El conductor del vehículo en el que según las autoridades policiales y fiscales fueron trasladados los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, el pasado 18 de septiembre, desde la colonia Quezaltepec, en Santa Tecla, hacia Nuevo Cuscatlán, había sido condenado por el delito de agrupaciones ilícitas.
Sin embargo, el sistema judicial le había suspendido la ejecución de la pena de prisión por otras medidas cautelares, según revelan documentos judiciales a los que El Diario de Hoy ha tenido acceso.
A principios de noviembre, las autoridades policiales y fiscales salvadoreñas presentaron ante medios de comunicación, a Víctor Alexander Ruiz Mejía y José Alexander Martínez Saavedra, como colaboradores de la Mara Salvatrucha (MS-13).
El primero, Ruiz Mejía, fue señalado de ser el autor intelectual de la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo, aunque no aportaron más detalles sobre su participación.
Del segundo, es decir de Martínez Saavedra, dijeron que era el conductor de un taxi pirata en el que las víctimas fueron transportados desde un punto de la colonia Quezaltepec (Santa Tecla) hacia Nuevo Cuscatlán. Entre ambos lugares hay aproximadamente unos 10 kilómetros que pueden ser recorridos en un lapso de 15 a 20 minutos.
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A finales de 2020, al parecer en noviembre, Martínez Saavedra recibió el beneficio que en términos jurídicos se llama “suspensión condicional de la ejecución de la pena”, luego de haber sido condenado por el delito de agrupaciones ilícitas, según fuentes judiciales.
La suspensión condicional de la ejecución de la pena, según abogados, es cuando a una persona es condenada a penas que no pasan de tres o cuatro años; algunas veces para no saturar el sistema penitenciario, el juzgado o tribunal que condena le otorga ese beneficio. En el caso de Martínez Saavedra, estaba condenado por agrupaciones ilícitas pero estaba en libertad bajo medidas sustitutivas a la prisión.
Desde noviembre de 2020, el ahora imputado en el caso de la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo, estaba bajo la observación del Juzgado Cuarto de Vigilancia y Ejecución de la Pena de San Salvador que constantemente, a través del Departamento de Prueba y Libertad Asistida (DEPLA), evaluaba el comportamiento de Martínez Saavedra en cuanto al cumplimiento de las normas impuestas, afirman las fuentes judiciales.
Martínez Saavedra, actualmente de 25 años, es originario de Comasagua, pero actualmente vive en una comunidad de Santa Tecla, en el sector del estadio Las Delicias, según documentos judiciales.
Mientras cumplía las normas impuestas por un juzgado, trabajaba como conductor de un vehículo, aparentemente de una empresa que se dedica al transporte de pasajeros en vehículos particulares.
Cuando fue presentado por la Policía y Fiscalía, señalado de estar vinculado a la desaparición de los hermanos Guerrero, las autoridades dijeron que era un colaborador de la MS-13. Sin embargo, de acuerdo con fuentes judiciales, aproximadamente un año antes de su detención fue condenado por agrupaciones ilícitas, es decir, por pertenecer a esa organización criminal.
El Diario de Hoy intentó conocer la versión, sobre lo anterior, de un familiar cercano a Martínez Saavedra, sin embargo, la persona dijo que prefería no hablar del asunto por lo complicado del caso en el que actualmente su pariente está siendo procesado judicialmente.
Capturado por ametrallar autobús en Santa Tecla
Pero en el caso de la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo, no solo Martínez Saavedra tiene antecedentes delictivos.
Al amanecer del 19 de diciembre de 2019, la PNC informaba, con ánimos triunfalistas, sobre la captura de un pandillero de la Mara Salvatrucha (MS-13) que meses antes había participado en el ametrallamiento de un autobús, en una zona rural de Santa Tecla.
“Capturamos a Axel Ernesto Escalante Velásquez, alias “Invisible” uno de los responsables de atacar un autobús en Santa Tecla el pasado 23 de agosto del presente año, en donde 5 personas salieron lesionadas y una falleció.
Remataba el hilo de tres tuits, externando la esperanza de que la captura del pandillero serviría para “establecer” muchos crímenes de la estructura pandilleril que opera en esa zona. “Esta captura es un paso importante para establecer muchos otros crímenes de esta estructura y llevar a los responsables ante la justicia. #PlanControlTerritorial”, indicaba el tuit.
Sin embargo, la captura de ese pandillero, al parecer, no sirvió ni para mantenerlo encarcelado por su supuesta participación en el tiroteo contra un autobús en el que asesinaron a una persona y lesionaron de bala a cinco más, ni para esclarecer más crímenes cometidos por él o su grupo delincuencial, porque pronto recuperó su libertad.
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Áxel Ernesto Escalante Velásquez, alias Invisible, fue capturado el pasado 25 de noviembre, por participar en la desaparición de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, ocurrida el pasado 18 de septiembre, supuestamente en Santa Tecla, donde fueron vistos por última vez.
“Axel Ernesto Escalante Velásquez, alias “El Invisible”, según las investigaciones, participó como copiloto en la unidad automovilística utilizada en la desaparición de los hermanos Guerrero Toledo, hecho ocurrido el pasado 18 de septiembre”, informó la PNC, el pasado 25 de noviembre.
En otro tuit, la PNC informaba precisamente que ese pandillero ya había sido capturado por el ataque al autobús pero que un juez de paz lo había dejado en libertad al no valorar las pruebas que fueron presentadas.
Horas después de su detención por el caso de los hermanos Guerrero Toledo, el Invisible fue enviado al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, conocido como Zacatraz. Eso fue lo que dijo la Policía.
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Pastor Mario Vega: el caso es emblemático, doloroso y triste
El pastor Mario Vega se ha caracterizado por hacer una lectura que ha incomodado la gestión del gobierno de Bukele. Para él, la desaparición y muerte de los hermanos Guerrero Toledo, Karen y Eduardo, es un caso emblemático, doloroso y muy triste.
El religioso, quien es columnista de El Diario de Hoy, señaló que la situación de los desparecidos en el país es un tema incomodo para las autoridades de seguridad y para Bukele.
“El tema de los desaparecidos, la gente dice la verdad, es un tema incomodo para el Gobierno el tema de los desparecidos, y en este caso particular el de los hermanos de Karen y Eduardo Guerrero, es un caso emblemático, doloroso y muy triste”, afirmó durante entrevista en TVX.
Vega reconoce que Ivette Toledo, la madre de los jóvenes, “es una mujer admirable porque yo al oírla y verla noto en ella que no hay amargura, no hay en ella desprecio, no hay deseos de venganza, sino que asume el dolor; obviamente, como toda madre y en un caso dramático, dos hijos al mismo tiempo, sepultarlos el mismo día, es un dolor que difícilmente podemos imaginar incluso solo los que somos padres”.
Añadió que el caso de Karen y Eduardo se conoció por el hecho de que fue Ivette la que hizo esfuerzos para encontrar a sus hijos ante la “inacción” que la Policía y Fiscalía mostró. “Ella por sus propios medios empezó a mover con amigos, las redes sociales, ella por si misma fue a fincas a tratar de encontrar los cuerpos de sus hijos, por eso se hizo visible”, recordó.
Añadió que “hay algunos que dicen: si pero esos desaparecidos aparecen después, los datos indican que de todos, del 100 % de los jóvenes desaparecidos, porque pasa que dicen se fue con el novio, se fue con el amante, los mismos datos de la Policía indican que el 5 %, efectivamente, es porque se fueron con el novio o con el amante”.
Según Vega, hay otro 15 % que salieron del país, van en migración, ese 15 % y el 5 %a suma 20 %; “pero el restante, el otro 80 % son encontrados asesinados, son encontrados muertos, entonces esa es la realidad del día a día, como digo este es el país real contra ese país que se presenta en la publicidad (propaganda del oficialismo) que es donde todo ha cambiado, tiempos mejores, donde ya no es como antes, pero esa es la realidad que el salvadoreño vive”, dijo.