Desde el inicio de la pandemia y con la crisis alimentaria que enfrentó el país, sobre todo en los meses de la cuarentena, la organización Wasted Food propuso acciones para tratar de reducir los niveles de desperdicio de alimentos en el país.
Actualmente, la organización se dedica a rescatar excedentes de alimentos que son descartados por pequeños negocios, cooperativas o grandes empresas, siempre verificando que todos los productos sean aptos para el consumo humano y se encuentren en buen estado, para luego ser entregados a dormitorios públicos u organizaciones que se encargan de distribuirlos a personas de escasos recursos.
Ninguno de los alimentos rescatados por Wasted Food están en mal estado, recalca Melissa Castro, parte de esta iniciativa, y asegura que siguen protocolos muy estrictos de control de calidad. “El problema del desperdicio de comida es que se bota no porque esté en mal estado, sino por estándares estéticos” dice.
La experiencia diaria, rescatando alimentos, les ha permitido a los colaboradores de la organización determinar que las hortalizas suelen ser las que más se desperdician, esto debido a que los clientes de los negocios dejan de comprar algunas verduras por su forma, por pequeñas manchas o por su tamaño, aspectos que no afectan el valor nutricional de los alimentos, pero que hace que terminen en la basura porque no se venden.
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A través de alianzas, han logrado que diferentes comercios les avisen cuando tienen excedentes y de esta manera llegar a retirarlos. En el momento del rescate, los voluntarios evalúan los productos, fechas de caducidad, olores, temperatura y en el caso de los alimentos envasados, que se encuentren con su empaque intacto. Posteriormente se aseguran que las condiciones para el traslado también sean las adecuadas y que ningún alimento se contamine.
“Nosotros le damos valor a la comida y a las personas. Tenemos el compromiso social para que la gente reciba una alimentación digna y saludable y todo lo que hacemos está basado en esa filosofía”, afirma Melissa Castro y asegura que dan solución a las empresas que deben deshacerse del producto excedente y también a estas organizaciones, albergues o asilos que necesitan insumos para beneficiar a sectores de escasos recursos.
¿Cómo eliminar los desperdicios de alimentos?
Para Inés Vallet, coordinadora del programa Wasted Food El Salvador, su objetivo a largo plazo es erradicar el problema de raíz, a través de talleres y capacitaciones a sus aliados para que dejen de producir excedentes o al menos se reduzcan significativamente y se vea reflejado en sus ganancias.
Otro de sus proyectos es capacitar, sobre todo a los encargados de los asilos y dormitorios comunitarios, con recetas, tips de cocina sostenible, además de procesos de almacenamiento y tratamiento de alimentos para que cada ingrediente sea utilizado al máximo y no se desperdicie.
Para lograr todas las iniciativas, Wasted Food está desarrollando una recolección de fondos, que les permita reunir $3,000 dólares para convertirse en una organización formal, sin fines de lucro y así obtener más apoyo y fondos para beneficiar a más personas.