ESEN insiste en reforzar campaña de información para comercio informal

Los protocolos establecidos por el gobierno y la empresa privada están dirigidos al sector formal, por lo que la ESEN reitera que el Gobierno debe incluir medidas para los informales.

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A pesar de este nuevo decreto, la economía ha ido comenzando a operar de forma desorganizada por la falta de leyes claras. Foto referencia EDH/ Menly Cortez

Por Nancy Hernández/ Guadalupe Hernández

2020-06-17 9:10:25

La decana de Economía de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Carmen Aída Lazo, planteó recientemente que es fundamental contemplar campañas de información sobre los protocolos a seguir en el sector informal.

“Es importante recordar que el 70 % de las personas que trabajan en el país son del sector informal y en las medidas tiene que ser tomados en cuenta justo las características de la economía salvadoreña”, dijo Lazo.

Según datos de la institución académica, la intensidad de este sector es heterogénea a lo largo del territorio salvadoreño, pero tiene mayor prevalencia en las zonas rurales con un 86 % de trabajadores en la informalidad, respecto a las zonas urbanas donde es el 65 %.

Los protocolos de bioseguridad aprobados para las distintas fases en las que reabrirá la economía están dirigidos, sobre todo, al sector formal, pero nada se habla sobre las medidas que debe implementar los vendedores informales.

Según Lazo, no funciona tener en empresas protocolos estrictos si, por ejemplo, en el sector informal no hay, pues esto puede provocar olas de contagios en un futuro.

“No se puede hablar de una reapertura donde se tome en cuenta solo al sector formal, se tiene que considerar que la mayor cantidad de personas viven de las ventas ambulantes y para ellos es fundamental las campañas de información sobre los protocolos, las medidas que hay que tomar para mitigar el riesgo deben de responder a la realidad del país”, agregó.

?ADEMÁS:Estas son las actividades permitidas en cada fase de reactivación económica desde el 16 de junio

Además, consideró que se deben de implementar campañas de información masiva para educar a la población sobre las medidas de prevención y los procesos adecuados de desinfección.

Semanas atrás, el presidente del consejo directivo del INCAE, Roberto Artavia, también señaló que gran parte del sector productivo del país está en la informalidad, por lo que se necesitan medidas mucho más drásticas para que la reactivación económica pueda realizarse en un ambiente confiable.

“No hay que soltar ni un minuto la campaña activa de concientización pues esto puede durar muchos meses y a nivel de empresas, hay que ponerse a trabajar”, señaló. El lavado de manos y la distancia social son solo dos medidas básicas en las que tanto autoridades como empresas deberían mantener una fuerte campaña de educación.

“Claro que podemos abrir, pero con disciplina casi taiwanesa”, señaló Artavia hace unos días, refiriéndose al exitoso caso de Taiwán, que ha logrado contener el número de casos y muertes por COVID-19.

En un documento trabajado junto con el INCAE, la ESEN enfatizó que en el sector informal la intensidad de la campaña de comunicación, por TV, radio y mensajes telefónicos debe ser grande, para promover una nueva cultura de relaciones basada en el distanciamiento social, el respeto por la salud, la conciencia del riesgo existente, y la aplicación de medidas de higiene, uso de mascarillas, etc.

“El acompañamiento debe ser masivo y constante para asegurar que se mantiene la disciplina y el respeto por los protocolos vigentes, con especial énfasis en que, si son “móviles” sus negocios y servicios, estos deben adaptarse a las condiciones de cada comunidad en que operen”, señala el documento.

Trabajo junto a municipalidades

Algunas alcaldías del país junto a los vendedores informales ya elaboraron sus propios protocolos sanitarios y de bioseguridad para poner en práctica ahora que la economía ha comenzado a reabrir por fases.

Este es el caso de la ciudad de San Salvador, en donde las autoridades municipales y los vendedores tuvieron a bien ponerse de acuerdo

Justo la semana pasada, el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, dio a conocer el detalle del protocolo que aplicará la ciudad capital.

Destacó que entre las principales medidas está el uso obligatorio de mascarillas certificadas, procurar un distanciamiento de hasta dos metros entre vendedores y comprador, y si se considera necesario deberán colocar plásticos como barreras de protección entre ambas partes.

El uso del alcohol gel también será obligatorio, al igual que el constante lavado de manos.

Los comerciantes también deberán desinfectar constantemente los productos y monedas y en el caso de ser necesario el uso de guantes y termómetros.

Las medidas son parte del protocolo que se acordó en reuniones entre los representantes de los vendedores informarles y la alcaldía capitalina, y son parte de los mandatos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de experiencias que otros países habían implementado con éxito en ventas de calle. El edil no confirmó si dicho protocolo estaba autorizado por el Ministerio de Salud.

 

El pasado 16 de junio, cientos de vendedores independientes del centro de San Salvador retornaron a sus puestos.

 

Comerciantes aplican medidas para evitar el contagio

En un recorrido que El Diario de Hoy realizó el 16 de junio, fecha en la que se abrió la economía en Fase 1, muchos comerciantes ya habían establecido sus propias medidas de protección.

La mayoría de ellos usan mascarillas y otros utilizan guantes, pero además también se pudo ver a comerciantes utilizando caretas de plástico que aíslan mucho más el rostro del de la otra persona.

Sin embargo otros no utilizan la mascarilla adecuadamente y la manipulan sin las recomendaciones adecuadas.

El manejo del dinero en efectivo también es un punto a considerar en el sector informal por lo que

Para Carmen Aida Lazo, es importante que haya una concientización tanto para vendedores como compradores

En Costa Rica, por ejemplo, el gobierno, además de crear protocolos para el sector formal, también elaboró un plan para los asentamientos informales. En este protocolo se estableció desde la responsabilidad de las instituciones en la ejecución de las medidas hasta la divulgación de las medidas y la entrega de kits de higiene para los comerciantes que deben ganarse la vida en la calle, pero cuidar su salud.