Partido Vamos propone que su asignación de deuda política se use en escuelas

Representantes del partido Vamos informaron este viernes que renuncian al financiamiento público (deuda política) que por ley les corresponde por los votos obtenidos en las elecciones legislativas y municipales de 2024; y propone que los fondos se destinen a mejoras de centros escolares.

“Creemos en un futuro donde la política no necesite millones para poder representar a la gente, creemos en una política que se haga con integridad y con austeridad”, dijo.

Indicó que a Vamos le corresponden $322,730 por los votos obtenidos en las elecciones en que participó con candidatos el año pasado, los cuales estarían aún dentro del Fondo General que administra el Ministerio de Hacienda.

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De ahí que proponen que se invierta en mejoras en las siguientes escuelas: Centro Escolar Juana López en San Antonio Abad, Centro Escolar Concha viuda de Escalón, Centro Escolar Benjamín Sol Millet, Complejo Escolar Juan Ramón Jiménez, Complejo Educativo República del Perú; de San Salvador; el Centro Escolar Marcelino García Flamenco y el Centro Escolar Arturo Ambrogi, en La Libertad.

Ortiz dijo que el derecho de la deuda política existe hasta que el partido lo llega a cobrar. “Nosotros no hemos hecho uso de ese derecho y no lo haremos. Queremos que el apoyo que la gente nos ha dado con votos se le devuelva a la gente en servicios públicos de calidad, específicamente en el área educativa”, afirmó.

Cesia Rivas, secretaria general de Vamos, comentó que el partido nació en 2017 y cobró la deuda de 2019 y 2021, sumando un total de $205,000. Pero que en esta ocasión, han decidido trabajar con voluntariado y donaciones ciudadanas para poder continuar con sus actividades.

“Nosotros tenemos una cultura de transparencia, nosotros sí decimos quiénes son nuestros donantes”, expresó.

Sin credenciales

Por otro lado, Rivas reprochó el silencio de parte del colegiado del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a su solicitud de las credenciales de la directiva del partido.

“Solicitamos en agosto del año pasado dos documentos muy necesarios para nosotros y uno de ellos siempre se nos han sido entregado: son la credencial de esta servidora con todo el consejo ejecutivo nacional y segundo, el asiento del partido Vamos. Esos documentos son necesarios para hacer muchos trámites”, dijo Rivas.

Los documentos también se usan para pedir la deuda política, la cual el partido dice que no ha gestionado. “Como Vamos renunciamos a deuda política, pero no obstante, les reclamamos que no nos den respuesta, que no nos entreguen documentos, porque son un ente colegiado que se debe a sus funciones constitucionales y de este Tribunal”, expuso.

Sistemas informáticos sin vigilancia

Wendy Alfaro, directora de parte de Vamos en la Junta de Vigilancia Electoral (JVE), denunció que existe una ausencia de vigilancia en el sistema informático usado en las elecciones de 2024. Indicó que por ley, la JVE debe vigilar el sistema mediante el técnico analista programador para garantizar la transparencia, seguridad y eficiencia en los procesos.

“Convenientemente, desde los anteriores magistrados del TSE no se tuvieron y dilataron esos procesos, se celebraron los comicios y no se tuvo ese técnico informático”, expresó.

Eso implicó la imposibilidad de fiscalizar el software electoral. “No hemos podido tener acceso a verificar las posibles vulnerabilidades o fallos ocurridos en los sistemas informáticos de las pasadas elecciones. Todos fuimos testigos cómo fallaron los sistemas, como se apagaron algunos monitores, cómo los número no cuadraban, cómo se duplicaban los datos en las pasadas elecciones”, expuso.

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Cada partido debe nombrar un técnico, pero no se le ha autorizado el nombramiento del técnico a Vamos, ni se tiene el técnico administrativo de enlace.

Además, externó la preocupación de los despidos masivos en el TSE por parte del nuevo colegiado que asumió en septiembre de 2024. Entre las áreas afectadas estaría la Oficina de Información y Respuesta, la Dirección de Organización Electoral y el área jurídica. No descarta que entre los despidos hubo personal de áreas técnicas, como la Unidad informática.