“El padre Walter expresaba la cosas de frente, hablaba con la verdad en su boca, así como lo hacía monseñor Romero. A muchos no les gustaba esa parte de él, era incómodo”, quien habla es un fiel católico que conoció a la perfección al padre Walter Osmir Vásquez Jiménez, quien fue asesinado el 29 de marzo de 2018, en una calle agreste del desolado cantón Las Ventas, en el municipio de Lolotique, en San Miguel.
La razón del porqué mataron al padre Walter es la pregunta que está destrozando a la familia del sacerdote, principalmente a su madre, una anciana que vive atada a una silla de ruedas por varias enfermedades que se le incrementaron después del repudiable asesinato que le arrebató a su hijo, el único que vivía con ella y quien la mantenía económicamente.
Este es un repaso de lo que hizo el sacerdote Walter Osmir Vásquez horas antes de ser asesinado en Lolotique, San Miguel.
A un año de su muerte, el recuerdo del sacerdote está en varias iglesias de Lolotique, su pueblo natal y en la parroquia del municipio de Mercedes Umaña, en Usulután, donde se encontraba destacado como vicario parroquial. En estos días, por el aniversario de la muerte, hay misas, rezos y clamor de justicia en su memoria.
El sábado terminaron los rezos del novenario del padre Walter. En su modesta casa, adornada con un póster de más de dos metros de su fotografía, flores y velas, su familia compartió con los más allegados al sacerdote tamales, café y pan.