El Salvador aún está pendiente de recuperar 24,000 empleos y 700 empresas que cerraron en 2020 desde que comenzó la pandemia del COVID-19, dijo la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) en un análisis de la situación económica del país que presentó durante la entrevista Frente a Frente en el que destacó algunos aspectos positivos al respecto, pero también reiteró su preocupación por el alto endeudamiento en que ha caído esta nación, así como el futuro incierto que se ventila a raíz de algunas decisiones políticas.
"Todavía nos hace falta recuperar 24,000 empleos de los 70,000 que se perdieron, pero las empresas en medio de las dificultades que han habido este año han recuperado 47,000. De la misma manera se perdieron 1,700 empresas que entraron en dificultades en la pandemia. A mayo del año pasado, esas 1,700 empresas habían cerrado, estaban quebradas, habían dejado de operar, y ahora 1,000 de ellas están de nuevo en actividad", expuso Waldo Jiménez, gerente económico de la ANEP.
Según el estudio, la economía del país ha registrado mejoría en los últimos meses desde que comenzó la pandemia impulsada por las remesas, que han aumentado históricamente entre un 30% y 40%, así como por las exportaciones.
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"Como consecuencia de ambos factores, resulta que el fisco está recaudando más impuestos, tantos impuestos como los que se habían incluido en el presupuesto 2021 y que en su momento cuando analizamos el presupuesto hace 10 meses nos parecía unas tasas de crecimiento de impuestos inalcanzables", dijo Jiménez.
Una de las razones del buen desempeño de las remesas en el país se relaciona al bono que está otorgando el Gobierno de Estados Unidos por desempleo. En siete meses han ingresado a El Salvador $1,200 millones, detalló el representante de la ANEP, por lo que se prevé el panorama que está inyectando este beneficio que llega desde la nación del norte podría cambiar cuando culmine la entrega de ese subsidio por parte de la administración de Joe Biden.
Otros sectores que también están aportando a la economía salvadoreña son el de la construcción y comercio.
"Lo que hemos encontrado es que los impuestos que pagan las familias y las empresas están creciendo, lo cual es razonable si hay un buen desempeño de los sectores comercio y construcción, combinados los impuestos para dos años el crecimiento es de 17%. De los impuestos está creciendo principalmente es el IVA 28%, pero también el impuesto sobre la renta ha crecido un 11%. Esperamos que se cumpla la recaudación que se había pronosticado que está incluido en el presupuesto de la nación, de tal forma que por este lado no habrá falta de financiamiento, porque las empresas y las familias están haciendo su aporte al fisco para que el gobierno haga su trabajo", manifestó Jiménez.
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Pese a que la ANEP considera que el país va buen camino en la recuperación económica perdida por la pandemia, la directora ejecutiva de la cúpula empresarial, Leonor Selva, señaló que no todos los sectores económicos están percibiendo un crecimiento, entre estos el de agricultura.
Además, apuntan a un futuro incierto en torno a los inversionistas extranjeros que están pendientes de las decisiones que están tomando las autoridades del país, panorama que se ha venido reflejando desde el 1 de mayo, con la toma de posesión de la nueva Asamblea Legislativa liderada por el oficialismo.
"La mayoría de cifras empiezan a mostrar señales de prudencia a partir de abril y mayo, que sería cuando se comienzan a tomar una serie de decisiones inconsultas en el país; y eso también se nota en los mercados extranjeros", indicó Selva.
Los representantes de la ANEP también mostraron preocupación por el nivel de endeudamiento que ha adquirido El Salvador y que esto podría provocar el análisis de nuevos impuestos.
"Influye negativamente en la economía que hoy debemos muchísimo más... En dos años de este gobierno hemos tomado deuda por más de $2,000 millones. Está más que duplicado el nivel de deuda. Desde mayo, se ha anunciado que se va a contratar deuda, incluyendo varios fideicomisos, por orden de los $4,500 millones, que nos llevaría que la deuda PIB pase del 92 al 110%", advirtió Jiménez.
"Los gobiernos no empiezan de cero, uno de los compromisos de cada gobierno es saber que ya vienen chineando una deuda impresionante, pero siguen endeudándose para que la papa caliente le caiga a otro gobierno, pero la termina pagando el pueblo... Nos estamos endeudando a niveles que tan pronto como el 2022 pueden ser impagables. ¿Cómo nos van a ser a los salvadoreños pagar esa deuda? Muy probablemente van a comenzar discusiones sobre nuevos impuestos, por no querer hacer una gestión más responsable", añadió Selva.
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