La zona metropolitana de San Salvador sufrió una inesperada suspensión del servicio del agua el pasado 6 de abril, y que duró tres días, por reparaciones en daños de la Estación Central del Sistema Zona Norte de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillado (ANDA).
Este sistema abastece gran parte de la capital y otros distritos fuera de ella, como Mejicanos, Ayutuxtepeque, las colonias Miralvalle, Escalón y San Benito; Bulevar de Los Próceres, los alrededores del Estadio Cuscatlán, Santa Tecla, Zaragoza y San José Villanueva.
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Pero para los habitantes de algunos sectores del cantón San Roque en Mejicanos, San Salvador Centro, las deficiencias en el servicio de agua que se presentaron en esta emergencia no tuvieron ningún impacto, porque para los residentes no tener servicio de agua es una situación normal, es su día a día.
Patricia Salazar creció en la colonia Escalante de San Roque. La ciudadana es un ama de casa que aporta con ingresos con su negocio de molino artesanal, en donde los vecinos llegan a procesar maíz para hacer tortillas, pupusas y otros alimentos.
El molino de Salazar es sencillo, solo tiene una máquina a la que ha adaptado dos barriles medianos que funcionan como tanques de agua. Aunque el grifo muestra que el agua cae lento y con fluidez hacia el molino, la realidad es que esa agua no proviene de las tuberías del servicio de ANDA.
La residente comentó, sin dejar de atender a sus clientes, que el servicio irregular que ya tenían desde siempre empezó empeorar desde noviembre del año pasado, aunque ella sigue pagando la factura que le llega puntual todos los meses.

“Desde ese mes hasta la fecha no he visto agua en los chorros de mi casa a ninguna hora del día”, dijo. “Lo reportamos frecuentemente, pero no hemos recibido la atención. A mí, por insistir tanto, ya no me contestan, creo que ya me tienen bloqueada y en las oficinas no nos solucionan nada tampoco”, contó.
Cuando se habla de un "servicio irregular de agua", se está refiriendo a un servicio de suministro de agua que no es constante o no sigue un patrón predecible por factores como: Bajos niveles de presión del agua o una proporción insuficiente para cubrir la necesidad de los usuarios; por lo que las interrupciones son frecuentes, sin aviso previo o sin justificación clara.
En algunos sectores del cantón San Roque el cese del servicio ha sido progresivo a lo largo de 30 años, antes los habitantes recibían agua sólo durante la noche, desde las 10:00 pm hasta las 4:00 am, a comparación de otras colonias de la zona que tienen un servicio fluido todo el día.
Según Patricia, el cese total del servicio se le atribuye a una supuesta fuga que se creó en la colonia Guadalupe. “La fuga se estuvo denunciando durante casi un año y la repararon hace 20 días, pero ahora las personas que les llegaba el agua, ya no”, expresó Salazar quien también comentó que a la gravedad de la falta del servicio se le suma que según rumores tres bombas de agua que abastecen a la zona están arruinadas.

Un servicio irregular
La falta regular de agua es un problema que se encrudece en la zona urbana de San Salvador pese a proyectos de mantenimiento realizadas durante el primer periodo de gestión de Nayib Bukele, en donde según datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2022, el 89.9 % de las viviendas en El Salvador cuentan con servicio de agua por cañería.
Pero según el Censo de Población y Vivienda de 2024 el 33.6 % de las viviendas con acceso a agua por tubería no reciben el servicio diariamente. De este porcentaje, el 13.7 % recibe agua cada dos días, el 8.6 % cada tres días, el 6.7 % una vez a la semana y el 4.6 % de forma esporádica.
Patricia, como parte del porcentaje de esta población, tiene que sumar esfuerzos para poder tener agua potable, además de agua para poder beber.
“Cada bidón que me vienen a vender cuesta $7.50, pero por el negocio que tengo y para poder solventar las necesidades de las cuatro personas que vivimos aquí compró una pipa, que equivale a 50 barriles para 17 días y que cuesta $50, al mismo tiempo estoy pagando el recibo de ANDA que por estar registrado como comercio, es de 22 dólares”, expuso.
Salazar explica que aunque en varias ocasiones los vecinos se organizan para pedir una pipa de agua a ANDA, las pipas no llegan de inmediato o los motoristas dicen que no les darán agua a menos que sea en barriles. Porque los vecinos, debido a que en la zona el servicio de agua se ha vuelto cada vez más irregular, la mayoría ha instalado sus propios tanques de agua o ha construido pilas de gran tamaño.
Walter Tobar vive a unos 50 metros de Patricia en la zona baja de la colonia Guadalupe. Frente a su casa se encuentra la fuga de agua ya reparada que la comunidad estuvo alertando por meses, es visible a primera vista pues aunque está arreglada el trabajo no fue completado.
“Aquí el servicio siempre ha sido irregular, pero ha empeorado desde hace cuatro años, hay días que tenemos agua, de repente nos la quitan sin aviso y no regresa por 3 o 4 días”. Tobar comenta que es complicado porque no solo el servicio es irregular, sino que también es repetitivo que el agua llegue sucia. “Nos hemos visto forzados a comprar más agua embotellada, no sólo para tomar, sino que también para preparar alimentos”, agregó el habitante.
Mejoras que no redujeron las deficiencias del servicio
El 25 de octubre de 2021 el presidente Nayib Bukele junto al ex presidente de ANDA Rubén Alemán, reinauguraron la revitalización de la Planta Potabilizadora de Agua conocida como Las Pavas, ubicada en San Pablo Tacachico, La Libertad.
Las Pavas, ahora conocida como Planta Potabilizadora Torogoz porque la administración de Bukele le cambió el nombre, fue el proyecto más ambicioso de los últimos 30 años del siglo XX en El Salvador que prometía un servicio eficiente a las zonas que conforman el área metropolitana del departamento de San Salvador que en un principio era conformada por San Salvador, Mejicanos, Ayutuxtepeque, Cuscatancingo, Ciudad Delgado, Apopa, Nejapa, Ilopango, San Martín, Tonacatepeque, San Marcos, Soyapango, Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla.

La construcción de la mega obra inició en 1988 en el gobierno de Napoleón Duarte y concluyó en 1993 en el gobierno de Alfredo Cristiani, aunque comenzó a funcionar en 1992.
Este proyecto administrado por ANDA es un ejemplo de cómo la corrupción y el mal uso de fondos afecta a la población salvadoreña. Tras el paso de los años, el proyecto fue deteriorándose, y aunque tuvo dos intervenciones de mejoras, no incidieron en un desarrollo positivo en el servicio que se ofrece a un área metropolitana.
La rehabilitación inaugurada en 2021 incluyó la instalación de 29 nuevos motores y 25 filtros. El proyecto que fue retrasado por anteriores administraciones entre casos de corrupción por robos del presupuesto asignado, mal uso del equipo o dinero que nunca se ejecutó, prometió abastecer agua con buena calidad a 1.5 millones de salvadoreños, además de incrementar la capacidad de la planta de 1.6 metros cúbicos y reducir el consumo de energía eléctrica a un 25 %.
“No solo es un cambio de nombre, es un cambio real” expresó Bukele durante su discurso pronunciado en la inauguración del proyecto, que se logró gracias al financiamiento del gobierno de Francia y del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con un monto de $78 millones.
Gilberto Medrano vive en la zona alta de la colonia Guadalupe, él es otro de los habitantes que constantemente registra la irregularidad del servicio de agua en la zona por medio del call center de ANDA, 915, en redes sociales o yendo en persona a la oficina de ANDA más cercana.
Sin embargo, pese a sus esfuerzos desde hace 10 años, su situación ha pasado de mal a peor. “Solo nos dicen que van a mandar técnicos y no nos dan otra solución”. Medrano comprobó esto haciendo en el momento de la entrevista una llamada al call center de ANDA, en donde le confirmaron que el caso es urgente y que mandarían técnicos lo más pronto posible.

“La administración está rompiendo récord de mal servicio en esta colonia, antes nos dejaban sin agua un mes o 20 días, o solo recibimos agua en horario de 10:00 pm hasta las 3:00 am, pero ahora no tenemos agua desde el 10 de diciembre del año pasado”. Medrano explica que en algunos sectores de la colonia si reciben agua, pero en especial en su zona que es la que está en lo alto, donde habitan alrededor de 60 familias, el servicio dejó de recibirse pese a que pagan los recibos todos los meses.
Esta situación ha significado también sumar gastos, en su caso, ha hecho una adaptación de un tanque, que incluye filtro de agua que cuando lo llena, abastece la pila de su casa, la compra del tanque y la adaptación le resultó un gasto de $200, mientras que mensualmente paga $30 para poder suplir las necesidades de sus dos hijos y su esposa.
El ciudadano comentó que aunque recibió el subsidio dado por el presidente a principios de año lo vio sin relevancia, pues para él de nada le servía que el presidente pagara el recibo de un servicio que no reciben. “Como que si no somos seres humanos, no nos ponen atención, quisiéramos que por lo menos nos dieran el servicio dos veces a la semana”.
Este servicio irregular se extiende en San Roque en el pasaje Santa Julia, en la calle principal y en la colonia El Coco por mencionar algunos sectores. Silvia Martínez de 60 años quien trabaja en un comedor en la calle principal, comentó que es costumbre desvelarse para estar pendiente si el agua cae para poder llenar los recipientes que se puedan.
Martínez confirmó que no siempre ANDA acude cuando la comunidad necesita el servicio de agua y que en ocasiones se vuelve una emergencia porque no siempre los vendedores de pipas de agua atienden también el llamado, por lo que la solidaridad en ocasiones es la clave para los vecinos, quienes se regalan entre ellos cuando no logran comprar.
Pese a las constantes reparaciones que justifican el recorte del servicio, los habitantes de algunos sectores afirman que no han ocurrido mejoras y señalan que incluso hay retrocesos en el servicio.
Bukele ha prometido proyectos de agua que ampliarán el abastecimiento, como la mejora de la planta que abastece de agua a otros sectores de Santa Tecla, la cual afirmó en 2021 que estaba en peores condiciones que Las Pavas. También el gobierno trabaja con la cooperación de la República Popular de China en la Planta Potabilizadora del Lago de Ilopango con el objetivo de reforzar el suministro de agua en la zona sur del Gran San Salvador, beneficiando a más de 250,000 habitantes.
Sin embargo, el acceso a una distribución fluida y de calidad del agua a partir de la ampliación de proyectos de la inversión en infraestructura sigue siendo una deuda. Durante la administración de ANDA por Carlos Perla, se planificó la construcción del Proyecto Río Lempa II, el cual prometía solucionar por 20 años carencia de agua para la capital por un costo de $33 millones (la actual Presidencia de El Salvador tiene un presupuesto de $28 millones para 2025).

Sin embargo, el expresidente de ANDA junto al gerente de ANDA, Mario Orellana, recibieron sobornos por parte de la empresa española encargada de la obra para favorecerla. Perla, Junto al presidente Francisco Flores inauguró la obra sin ni siquiera estar concluida y un año después estalló el escándalo de la trama de corrupción que dejó hasta la fecha inconclusa la construcción de un reservorio de agua en Nejapa que era parte del Río Lempa II.
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