCA, Valencia, manifestó que lo que se expone en tal informe “genera preocupación”, por ser una situación de desmejora, constante y permanente contra la libertad de prensa.
El Relator de la APES agregó que a eso se suma “la deslegitimización que se hace desde los mismos funcionarios públicos” que están constantemente emitiendo mensajes estigmatizadores hacia medios de comunicación y hacia periodistas por la línea editorial del medio en el que trabajan, o la línea editorial de los espacios en que se desarrollan periodistas independientes.
“Cuando el presidente Bukele tuitea con su famosa frase de “periodistas incomodos”, él ya está haciendo una etiqueta, ya está colocando una etiqueta en la frente de aquellos periodistas a los que se refiere”, criticó y aclaró que a los periodistas les asiste el derecho también a emitir opinión, ya sea en redes sociales o en espacios que permiten opinión.
Expuso también que cuando el presidente Bukele identifica un contenido que no le satisface o siente que toca algunos aspectos que son oscuros, donde se maneja opacidad dentro de su administración “sale con estos mensajes de ataque de estigmatización para deslegitimar el trabajo de los periodistas, y luego vienen otros funcionarios de Gobierno o se activan los trollcenter o grupos de seguidores partidarios o de Bukele y comienzan a atacar”.
“Podríamos decirlo de otra manera, el presidente (Bukele) da el campanazo de salida con estos mensajes y luego funcionarios y grupos masivos de seguidores comienzan los ataques fuertes hacia estos medios o periodistas con el afán de destruir imagen o credibilidad en el caso del periodismo y tratar de hacer quedar en duda aquellos trabajos que tratan de echar luces sobre investigaciones que han hecho periódicos como El Faro, Factum, Gato Encerrado, también medios tradicionales como El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica que se han atrevido hacer algunas publicaciones de fondo”, manifestó.
En su análisis, el relator de prensa además recordó que desde antes de la pandemia comenzó la restricción de información en casa presidencial, con exclusión de periodistas que no se han unido a la narrativa oficial, así como con el espacio a quienes pueden preguntar o no.
Los periodistas no son actores políticos
Valencia, también dijo que esa misma dinámica de estigmatizar a la prensa se incorporó en periodo de cobertura electoral, donde se envió mensajes estigmatizantes como “periodistas incómodos”, con el fin de ubicar como la nueva oposición a los periodistas.
Al respecto, aclaró: “hay que dejar claro, los periodista no somos actores políticos, ni opositores. Los periodistas hacemos el trabajo que nos compete: buscar información, documentarla, comprobarla y publicarla para que la ciudadanía conozca esta información y sepa tomar mejores decisiones sobre todo en procesos fundamentales como elecciones, pandemia etc”.
Días oscuros para la prensa
A juicio de Valencia, se vienen días oscuros para la libertad de prensa en El Salvador, sobre todo ante la concentración del poder a partir del 1 de mayo cuando asumirá funciones la nueva Asamblea que brindará total apoyo al Gobierno.
Asimismo, comparó el actual bloqueo de información y ataque a los medios críticos que se vive en el país con la época del conflicto armado cuando existió una oficina de control de los medios de comunicación.
Periodismo obstaculizado
En el más reciente informe sobre la libertad de prensa en el mundo, RSF destacó que en El Salvador, el ejercicio periodístico se ha visto “ampliamente obstaculizado”.
“La policía se incautó de material periodístico, se prohibió el acceso a espacios públicos, hubo falta de transparencia en el acceso a la información pública”. Esos son algunos de los ejemplos que destacó RSF sobre El Salvador.