Turistas ignoran riesgo de contagio y visitan las playas de La Libertad

Los veraneantes aseguran que han tomado la referencia de otros países donde ya es permitido visitar las playas, sin embargo el gobierno central pide no llegar a centros recreativos.

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Por Yessica Hamponera

2020-08-06 8:31:59

Parte del gabinete presidencial brindó una conferencia de prensa en la que se mostró preocupado por la cantidad de personas que salieron de sus casas para visitar playas abiertas al público y ranchos privados en varios puntos del país olvidándose de los casi 20 mil casos confirmados de COVID-19.

“Nos encontramos en una pandemia, no en periodo común. Evitemos ir a lugares donde estemos poniendo en riesgo la vida de nuestras familias. Debemos cortar la cadena de trasmisión de persona a persona y además tomar conciencia de esta enfermedad”, enfatizó el ministro de Salud, Francisco Alabí durante su intervención.

Cuatro horas antes de que el funcionario dijera esas palabras decenas de personas se encontraban frente al mar. Jugar fútbol sobre la playa, comer un cóctel de mariscos o simplemente disfrutar del agua salada bajo el ardiente sol eran tan solo algunas de las actividades que los veraneantes se permitieron en las playas más famosas de La Libertad tras tres meses de confinamiento causado por la pandemia. Los visitantes aseguran que están tomando las medidas sanitarias para evitar el contagio.

Unos de ellos son Cintia del Cid y Samuel Barahona que llegaron a una de las playas de La Libertad para recorrer en su motocicleta la carretera Litoral. Una parada en el malecón del puerto es obligación; y con una minuta de sabores se abren paso sobre las piedras hasta llegar a un lugar solitario de playa a unos metros del muelle.

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Para ellos esta realidad era inimaginable semanas atrás cuando el COVID-19 los postró en una cama. Ahora, ya recuperados, se dieron el regalo de visitar el mar para celebrar.

Algunos comercios ofrecen sus productos a turistas que visitan el litoral salvadoreños. Foto EDH / Yessica Hompanera

Lavarse las manos constantemente, el uso de mascarillas y el distanciamiento es lo más esencial. “No habíamos salido de nuestra casa y venir aquí nos hace sentir libres. Creo que es bueno darse un respiro con la precaución necesaria”, señaló Cintia.

Al entrar por la calle principal frente al centro comercial del malecón se puede observar vehículos pasar en dirección a las playas que se encuentran en el litoral salvadoreño. Se observaba un tráfico fluido que no se comparaba con el embotellamiento que en años anteriores se convertían en dolores de cabeza y una prueba de paciencia para los conductores.

Según cifras del gobierno, hasta la fecha se registran 19, 126 casos confirmados de los cuales 2,415 pertenecen al departamento de La Libertad, ocupando el segundo lugar después de San Salvador.

En las playas era el mismo ambiente. Solitarias con personas separadas con varios metros de distancia. Este ambiente no es ni la sombra de lo que se vivió en la anterior vacación donde los bañistas inundaron todo el lugar. Además del silencio, no existían túmulos de basura que arruinaban el paisaje marino.

En El Majahual, una de los lugares más populares para veranear, parecía un lugar sin descubrir. Lo único que se escuchaba era el sonido de las olas y al fondo los gritos de Katherine, Camila y Steven que viajaron desde San Salvador junto con su familia para distraerse y olvidar las tareas de la escuela.

“Sabemos que la situación está complicada, pero nos comprometimos a buscar un lugar sin personas. Hemos respetado el distanciamiento con otras personas y cuando salgamos del agua nos podremos la mascarilla”, señala María Chicas. Asegura no había salido de su casa durante toda la cuarentena y que, a pesar de tener miedo por contraer el virus, siempre toma todas las medidas sanitarias.

Al otro extremo de El Majahual está la familia de José Medrano que alquiló por unos minutos un caballo llamado “Gringo” para recorrer la playa por $0.50. Es un jinete con mucha experiencia y la vista del mar lo hace sentir aliviado de todo el estrés que pasó durante el confinamiento. Sus parientes ríen y le hacen fotografías para mostrárselas a los que se quedaron en casa.

Pese a las pandemia del COVID-19 algunos salvadoreños visitaron las playas en La Lbertad. Foto EDH / Yessica Hompanera

Este lado del país es conocido por tener las mejores playas para surfear y disfrutar de un ambiente de bares y restaurantes frente al mar.

El Tunco, reconocido por atardeceres y olas perfectas, luce desolada. Ni un surfista a la vista. Solo la familia Carranza que se encuentra sentada sobre un tronco frente a la emblemática roca.

“Ninguno a salido positivo del virus, gracias a Dios. Hemos estado en casa todo lo que podemos y estar frente a la playa, con este calor tan agradable, nos hace sentir libres”, dijo Hamilton Carranza.