Jóvenes emprendedores reactivan negocio de mercado y jardinería por medio de beca

Una compatriota beneficiaria del programa cuenta su experiencia, los retos y expectativas de la beca. La nueva convocatoria cierra el 25 de febrero

descripción de la imagen
La pasión por la jardinería de Sharon Adriana Argueta es el combustible para impulsar su emprendimimento. Foto EDH / Cortesía

Por Susana Joma servicios@eldiariodehoy.com

2021-02-10 9:01:47

Para Sharon Adriana Argueta Marenco, reactivar el negocio de productos de jardinería que tenía su padre ha significado un doble reto, que pasa por empezar de cero y luchar contra los estereotipos, en un sector considerado campo de hombres.

Argueta Marenco, de 27 años, lidera junto con su hermana Katherine Amanda y su madre a Bokashi, un proyecto familiar con el que buscan fomentar el uso de sustratos y pesticidas orgánicos, y también ofrecen decoración de casas, entre otros servicios.

La joven comenta que, tras el fallecimiento de su padre ocurrido en agosto 2017, pusieron manos a la obra para desarrollar estos productos, con la idea de mostrar que hay otras alternativas no contaminantes para mantener bonitos los jardines, y de paso introducir educación ambiental.

“El principal reto que enfrentamos al inicio, todavía un poco, es que como mujer nos abran las puertas, o que nos tomen en serio. El machismo es algo que enfrentamos así de golpe, porque trabajamos bastante con proveedores de la zona de Guazapa y Aguilares”, recuerda.

Según explica, igualmente difícil fue conseguir personas que quisieran trabajar bajo la guía de mujeres, sobre todo en esos municipios afectados por la violencia; a lo que suma la falta de acceso al crédito que enfrentan los microempresarios del sector en que ellas se desempeñan.

“Nosotros hemos trabajado sin préstamos, todo lo que hemos construido lo hemos hecho con ahorro, porque lograr que un banco nos preste como una base para poder invertir, hasta la fecha todavía es bien difícil”, afirma Sharon.

Explica que tanto ella como su hermana se han turnado para contar con trabajos regulares que les generen ingresos para vivir y ahorrar, para luego invertir poco a poco en Bokashi.

Pese a todas esas dificultades, sostiene que están en constante lucha porque el negocio siga creciendo, algo que ni su padre se hubiera imaginado que pasaría en manos de ellas.

Argueta Marenco, quien es ingeniera industrial graduada de la Universidad Albert Einstein, de esta capital, afirma que con la idea de tener más capacidades para manejar el negocio, aplicó en 2019 a la Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI, por sus siglas en inglés), programa de becas impulsado por la Embajada de Estados Unidos.

Oportunidad de formarse

La Agregada Cultural de esa sede diplomática en El Salvador, Robyn Remeika, informó que YLAI para este año ya lanzó su convocatoria de becas dirigidas a jóvenes emprendedores como Sharon Adriana.

Sostuvo que los interesados deben enviar su solicitud antes del 25 de febrero, lo cual debe hacerse en línea en el sitio ylai.irex.org.

Remeika señaló que el propósito de la solicitud es recopilar datos y comprender mejor las calificaciones del solicitante de la beca, de ahí que las preguntas se orientan a capturar los antecedentes profesionales, la experiencia con su propio negocio o empresa social; y el dominio del inglés, entre otra información.

YLAI es el principal programa estadounidense de intercambio dirigido a este sector de la población que, al igual que Sharon Adriana, quiere hacer crecer sus proyectos.

Según detalló la funcionaria estadounidense, este espacio de formación fue establecido en 2015 y proporciona hasta 280 becas cada año, las cuales permiten a participantes procedentes de América Latina y El Caribe, de origen hispano, desarrollar empresas conjuntas, así como iniciativas para emprendimientos sociales.

“En muchos países de la región, el 70 % de la población tiene menos de 35 años. Sin embargo, muchos en esta gran generación tienen acceso limitado a empleos, capital u oportunidades educativas avanzadas, y enfrentan la atracción continua a alternativas ilícitas”, precisó.

La agregada cultural opinó que los activistas jóvenes y los propietarios de negocios, incluyendo los emprendedores sociales, pueden desempeñar un papel fundamental para mejorar sus países, incluso en colaboración con los gobiernos, para lo cual requieren disponer de otras herramientas y conexiones, mismas que pueden lograr durante su participación en el programa.

Sharon Adriana sostiene que en su caso ya estableció tres conexiones de negocios, una con un emprendedor venezolano con el que tratan de ver cómo distribuyen su producto en El Salvador, porque está relacionado con agronomía; y lo mismo ocurre con uno de Colombia y otro de Honduras.

La compatriota, una de las once becarias que atienden en este momento, subraya que también buscan aprender más tanto de los mentores que les asigna el programa de becas, así como de una persona que trabaja en una compañía norteamericana.

“Uno de los principales retos que tenemos (en Bokashi) es querer organizar bien un programa social, porque al menos yo nunca he tenido experiencia (en eso), solo es como la visión que tenemos; lo hemos empezado a hacer pero no es algo bien estructurado”, comentó la joven.

“Hasta el 2019, son alrededor 1,120 jóvenes a nivel de Latinoamérica que han participado en el programa, de los cuales 35 son salvadoreños”, comentó por su parte la agregada cultural.

ADEMÁS:  Más de 1,500 emprendedores promoverán productos en línea

Cada becario representa una inversión de $18,000.

Consultada sobre cuál podría ser una de las experiencias más gratificantes que pueden tener los beneficiarios de este programa, Robyn Remeika aseguró que es precisamente el que aprenden haciendo en empresa con rubros similares a los de ellos, formar relaciones de trabajo que le ayuden al crecimiento de su emprendimiento, ampliar su visión y sus habilidades; además, el poder participar en un foro de cierre en Washington DC.

La funcionaria estadounidense reconoció que la pandemia obligó a dilatar el inicio del programa ante la incertidumbre, y tuvieron que moverse a una versión en línea. Sin embargo, espera que las condiciones permitan que ya en junio se puedan hacer las visitas presenciales a Estados Unidos.

Sharon expresa que de su participación en el programa espera salir con el conocimiento y experiencia necesaria para manejar inventarios para exportar, ampliar la empresa, dar más oportunidades de empleo a otros jóvenes en situación de riesgo y sobre todo estar más fortalecida en cuanto a liderazgo.

ADEMÁS: “Veo el horizonte positivo, pero despacio”: emprendedor de la colonia San Luis

Programa de amplio alcance

Según datos de la Agregada Cultural de la Embajada de Estados Unidos, YLAI está activo en 37 países, entre ellos Antigua y Barbuda, Brazil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Curacao, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Haití, México y Nicaragua, entre otros, de acuerdo con la información de esta dependencia de la misión diplomática norteamericana.

 

Boris Blanco es ingeniero industrial y creador de Family Mart. Foto EDH/ Cortesía

Boris Blanco: “Ser emprendedor ayuda a aprender de los fracasos y crecer como persona”

Cuando Boris José Blanco Paz tenía 29 años y fue cesado de su empleo, la preocupación por su recién formada familia catapultó su sueño de tener un negocio. Hoy a los 35 lucha con Family Mart, un pequeño negocio que le permite incluso dar empleo a otros.

Al compartir su experiencia como emprendedor, Blanco Paz, quien es ingeniero industrial graduado de la Universidad Centroamericana (UCA), deja claro que ha sido un camino duro, marcado por aprender del ensayo y error.

Con su microempresa comercializa en modalidad delivery diversas frutas, verduras, huevos, carnes, mariscos, lácteos; todo fresco, proveniente de agricultores salvadoreños. También artículos de alacena, como enlatados, así como desinfectantes.

Todos esos productos que vienen de distintos puntos del país, previo a ser enviados a los clientes, son sometidos a limpieza y selección. Este proceso se cumple en una planta que con esfuerzo ha logrado alquilar y que certificó con el Ministerio de Salud.

Blanco Paz externa que en 2016, cuando lo quitaron de su empleo, junto con un amigo mexicano abrió un negocio similar al que tiene, pero entonces iniciaron importando los vegetales desde aquella nación.

Asegura que, pese a muchos tropiezos, ese proyecto logró evolucionar al punto que dejaron de importar y en su lugar compraban a productores locales. Estos eran despachados a diversos clientes de restaurantes. Sin embargo, la sociedad terminó entre finales de 2019 e inicios del 2020, debido a que la pandemia les hizo perder clientes y también por diferencias de visión.

Aunque comenta que haber tenido una empresa en sociedad le dejó un sabor amargo, eso no lo detuvo: “Entonces fue donde abrí mi empresa (Family Mart) en 2020, justo en marzo, en plena pandemia”.

El joven emprendedor, quien tiene una maestría en Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de Madrid, expone que fue ahí cuando el reto de sostener un hogar con tres hijos, así como el hecho de que mantuvo contacto con los productores locales, le llevó a entrar en esta nueva experiencia de emprendedor, en la que inició proveyendo a su mamá, su hermana y luego a vecinos.

“No lo veo como un supermercado en línea, sino más como un mercadito familiar en línea”, comenta.

Para este compatriota el concepto familia tiene un gran valor, porque según define es el lugar donde la persona se refugia, está en paz, se siente alegre y eso es algo que quiere reflejar en su negocio, que lo vean como algo que da confianza, que el cliente recibirá el producto que quiere y de buena calidad.

Boris sigue buscando llevar su negocio a otro nivel. Es así como le apostó y ganó un cupo en el Programa de Becas de la Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI, por sus siglas en inglés), por medio del cual durante tres meses (enero – abril 2021), de forma virtual, recibirá formación en liderazgo empresarial.

El YLAI es un esfuerzo patrocinado por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del departamento de Estado de EE. UU., dirigido precisamente a jóvenes emprendedores.

“Dentro de todo (ser emprendedor) es una experiencia muy bonita, porque le ayuda a uno a crecer como persona. Siento que soy totalmente diferente a quien era en 2016 y valoro mucho más el trabajo, el tiempo: me ha dado la oportunidad de conocer mucha gente, muy buena, dar oportunidad de trabajar porque empleamos a cuatro personas”, reflexiona.

Family Mart trabaja con más de 20 productores desde Chalatenango, la zona costera, Juayúa y San Miguel.

El microempresario, cuya jornada empieza a las 6:00 a.m. y se suele extender hasta las 3:00 o 4:00 p.m., asegura que al ser emprendedor ha aprendido de sus fracasos, ha desarrollado resiliencia, a sobreponerse; todo de la mano de su esposa, quien al llegar de trabajar le apoya con asesoría.

“Siento gran satisfacción de saber que no solo estoy contribuyendo para mi economía familiar, sino que al país, a través de generar oportunidades de trabajo para personas; sobre todo saber que si uno le pone corazón a lo que uno cree las cosas se van volviendo realidad por medio del trabajo fuerte, honrado y con objetivos”, subraya.

Blanco Paz precisa que como parte de la beca YLAI está trabajando, en forma virtual, con un mentor que sabe mucho de estrategia y de finanzas, lo cual le ayuda a ver si los resultados de su empresa realmente van por el camino que se ha trazado, pero también cómo lograr resultados diferentes.

“En marzo trabajaré un mes con una empresa basada en Portland, Oregón, Estados Unidos, que se dedica exactamente a lo mismo que yo quiero hacer aquí. Va ser una pasantía que me permitirá aprender de ellos, darles mis conocimientos, ellos también van a aprender de eso”, comenta.

Boris, quien es bilingüe y tiene dominio básico del francés, externó que cuando aplicó a la beca hizo ver que su dificultad más grande era el mercadeo y ventas. Considera que el YLAI le ha ido dando herramientas para hacer cambios y mejorar en esas áreas, y sigue firme en busca de hacer crecer su negocio.