La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) reconoció este martes por la noche a la empresa Termoencogibles, con el prestigioso galardón de la Palma de Oro, debido a su trayectoria y por los aportes al desarrollo del país durante sus casi 50 años de operaciones.
El reconocimiento fue entregado por el presidente de la Camarasal, Javier Steiner a los fundadores de la empresa, los hermanos Hugo y Arturo Tona, en compañía de sus hijos, durante la ceremonia de entrega de la XL edición del reconocimiento.
La Palma de Oro es el máximo reconocimiento honorífico que la principal gremial empresarial salvadoreña otorga a las personas naturales o jurídicas que han dejado una huella imborrable en el desarrollo económico, social y cultural de El Salvador.
Durante su discurso, Steiner, destacó: “el gran aporte que nuestro galardonado de esta noche ha hecho al país no se limita a logros empresariales, sino que incluye la creación de un modelo de negocios amigable con el medio ambiente, acciones de responsabilidad social empresarial y una constante preocupación por el crecimiento personal de sus colaboradores”.
Rodrigo Tona, gerente general de Termoencogibles, al recibir el galardón afirmó que su familia y empleados se sentían muy honrados de que les hubieran tomado en cuenta para este premio.
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En su discurso el rector de la escuela de negocios, Ricardo Poma, dijo sentirse orgulloso de que una de sus exalumnas se postule como candidata a la vicepresidencia del país.
“Esta es una trayectoria empresarial de 48 años que ha sido construida por muchas personas. Nosotros nos hemos tratado de distinguir siempre en dos cosas fundamentales: uno, es cómo nosotros vemos el talento humano y tratar de desarrollar su máximo potencial y luego nuestra filosofía de mejora continua. Con estas dos características uno puede innovar alrededor de todas las áreas que tiene el mundo del empaque flexible”, precisó el ejecutivo empresarial.
De la empresa galardonada
Termoencogibles se dedica a la fabricación de empaques y bolsas plásticas y fue fundada en 1970. Actualmente la empresa genera más de 2,000 empleos y exporta sus productos a empresas a nivel mundial; además posee plantas de producción en República Dominicana y Vietnam.
Una de sus políticas principales de Responsabilidad Social Empresarial busca minimizar la huella ambiental, lo cual les permite lograr reciclar hasta 14 mil toneladas de materiales al año.
Riesgos de ser empresario en El Salvador
Por su parte, Javier Steiner señaló que cualquier empresario es, en nuestro tiempo, uno de los ciudadanos más incomprendidos, pues se le reclaman cosas que no tiene obligación de ofrecer, y los esfuerzos que sí hace suelen ser considerados como resultado del egoísmo. “Por si fuera poco, al empresario también puede tocarle en suerte vivir en un país cuyo gobierno crea que atacar la iniciativa privada le otorga réditos políticos. Este tipo de funcionarios suele anunciar a los cuatro vientos que los empresarios no pagan impuestos, pero curiosamente cada año anuncia que la recaudación ha aumentado”, dijo.
Agregó que “una sociedad que no valora a su sector empresarial es una sociedad que cierra posibilidades para su desarrollo, y que tiende a la ruina moral y material”.
Si la empresa privada se fuera del país, apuntó, dejarían de generarse más de $24 mil millones en producción de bienes y servicios, más de 660 mil personas no tendrían empleo y se perderían más de $3,500 millones en inversiones al año.
Según el Ministerio del Medio Ambiente, en la zona oriental del país que es la más afectada, no lloverá al menos por seis días más.
Además de irse el empresariado más de $5,600 millones en exportaciones dejarían de ingresar en el país cada año, el gobierno dejaría de percibir más de $4,400 millones en impuestos y las comunidades dejarían de percibir $633 millones en acciones de responsabilidad social empresarial.
“Y, óigase bien: Los partidos políticos, los funcionarios y los empleados públicos perderían eventualmente su trabajo, pues los gobiernos que han tratado de sostenerse sin alimentar la economía a través de la libre iniciativa, han terminado quedándose sin impuestos, sin estabilidad económica y sin capacidad de reaccionar ante las consecuentes crisis”.
Por esta razón, los sistemas y gobiernos que persiguen a los empresarios y que quisieran que en el país no hubiera empresas o que hubiera menos, atentan contra la existencia misma de la nación, recalcó Steiner