Además de las 115,000 toneladas de maíz blanco que se espera que entren al país antes del 31 de diciembre, el MAG también se encuentra gestionando la compra de 180,000 toneladas métricas de maíz amarillo, de las cuales 144,000 están destinadas para la alimentación de distintos animales de corral o de ganado y 36,000 serán destinadas para el consumo humano.
Con respecto a esto, el representante de la Mesa Agropecuaria, Mateo Rendón, sostiene que si bien es cierto, en el país no se produce este tipo de maíz y, por lo tanto, no hay productores de este rubro que se verán afectados, sí representarán una afectación para los agricultores de otros granos que sirven para los mismos fines como lo son el sorgo y el maicillo.
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“Este maíz amarillo viene a sustituir nuestros productos”, lamenta Rendón, quien además agrega que este producto sustituto del nacional ha provocado que haya disminuido hasta un 60% la producción de sorgo y maicillo en el país.
Esta afectación, según Rendón, afecta directamente a este sector y subraya: “aparte de otros problemas sociales, las importaciones también deprimen la economía de los agricultores”, por lo que, en nombre de la asociación, “pedimos que nos compren a nosotros”, afirman.
Esta sustitución de los granos para la alimentación del ganado y las aves de corral se suma a otra de las preocupaciones que tiene el sector, como lo es el aumento en el precio de los distintos insumos que se utilizan en la siembra de distintos granos como el maíz.
Según Rendón, entre junio y julio han experimentado un alza en el costo de algunos productos como la Fórmula 15-15-15 que ha pasado de valer $50 a $70, algo que representaría un aumento de más del 30% con respecto a los precios de la primera mitad del año.
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Esta alza de precio ha causado que la producción de maíz sea más cara con respecto al precio en que se logra vender en el mercado, lo que representa pérdidas fuertes para el sector.
Por ello, el titular de la Mesa apunta que el gobierno debería comprar todo este tipo de producto agrícola a los productores locales, por lo que señala que en el país existe una bolsa agropecuaria que está lista para comerciar y que tienen la capacidad de suministrar los granos necesarios, y en caso de que estos granos se acaben entonces recurrir a las importaciones.
Otro de los puntos que cuestionan es el de la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal en el país, pues según Rendón este criptoactivo “no nos beneficiará en nada”, concluye.