Una de las más antiguas tradiciones que se celebra en la Semana Santa en todo el mundo es el Vía Crucis la cual consiste en la meditación de los pasos de Jesús en su camino al calvario hasta su crucifixión y muerte.
Este año la celebración tiene un tinte muy diferente debido a la pandemia del coronavirus que ha llevado a los gobiernos a confinar de manera obligatoria a las personas en sus casas, las calles que durante el Viernes Santo se llenan de colorido y devoción ahora lucen desoladas, tal es el caso de la calle La Amargura en el centro de San Salvador.
Sacerdotes en algunos municipios salieron hoy en procesión para llevar hasta la puerta de las casas de sus feligreses la comunión y recordar unos de los principales días de la Semana Mayor.
En Ilopango, el padre José Rubén Cruz Sánchez, de la iglesia San Cristóbal celebró el Vía Crucis en el centro del municipio con casi nula presencia de feligreses.
En la Colonia Luz, en San Salvador, un grupo de feligreses católicos llevaron a cabo una pequeña representación del Vía Crucis. Cada casa en la que salía una persona era una estación, esto como un recordatorio que las tradiciones y la fe no terminan con la cuarentena.
Los feligreses salieron a la puerta de sus casa e hicieron una oración frente a la cruz, pidiendo que la situación que vive el país y el mundo pase lo más rápido posible.
En algunas viviendas fueron puestos pequeños altares. Algunos vecinos salieron a acompañar el santo Vía Crucis, siempre guardando las medidas sanitarias.
En La Paz fieles doblaron rodillas
En San Pedro Nonualco, La Paz, la parroquia de San Pedro Apóstol realizó el tradicional peregrinaje. La procesión salió a las 9 de la mañana y recorrió los siente barrios de la localidad.
Aquí pidieron a los feligreses que se quedarán en casa, el párroco Jesús Antonio Carpio junto al padre Elmer Martir dirigieron la procesión. Los feligreses salieron a las puertas de sus casas y prepararon altares en lugar de alfombras.
Para Vilma de Morales, una de las feligreses el acto, este acto significa que “Jesús siempre esta entre nosotros” y que “nos acompaña incluso en los tiempos más dificiles”.
Durante el recorrido, los habitantes recibieron la comunión teniendo balcones de pormedio. Otros doblaron sus rodillas cerca de los altares mientras el sacerdote elebaba las plegarias.
Imagenes han sido expuestas afuera de la iglesia. El acto de crucifixión se desarrolló adentro del templo comentaron los habitantes.
En la Colonia Luz, en San Salvador, un pequeño grupo de feligreses católicos llevaron a cabo una pequeña representación del viacrucis. Cada casa en la que salía una persona era una estación, esto como un recordatorio que las tradiciones y la fe no terminan con la cuarentena.