Por miedo al covid, 4 de cada 10 personas dejaron de hacerse exámenes de rutina

Familiares de personas con padecimientos de base son quienes muestran más preocupación de llevarlas a los hospitales o laboratorios

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Johana Flores cuida de su tía Berónica Soto; ellas viven en el municipio de San Lorenzo, Ahuachapán. Foto EDH / Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2022-02-17 9:45:47

“No la llevamos al hospital por miedo a que se nos vaya a contagiar” de covid-19. Así de enfática fue Johana Flores al señalar la preocupación de que su tía, Berónica Soto, se infecte del virus al visita el hospital de Chalchuapa, donde debe de realizarse exámenes generales que le prescribieron desde julio del año pasado.

Lo que explica la familia de Berónica es una situación que se ha repetido mucho en El Salvador, en el contexto de la pandemia y preocupa a los médicos. E incluso la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FundaUngo) midió la gravedad de esa situación en  un estudio.

El miedo de la familia de Berónica, originaria del cantón El Portillo, en San Lorenzo, Ahuachapán, se basa en que ella padece de síndrome down y desde hace ocho años comenzó a presentar convulsiones luego de un cuadro de fiebre y vómitos.

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Desde entonces ha estado en tratamiento médico, inicialmente en el Hospital Rosales; pero desde hace cinco años, en el nosocomio de Chalchuapa.

La familia considera que la condición médica de Berónica la vuelve más vulnerable para contraer el covid-19 en su visita al centro asistencial para que le practiquen los exámenes de rutina.

A esa situación se suma  el miedo que les causa el incremento de casos de covid que se han experimentado desde inicio del año en el país.

En su hogar, Berónica recibe todos los cuidados que requiere; pero también el amor de su familia, que no se imagina a su pariente enferma de covid-19.

Los medicamentos para su padecimiento no le han faltado durante este tiempo ya que una persona conocida que trabaja en Salud, se los ha llevado con la finalidad de que no se descompense.

“A ella no la llevamos al hospital por miedo a que se nos vaya a contagiar porque bien se sabe que los contagios han subido; entonces ella está bien propensa a que le de covid-19 porque sus defensas son bajas. Ella se nos puede complicar, no solamente le va a dar una gripe chiquita; por ese temor a la niña no la llevamos, por ese mismo miedo a que se nos vaya a contagiar, así que hemos suspendido sus citas, sus exámenes que tenemos unos pendientes desde julio  cuando se los  dejaron; pero no la hemos podido llevar por ese mismo miedo”, reiteró la sobrina.

La familia de Berónica Soto, una joven de 32 años que tiene síndrome Down, y es originaria del cantón El Portillo, en San Lorenzo, Ahuachapán, han dejado de llevarla a sus controles debido al temor de que se contagie de Covid-19, sobre todo porque sufre de convulsiones desde hace ocho años. Roxana, su sobrina, es una de las personas que la cuida y le brinda amor. FOTOS EDH / Cristian Dìaz

La encuesta “Evaluación del año 2021”, que realizó FundaUngo, reveló que el temor de la familia de Berónica es una situación generalizada en muchos hogares salvadoreños.

La encuesta determinó que el 48.1 % de la población consultada dejó de buscar atención médica de emergencia debido al covid-19.

También consignó que al 19.6 % de la población consultada le cancelaron consultas  médicas de rutina en el Seguro Social o en alguna dependencia del Ministerio de Salud; mientras que al 11.6% le suspendieron algún estudio de laboratorio en alguna de esas dependencias de salud.

Berónica, de 37 años, debe de realizarse exámenes de rutina, como de sangre, heces y orina, pero sus familiares están a la espera que los datos de contagio del nuevo coronavirus disminuyan para llevarla al centro asistencial.

Ahí deben de practicarle los exámenes y posteriormente ir por segunda ocasión para que sea revisada por un médico.

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La situación de Berónica pone rostro a ese 39.3 %  de personas que dejó  de realizarse exámenes médicos de rutina; el 28% Fundcanceló citas de control; y el 18.7 % canceló exámenes de laboratorio, de acuerdo a los datos de la fundación.

“La niña tiene sus defensas bajas; entonces me imagino que si a la niña le da covid-19 y se le complica, la primera reacción va a hacer una convulsión, imagínese me le da fiebre. Con 38º, 39º, que la niña tenga fiebre, le puede dar una convulsión”, explicó Johana sobre la preocupación por el bienestar de su tía.

La hermana de Berónica, Sandra Aquino, explicó que los exámenes deben de realizarse cada seis meses.

También contó que su hermana quedó bajo sus cuidados hace cinco años, cuando la madre falleció. Desde entonces están pendientes de la salud de la niña, como le llaman cariñosamente.

“Ella cuando sale solo entra a bañarse porque tiene un gran cuidado. Con la mascarilla si uno le dice ‘no te la vayas a quitar’, ella no se la quita. El alcohol lo anda cargando”, comentó la hermana.

El cuidado que la familia tiene con Berónica se ha incrementado desde que inició la pandemia debido “a que no mide el nivel de peligro”.

Aunque le han enseñado que en la calle no se debe de quitar la mascarilla  por el temor de contraer el covid-19, Berónica dejó de asistir a la Iglesia Católica, que está en la misma zona donde reside; sentarse en la puerta de su casa, dejó de ser una costumbre.

El médico salubrista  Ricardo Lara opinó que los datos de la encuesta de FundaUngo reflejan la desinformación que tiene la población, y que ya no debería de existir a más de dos años de la pandemia.

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“Ahí es donde podemos observar la falta de un programa bien estructurado de educación y promoción de la enfermedad covid-19, que luego pasó a Delta (y) Ómicron”, dijo el profesional.

El doctor señaló que Berónica, al igual que las demás personas, deben de asistir al hospital con todas las medidas preventivas para evitar la enfermedad, como el uso de mascarilla y el lavado de manos, entre otras.

Agregó que la consulta está volviendo a la normalidad, especialmente las emergencias; pero lamentó que los programas preventivos, como el control prenatal y de niños sanos y de planificación, “están por los suelos” en cuanto a la programación que debería de existir.