“Rodolfo tuvo la oportunidad que le pusieran sangre, pero la religión no se lo permitió”

Rodolfo falleció rechazando una transfusión de sangre que necesitaba hacerse de emergencia, fue ingresado a inicios de este año en el Hospital de Oncología del Seguro Social, en San Salvador, con los niveles bajos de hemoglobina.

“Sus torcidas prácticas o creencias religiosas lo llevaron a perder su propia vida”, lamenta Salomón Bonilla, un pastor que dirige una congregación en la ciudad de La Unión y quien fue testigo  del caso de  Rodolfo, un adulto mayor.

“Recuerdo que me hice amigo con él, (Rodolfo) llegó con 5 grados de hemoglobina, necesitaba urgentemente una transfusión de sangre, pero dijo que pertenecía a Los Testigos de Jehová”, recuerda Bonilla, quien en esa época también estaba ingresado en el mismo lugar.

El pastor añade: “En el caso de don Rodolfo tuvo la oportunidad que le pusieran sangre, pero la misma religión no se lo permitió; y eso lo llevó a la muerte debido a que en su primera quimioterapia se le bajaron todas sus defensas entrando en situación crítica que por su misma negligencia lo llevó a la muerte”.

De acuerdo con registros en internet, Los Testigos de Jehová son un grupo religioso cristiano con origen en Estados Unidos a finales del siglo XIX, entre sus prácticas y costumbres están el rechazo de transfusiones de sangre, incluso en situaciones de emergencia. 

Bonilla opina que la mala interpretación teológica de una parte de la Biblia ha llevado a que dicha denominación tenga esas prácticas o costumbres de que la transfusión de sangre “es pecado”.

En su calidad de pastor y los momentos que logró compartir con Rodolfo, mientras ambos enfrentaban el cáncer, le dijo que era necesario que aceptará la transfusión de sangre, “pero yo respeto las decisiones de los demás”.

“Para mí debería ser penado por la ley, lo más correcto que debería de haber una legislación que se le prohíba a una secta religiosa oponerse a un tratamiento para el bienestar de la salud de uno mismo, y en este caso, los Testigos de Jehová se mueren porque ellos no permiten que la sangre de otro vaya por su torrente sanguíneo”, lamentó Bonilla.

Algunos inspectores, promotores y enfermeras consideran que no solo las religiones les inculcan algunas creencias o mitos a las familias en cuanto al tema de la salud. 

Muchos de los  trabajadores del sistema de salud pública explican que se han encontrado, durantes las jornadas de vacunación, con padres de familia o responsables de los menores oponiéndose a que sus niñas sean vacunadas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), la cual se aplica en menores entre las edades, 9, 11 y 12 años. La dosis contra el VPH es para protegerlos contra el cáncer cérvico uterino. Y es una vacuna recomendada por los médicos.

Uno de los inspectores de saneamiento ambiental, que trabajó durante 22 años en varios municipios del departamento de La Unión, manifestó que familias de las diferentes iglesias evangélicas y hasta de la católica, son las que por décadas se oponen a que sus menores sean vacunados para prevenir el VPH.

El inspector opina que debe existir una ley que sancione u obligue al padre de familia o al representante de un niño o niña para que pueda ser sometido al tratamiento médico que necesita.

José Pedro Castro, miembro de la Iglesia Luz del Mundo, en el distrito de La Unión, dice que en su congregación no cuentan con ningún tipo de restricciones que vayan orientadas en atentar en contra de sus vidas. “Lamento haber conocido una triste historia de unas personas que por sus reglas no bíblicas dejaron morir a una joven que necesitaba de una transfusión de sangre”, comenta.

“No tiene sentido esas oposiciones, la vida es lo primero; y por la misma razón, estoy de acuerdo que se tomará como un homicidio el negarse u oponerse a una transfusión de sangre, que sea penado por la Ley”, opina Castro.

 En la página oficial de los Testigos de Jehová   explican: 

“Los Testigos hacemos lo posible por buscar atención médica de calidad. Cuando uno de nosotros —o alguien de nuestra familia— se enferma o tiene que ser operado, consultamos a médicos y cirujanos con experiencia en el uso de técnicas sin sangre. Y estamos muy agradecidos por los adelantos que se han hecho en este campo. Es más, las técnicas sin sangre concebidas para pacientes Testigos se usan en muchos países para tratar a otras personas. Hoy día cualquiera puede optar por tratamientos que no conlleven los riesgos relacionados con las transfusiones, como enfermedades transmitidas por la sangre, reacciones del sistema inmunitario y errores humanos”.