El Ministerio de Hacienda ha proyectado que en 2022 recaudará más del doble de lo que se producirá en el país, es decir el Producto Interno Bruto (PIB), lo cual no encaja con los datos reales.
Así lo demuestra un análisis del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades (Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social) en el que se destacan las sobrestimaciones y subestimaciones de gastos e ingresos para el ejercicio fiscal 2022, lo cual ha sido una práctica de presupuestos anteriores que no se corrige.
"Se proyecta que la recaudación bruta crezca 12.9% –con respecto al cierre de 2021–, más del doble de lo que se espera en crecimiento del PIB nominal del 4.7%. Los supuestos no acordes con la realidad debilitan la función del presupuesto, de ser un instrumento que refleje las prioridades y sirva de control de la ejecución del gasto", señala Fusades.
La entidad destaca que ya existe una sentencia de la Sala de lo Constitucional que dictó en 2017 que no deben presentarse equilibrios artificiales y se debe racionalizar el gasto, pero no se ha cumplido.
VER: Se agravará la crisis en finanzas del país si no hay acuerdo con FMI
Estas fallas en los cálculos de los ingresos y gastos que ha hecho Hacienda para el otro año se traducen en dinero que el gobierno necesitará que le presten y que pueden complicar más las finanzas del Estado, porque aún está en la cuerda floja un acuerdo de préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta por $1,300 millones para cubrir el faltante de fondos que enfrentará.
De acuerdo al análisis de Fusades, las fallas del Presupuesto 2022 representan, al menos, $1,355.3 millones, eso significa el 4.7% del PIB y son las siguientes:
- Sobreestimación de ingresos tributarios, transferencias corrientes y “diversos” por $299.8 millones
2. Subestimación de subsidios por $38 millones
3. Subestimación de devoluciones de impuestos por $62.3 millones
4. Menor asignación al Órgano Judicial por $26.9 millones
5. Subestimación de pago de intereses de la deuda de corto plazo por $57.3 millones
6. Omisión de pago de Certificados del Tesoro (CETES), aproximadamente, por $821 millones
7. Omisión de pago de intereses de deuda de las municipalidades por $50 millones
"Estos vacíos implican que el endeudamiento solicitado está subestimado –se requerirá más deuda que lo que menciona el Presupuesto 2022–. Además, será difícil lograr el recorte de $353.9 millones en bienes y servicios que implica el presupuesto, con respecto al cierre estimado de 2021; el monto asignado en el proyecto ($323.9 millones) es incluso menor que lo ejecutado en 2019 ($505.8 millones); si esta reducción no se alcanza, se necesitará más deuda", advierten los expertos de Fusades.
Asimismo, el DEC señala que el financiamiento del presupuesto para el otro año asciende a $1,209.1 millones, de los cuales $710.7 millones son préstamos externos; mientras que $498.4 millones son títulos valores, un monto alto para la deuda más cara, en condiciones más adversas que hace un año por el elevado riesgo país. Pero a eso se suma que el 24 de enero de 2023 vencen eurobonos por $800 millones, por lo que se necesitará emitir bonos por un monto de alrededor de $1,298.4 millones en 2022.
Los economistas de Fusades explican en su análisis que los desembolsos de préstamos externos provienen de:
a) 12 préstamos aprobados entre mayo y agosto de 2021 por $496.8 millones
b) Tres préstamos aprobados en 2020 por $30.9 millones
c) 13 préstamos aprobados en 2018 o antes por $183 millones
También indican que el déficit fiscal del sector público no financiero (SPNF) calculado a partir de los datos del presupuesto 2022 es igual a $1,196.5 millones (4.2% del PIB), pero apuntan que la proyección oficial de la brecha para 2022 es mayor (4.5%). "Lo que muestra una discrepancia con lo que establece el proyecto. Además, cuando se corrige por las fallas del presupuesto, el déficit proyectado para 2022 sube a $1,730.8 millones (6.0% del PIB), demasiado alto", señalan en el documento.
Este análisis coincide con el que recientemente dio a conocer la empresa inglesa de servicios financieros, EMFI Group, el cual tituló: "Mentiroso, mentiroso" y en el que apunta las inconsistencias en los datos presentados por el gobierno en el presupuesto del próximo año.
“La administración de (Nayib) Bukele necesitará encontrar $1,750 millones (6.1% del PIB) en financiamiento y llegar a un acuerdo con el FMI sería clave para cumplir con ese objetivo. No obstante, creemos que el gobierno no podrá llegar a un acuerdo con el Fondo”, dice en el documento de EMFI.
El reporte elaborado por EMFI destaca que “el nuevo proyecto de presupuesto incluye una previsión demasiado optimista de los ingresos fiscales, que se espera que aumenten un 11.9% ($656 millones), llevando la recaudación tributaria al 22% del PIB, un incremento de 4.5 puntos porcentuales en comparación con 2020”.
Fusades agrega que se desconoce de un programa de ajuste fiscal y lo que se observa en los últimos años es la creación de nuevos gastos que no tienen financiamiento.
"La situación de las finanzas públicas es crítica, y ante los problemas de liquidez se ha recurrido al impago de proveedores y del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES); sin un programa de ajuste fiscal la probabilidad de una crisis fiscal aumenta, por lo que es urgente lograr el acuerdo de sostenibilidad con el Fondo Monetario Internacional (FMI)", dice el análisis del DEC.