Hacienda ha colocado al menos $475 millones en LETES en lo que va de 2025
Hasta febrero, había colocado $274.8 millones el LETES, pero el saldo solo subió $25 millones con respecto a diciembre. Serían para ampliar las fechas de vencimiento de otros compromisos.
El Ministerio de Hacienda (MH) ha colocado al menos $475.4 millones en Letras del Tesoro (LETES) en lo que va del 2025, según la información colgada en la web de la Bolsa de Valores de El Salvador. Sin embargo, según expertos consultados, esto no puede considerarse nueva deuda para gasto corriente, sino una especie de rollover, es decir, ampliar las fechas de vencimiento de otros compromisos.
Según Rommel Rodríguez, director del Área de Macroeconomía y Desarrollo de FUNDE, lo relevante a la hora de considerar este tipo de emisiones es el saldo al final del mes. En efecto, al menos entre el 31 de diciembre de 2024 y el 28 de febrero de 2025, este solo creció en torno a $25 millones, tanto en los datos del Banco Central de Reserva (BCR) como del MH.
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Según esta última entidad, el saldo de los LETES pasó de $1,357.8 millones a $1,382.9. En ese mismo periodo, el Gobierno colocó $274.8 millones en LETES, según los datos de la Bolsa de Valores.
Según el economista Rafael Lemus, los LETES son instrumentos que están fuera del Presupuesto General de la Nación, pues la Constitución los define como deuda flotante, una que existe para cubrir deficiencias en los ingresos, que posiblemente se estén presentando al inicio de este año.
Sin embargo, como se ha apuntado, lo más probable es que esos LETES se hayan colocado para que los bancos los adquieran y, con ese dinero prestado, se les paguen las deudas que se están venciendo. En la práctica, esto es una estrategia para ampliar los plazos.

Para Lemus, a pesar de que se trata de nueva deuda, esto es consecuente con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues al menos hasta febrero la entidad todavía no había cerrado un trato con El Salvador y, por lo tanto, no se había dado ningún desembolso. El primero fue el último día de febrero, de unos $113 millones.
Para el economista Otto Rodríguez, exvicepresidente del BCR, esta importante emisión de LETES es, sin embargo, una muestra de que el ajuste fiscal negociado con el Fondo está siendo "más complejo de lo que ellos pensaban" y los ingresos no están siendo lo suficientemente altos para enfrentarlo.
"También hay una expansión del gasto al principio del año respecto al año pasado. Lógicamente tienen un déficit fiscal y deben hacer un esfuerzo para reducirlo. Pero esto no ha venido del lado del gasto", comenta Rodríguez.
Las colocaciones de Hacienda
Según la Bolsa de Valores de El Salvador, la primera colocación de LETES en el año por parte del Gobierno se registró el 9 de enero, de $55.3 millones. Al siguiente día fue la segunda, de $10 millones. Ese mismo mes se hicieron otras 3, por $99.2 millones, entre el 22 y el 28 de enero.
En febrero, fueron solo dos, el 11 y el 18, pero por $110.3 millones. En marzo fue solo una, por $62 millones el 10 de ese mes. Y las últimas, en abril. El 2, por $58.6 millones; y el 11, por $80 millones.
Según Otto, lo esperable es que el saldo de los LETES comience a bajar a partir de marzo, mes para el que todavía no se han publicado datos en el BCR y en Hacienda y en el que ya estaba disponible el primer desembolso del FMI.
Desde el Gobierno, la deuda de corto plazo (CETES y LETES) se convirtió en una carga tan pesada que fueron los mismos bancos que la compran los que salieron al rescate. Esta es corrientemente conocida como la tarjeta de crédito del Estado, pues le provee de recursos de forma casi inmediata, pero con un alto interés y con plazos menores a un año.
En septiembre de 2023, se marzo el récord en este tipo de deuda, de $2,711 millones, el 7.7% del Producto Interno Bruto (PIB). $1,456.1 millones correspondían a LETES. ABANSA (que aglutina a la banca local) planteó una reestructuración, para ampliar los plazos de vencimiento y darle un poco de oxígeno al Gobierno.
En ese marco, entre 2023 y 2024, el Ministerio de Hacienda llevó a cabo un plan de reestructuración de la deuda de corto plazo. El plan era canjear $1,500 millones en estos títulos que fueron adquiridos por los bancos por instrumentos a plazos de 2,3,5 y 7 años.
Uno de los motivos por los que se llegó al caótico escenario de septiembre de 2023 y ese récord de la deuda de corto plazo, fue que desde el Gobierno de Nayib Bukele se desviaron fondos que venían para pagar esos compromisos. El caso más emblemático es el del dinero desviado para financiar la apuesta por el Bitcoin en El Salvador.
El Gobierno de El Salvador realizó, el 21 de septiembre de 2020, la emisión de Certificados del Tesoro por un monto $645.8 millones en el mercado de valores nacional, a una tasa del 7% fija, a un plazo de 360 días, con el objetivo de proveer los fondos necesarios para el funcionamiento del Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (FIREMPRESA), que iba a ser usado para llevar ese dinero a medianas y pequeñas empresas afectadas por la pandemia.
La idea es que fuera un "préstamo puente", que se cancelara cuando el Gobierno consiguiera un financiamiento con mejores condiciones. Este llegó a mediados de 2021 de la mano del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El préstamo del BCIE le fue otorgado a El Salvador con una tasa del 2.6 % de interés, es decir, menos de la mitad que los CETES emitidos en septiembre de 2020. Se le entregó con un plazo de 20 años, con un periodo de gracia de 5 años: el Gobierno no tendría que abonar nada al organismo durante ese tiempo. Así, la administración de Nayib Bukele podría cancelar el préstamo de los CETES, que debía pagar solo 360 días después de la emisión, es decir, el 21 de septiembre de 2021.
Pero, ¿usó el gobierno todos estos fondos para este destino? La respuesta es no, pues un tercio, $200 millones, fueron desviados para la financiación de la adopción de Bitcoin en El Salvador. Estos constituyen un alto porcentaje del dinero del préstamo del BCIE usado para "obligaciones generales del Estado": $425 millones.
Prioridad del FMI
"El gobierno debe ir pagando la deuda que tiene con los bancos con los recursos que le facilitará el Fondo. Eso aumentará las reservas de liquidez de estos y, por lo tanto, las reservas internacionales del país", ilustra Lemus.
Las reservas internacionales son los recursos con los que cuenta un Estado para hacerle frente a cualquier emergencia, para la que necesitará contar con fondos de manera inmediata para solventarla y confieren un margen de maniobra para los países.
A diferencia del resto de Centroamérica, debido al abuso de la deuda de corto plazo, El Salvador no ha sido capaz de recuperar el nivel previo a la pandemia de COVID 19 (diciembre de 2019), cuando eran de $3,936.49 millones. Marzo de 2025 es el mes en el que más se han acercado a esta cifra, con $3,766.98 millones.
Buena parte del financiamiento del FMI se destinará para robustecerlas. La previsión es que las reservas lleguen a los $4,400 millones este año.

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