El sacerdote Walter Vásquez era originario del cantón Las Ventas, el mismo lugar donde el 29 de marzo del año pasado fue asesinado.
Por su cercanía, el padre Walter se movía entre los caseríos El Palón, Las Lajas y San Isidro, lugares que según los residentes se mantenían en una relativa calma, pero luego de la muerte violenta del religioso se incrementaron los homicidios.
De no registrar homicidios, en el último año se han perpetrado al menos un caso cada dos o tres meses, lo que ha creado cierta tensión en los pobladores.