“Veo el horizonte positivo, pero despacio”: emprendedor de la colonia San Luis

Pequeños comerciantes afectados por la pandemia presentaron sus productos durante iniciativa que busca darles un reimpulso.

La segunda edición de este año de Pata de Chucho se llevó a cabo este fin de semana en el parque San José de la colonia San Luis, en Salvador, y reunió a diferentes emprendimientos como productos artesanales, pizza, bebidas, artes plásticas, venta de plantas.

Por Moisés Rivera

2020-12-06 5:24:49

Un grupo de emprendedores de las colonias San Luis, Centroamérica y Miramonte tratan de recuperarse de los impactos económicos que aún resienten por la pasada cuarentena a causa de la pandemia de COVID-19. Para estos comerciantes emergentes salir a flote sigue siendo difícil, pese a la reapertura económica que se ha tenido desde agosto.

Con eso en mente, se realizó el Mercadito “Pata de Chucho”, una iniciativa que se desarrolla entre los meses de noviembre y febrero desde hace siete, pero que en este 2020 ha tenido un valor particular de apoyar todavía más a los pequeños negocios que han sido afectados por la pandemia.

La segunda edición de este año de Pata de Chucho se llevó a cabo este fin de semana en el parque San José de la colonia San Luis, en Salvador, y reunió a diferentes emprendimientos como productos artesanales, pizza, bebidas, artes plásticas, venta de plantas, ropa de segunda mano, bisutería y hasta de discos compactos y vinilos y cassettes para coleccionistas, entre otros.

La diversidad de productos está garantizada en el mercadito realizado en el parque San José, en la colonia San Luis. Foto EDH / Moisés Rivera.

“Se trata de un tiangue de varios negocios con variedad de productos, el objetivo es generar alternativas para emprendedores de la zona”, dice uno de los coordinadores, Alexander Rivas.

Entre los comerciantes asistentes está Guillermo Velásquez, propietario de “Changos Pizza”, un emprendimiento familiar impactado por las restricciones de la pasada cuarentena.

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Cuando las ventas disminuyeron, los Velásquez tuvieron que dejar el local que estaban alquilando y establecieron su negocio en casa. Allí tuvieron que diversificar sus productos: de solo vender pizza y sus acompañantes comenzaron a producir y vender pan francés, baguette, bagel, galletas.

“Fue difícil encontrar salidas para generar ingresos para pagar la casa, mantener el negocio y todos los demás gastos familiares. Es complicado mezclar el entorno de la casa con el del trabajo”, dice Velásquez.

En otro stand de venta de quesadillas, alfajores y brownies, Evelyn Amaya, creadora de Sweet Tentation, afirma que tras la paralización del trabajo de su esposo ella decidió reactivar su pequeño emprendimiento para aportar ingresos extras para el hogar.

“Me parece fantástica la iniciativa (del Mercadito) pues ayuda a los emprendedores a darnos a conocer”, añade esta madre visionaria.

Este día no estuvo tan concurrido como en ediciones anteriores. De unos 40 comerciantes que participaron a inicios de este año, en esta ocasión solo hubo 25, además las visitas han sido menores. “Es comprensible”, dice Rivas al considerar que todavía hay temor ante la pandemia, pero aclaró que en el Mercadito se procura cumplir con todas las medidas sanitarias para evitar algún contagio de COVID-19.

Para los amantes de la naturaleza, emprendedores tienen diversos elementos decorativos. Foto EDH / Moisés Rivera.

Pese a este escenario, los comerciantes aprovechan el espacio como una vitrina para proyectarse hacia una esperada mejora en la economía de sus negocios.

“El espacio es súper importante y hay que procurar que haya más espacios para los emprendedores”, dice Claudia Iraheta, quien durante la cuarentena puso a producir su hobbie y fundó Creaciones Iragon, un negocio de venta de cactus y plantas miniaturas.

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“Creo que la economía va a despegar, todavía no ha alcanzado una dinámica favorable para todos los emprendedores, pero en algún momento tenemos que salir de esta situación. Veo el horizonte positivo, pero despacio”, dice Velásquez. “Uno tiene que pensar de forma positiva, llenarse de fuerza y salir adelante en cada situación. Esperamos en Dios que esto pueda mejorar”, agrega Amaya.

Y con ese optimismo, estos emprendedores ya se preparan para la próxima edición de Pata de Chucho que se desarrollará este 19 de diciembre, de 11 de mañana hasta las 5 de la tarde. “Asistamos y generemos consumo local”, invita finalmente Rivas.