Los fletes marítimos, terrestres y aéreos han aumentado sus precios considerablemente lo que pone en riesgo el suministro de materia prima e incluso el cierre de empresas exportadoras, aseguran expertos.
Actualmente un flete de China hacia El Salvador cuesta $20,000, lo que significa un incremento del 500 % , respecto a inicios del 2020, antes de la pandemia, cuando su precio rondaba entre los $3,000 y $4,500, según los datos que registra la Asociación Salvadoreña de Agentes de Carga, ASAC.
“Nuestro sector se encuentra preocupado por los incrementos en los fletes marítimos en todas las rutas comerciales. Aunque esta tendencia inició en las rutas desde Asia, ahora ha afectado todas las rutas marítimas, lo que ha impactado el suministro de mercancías y materias primas creando una presión inflacionaria importante en nuestro país y en todo el mundo”, manifestó Javier Ayala, presidente de ASAC.
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Según los registros de la Asociación, los mayores incrementos se han dado en los fletes marítimos.
Ayala señala que debido a esto “habrá inflación pues muchas materias primas y productos terminados sufrirán incrementos.
Luego hay ciertos productos que ya no es rentable importarlos desde orígenes lejanos y es mejor comprar a proveedores mas cercanos”, explicó.
Respecto a los fletes terrestres, estos han tenido un incremento del 20 % por el alza de los precios de combustibles y los fletes aéreos han subido muy poco por la presión de los fletes marítimos y porque muchas cargas se mueven con aviones de pasajeros, además de que muchas aerolíneas habían dejado de volar o reducido sus rutas.
En la medida que se ha ido retomando la normalidad, los fletes aéreos han ido bajando su precio de nuevo.
Mauricio Flores, CEO de 660 Shipping, una empresa que se dedica a logística de transporte, importación y exportación, dijo que ya están teniendo problemas de producción, porque muchas materias primas para elaborar textiles, calzado, material electrónico y aluminio no viene a tiempo.
“Y entonces, ¿qué es lo que pasa?, que muchos empresarios cuando la materia prima no viene, no pueden producir y entran en impago con las navieras y con los agentes de carga, que son los intermediarios y si no le paga a la naviera, esta no le libera el contenedor y aparte del flete, también tiene que pagar $150 + IVA diarios de penalidad por recarga por demora de contenedor después de los días que le da la naviera para descargar”, explicó Flores.
Flores asegura, además, que muchos de sus clientes dejaron de importar desde Estados Unidos o Europa porque de pagar $3,000 de flete, más el costo del producto, ahora deben pagar $13,000 y si el contenedor no viene pagado hasta la bodega, tiene que hacer otro pago de transporte terrestre desde el puerto hasta su bodega.
“El financiamiento de estos fletes se vuelve difícil para nuestro sector ya que las empresas requieren mayor capital de trabajo para poder operar con los mismos márgenes que antes”, remarcó el presidente de ASAC.
Cartón y plástico podrían enfrentar escasez de insumos
Al respecto, Jorge Arriaza, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) dijo que este año los incrementos de precios se han percibido a nivel general en fletes y materias primas, por lo que las empresas deben ver de dónde pueden reducir costos para sortear esa alza.
Para Arriaza las empresas también deben prepararse de cara al alza para pedir mayor inventario y de esa manera evitar una posible escasez de productos, sobre todo aquellos que son de primera necesidad.
“O pueden esperar a que baje el precio de los fletes para abastecerse, pero como se observa la tendencia no parece que eso vaya a pasar”, detalló.
Sectores como la industria textil y confección hacen sus contratos con bastante tiempo de antelación y eso podría evitar que enfrenten escasez de materias primas, pero otros como el plástico y el cartón podrían enfrentar falta de insumos.
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Según Arriaza, los sectores de alimentos y bebidas son de los que no podrían estar en riesgo de falta de insumos porque se abastecen en el mercado regional y eso permite un mayor flujo de productos.
¿A qué se debe el incremento en los precios de los fletes?
En marzo, cuando comenzó la pandemia y se prohibió el traslado de productos que no eran primordiales, muchos contenedores quedaron varados, lo que significó grandes pérdidas para las empresas importadoras/exportadoras, no solo porque no podrían producir, sino por los $150 diarios más IVA que tuvieron que pagar a las navieras por dos o tres meses.
“Y las navieras en ningún momento negociaron con ningún cliente, sino que solo dijeron: “bueno si no nos paga, vamos a subastar su producto”.
Otro costo que se suma, es que si el agente de carga quiere asegurar el espacio en el barco debe pagar $1,000 para reservarlo y más si son desde los puertos base ubicados en Asia que van hacia América Latina.
“Reservar espacios en un barco es difícil, se tarda meses en lograr una reserva y el cliente paga por eso, y uno se pregunta: ¿por qué si el precio del petróleo había bajado?, pero es el fenómeno denominado “Blank Sailing” en donde algunos puertos están siendo cerrados y muchos contenedores quedan varados, guardados, y esos ya no pueden regresar a sus puertos bases y al no haber existencia de contenedores vacíos para mover carga, eso incrementa los precios. Esto genera también que escaseen las materias primas y mucha que utilizamos viene de China”, explicó Flores.