Varias personas mostraron su molestia cuando llegaron al cementerio general de San Miguel y encontraron los portones cerrados, luego de varias horas de hablar con los encargados y exigir que les permitieran el ingreso los portones se abrieron a eso de las 10:13 de la mañana.
Por un instante María Alicia Amaya, de 62 años, vio frustrado su intento de llevar flores a la tumba de sus familiares, “yo vine porque dijeron que solo a los mayores de 70 años, no dejaran entrar, además yo vine hoy para no toparme con el montón de gente”, comentó la mujer entre sollozos.
Luego de unos minutos le permitieron el acceso bajo el compromiso de salir rápido.
El pasado 22 de octubre el alcalde de San Miguel, dijo que para el día 1 y 2 de noviembre no tenían permitida la entrada a los diferentes cementerios las personas mayores de 70 años, como una decisión particular de esa municipalidad ya que el protocolo establecido por el Ministerio de Salud, aplica esta restricción para adultos mayores de 60 años.
El departamento de prensa de la municipalidad informó que el cierre del cementerio se debe a los trabajos de limpieza que realizan y de adecuación para aplicar el protocolo de bioseguridad para este 1 y 2 de noviembre. Además para las 2:00 de la tarde tenían programado entierros por COVID-19.
Donatila Miranda, de 60 años, llegó acompañada de una hermana que viajó desde San Salvador para colocar una ofrenda floral en la tumba de su padre, ambas mujeres tuvieron que esperar para que les permitieran el acceso.
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“Sabemos que es necesario para nuestra salud para que nosotros no nos contagiemos de covid. Mañana ni pasado no vamos a venir”, dijo.
Para Efraín Villalobos, de 55 años, el llegar al cementerio para limpiar, pintar y llenar de flores y otros adornos las tumbas de sus seres queridos no es más que una muestra de amor y respeto por las acciones que los familiares o amigos hicieron por los que aún viven.