Como es tradición, cada agosto se celebran las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo y en este período, tanto el fervor religioso como las diferentes actividades de esparcimiento, han sido protagonistas desde siempre, según detallan los añejados periódicos de antaño. La época ochentera, no fue la excepción.
De acuerdo con archivos de El Diario de Hoy (EDH), pese a la aguda crisis económica que abatía a los salvadoreños en la época, los centros recreativos eran invadidos por cientos de personas.
En este sentido, te compartimos cinco lugares que los salvadoreños visitaban en los 80 para celebrar las fiestas agostinas, que este 2020 debido a la pandemia de COVID-19 se disfrutarán desde casa:
-La Plaza Alegre
La “Plaza Alegre” fue uno de los centros de diversiones en el que los salvadoreños vivieron algunos de los mejores momentos en familia, travesuras y tardes interminables de juegos. Durante las fiestas agostinas era uno de los lugares favoritos para visitar y se convertía en “un mundo de diversión para toda la familia”.
El complejo, que estuvo ubicado en el Paseo General Escalón, donde se encuentra ahora el Centro Comercial El Paseo; en la década de los 80, aglomeraba diversas atracciones mecánicas como carros chocones, máquinas de videojuegos y los distinguidos “primeros toboganes gigantes” del país, en los que pequeños y grandes se deslizaban sobre sacos, para no rasparse.
A la vez, este lugar trajo al país reconocidos videojuegos de la época, como: las Tortugas Ninja, Arcade, Street Fighter 1, Donkey Kong, Star Wars, PacMan, Michael Jackson, Star Trek y Mortal Kombay, por lo que era muy común ver por las tardes a muchos grupos de adolescentes.
-El Rancho Alegre
El “Rancho Alegre” era considerado por muchos capitalinos como el punto de encuentro por excelencia o como el lugar donde conocieron al amor de su vida. Este fue demolido hace más de doce años y fue el anfitrión de la generación de las décadas de los 80 y 90.
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El centro comercial estuvo ubicado donde ahora se encuentra Metrosur y contaba con 6 mil 500 metros cuadrados, en los cuáles había diversas atracciones mecánicas; así como restaurantes, tiendas de recuerdos y más. Anualmente se calculaba que el lugar era visitado por más de tres millones de personas y en las fiestas agostinas las actividades de entretenimiento no faltaban.
-El Teleférico de San Jacinto
Este parque fue inaugurado el 4 de noviembre de 1977 con el nombre de “El reino del pájaro y la nube”, como lo bautizó su fundador Antonio Bonilla, en alusión al poema Ascensión, del escritor salvadoreño Alfredo Espino. El complejo, compuesto por siete manzanas en la parte inferior y 20 manzanas en la parte superior, se convirtió en un símbolo del sano esparcimiento en El Salvador.
Las góndolas, los carros chocones, carruseles, el pulpo, el gusanito, un tren y restaurantes, entre otros, eran parte del entretenimiento que ofrecía el lugar. El ratón Chito Pérez, el conejo y Ala Perica daban la bienvenida a los visitantes.
Para las vacaciones de agosto, el Teleférico de San Jacinto lanzaba su icónica promoción “Agosto a bajo costo”, donde chicos y grandes se deleitaban con grandes espectáculos, diversión y muchas sorpresas.
-Hotel Siesta
Otro de los lugares predilectos para disfrutar el período vacacional de agosto era el Hotel Siesta, ahora Policlínico de Emergencias Pediátricas, el cual era reconocido como uno de los mejores hoteles de la ciudad, caracterizado por la calidad de servicio y tradición, en un ambiente acogedor.
Para la temporada agostina, el hotel ofrecía paquetes vacacionales con un “inolvidable ambiente”. Salvadoreños y extranjeros lo escogían como destino.
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-Don Rúa
Mientras que, el lugar por excelencia de muchos salvadoreños para celebrar las fiestas agostinas era el campo de la feria, que se localizaba en el predio de Don Rúa, en el Centro de Gobierno. En este lugar, el colorido de los dulces, las típicas golosinas y la diversión generada por las ruedas, eran los protagonistas. A la vez, “Play Land Park” traía al país novedosas atracciones mecánicas, para todas las edades.
Sin embargo, en 2015 la tradicional feria de los festejos patronales fue trasladada al predio que se encuentra a un costado del estadio Cuscatlán.
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