Dos criminólogos consideran que psicópata de Chalchuapa es sicario y asesino en serie

El Diario de Hoy habló con dos criminólogos, expertos en seguridad, con amplio conocimiento penal y académicos para abordar el perfil del asesino en serie llamado por las autoridades el psicópata de Chalchuapa.

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El ex agente de la Policía, Hugo Ernesto Osorio Chávez, es acusado de ser el asesino de Chalchuapa, al menos 18 cuerpos han sido encontrados en fosas clandestinas en su casa. Foto EDH / Archivo

Por Wiliam A. Hernández @walexhernan

2021-06-03 6:55:30

Dos criminólogos coinciden que Hugo Ernesto Osorio Chávez, un ex policía nacional civil, aparte de ser un sicario tiene todas las características de ser un asesino en serie, basan sus afirmaciones en la forma de actuar con sus víctimas, en el comportamiento del sujeto al abusar sexualmente de sus víctimas antes de matarlas, pero agregan que no ha actuado solo, ha tenido de soporte toda una estructura delictiva para cometer los crímenes.

Coinciden además que puede tener el calificativo de psicópata tal y como lo llamaron desde un inicio las autoridades de Seguridad Pública y la Fiscalía General, pero van mucho más allá y opinan que el ser psicópata no lo excluye de la responsabilidad de sus actos y de haber cometido los asesinatos de manera consciente, es más añaden que tratar de darle una enfermedad podría ser una justificante para minimizar el impacto de sus asesinatos.

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En la casa de Osorio Chávez las autoridades ya confirmaron el hallazgo, de al menos 18 cuerpos, y han adelantado que hay nuevos lugares con más cuerpos en la casa de Chalchuapa. El Diario de Hoy ha informado con fuentes cercanas a las investigaciones que son 47 cuerpos los que están enterrados en fosas clandestinas, perfiles de víctimas de diferentes tipos, pero el común denominador mujeres, que fueron violadas antes de ser asesinadas.

¿Asesino en serie o sicario?

Para Carlos Ponce, criminólogo e investigador radicado fuera del país pero que sigue de cerca la violencia de El Salvador, señala que la gente afirma que el hechor no entra dentro de la categoría de asesino en serie porque se habla de la posible participación de otras personas y sicariato, pero afirma que esa lectura no necesariamente es correcta.

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"La clasificación de asesino en serie y otros elementos no son necesariamente mutuamente excluyentes. Las autoridades han hablado de que los cuerpos presentan evidencia de tortura y agresiones sexuales esto podría ser un indicador de que el hechor buscaba algún tipo de satisfacción sexual a través de la comisión del delito”, detalla.

"Hace varios años estuve involucrado en un proyecto con la doctora Gabrielle Salfati, psicóloga forense de la universidad de Nueva York, quien trabajo en varios proyectos con la unidad de análisis conductual del FBI, en esa ocasión discutíamos algunos casos aberrantes con violencia extrema perpetrados por pandillas, en el análisis dentro de la violencia perpetrada por las pandillas se podrían esconder personas con trastornos y problemas consistentes con los que presentan individuos que en otros contextos se verían obligados a actuar solos", explica.

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En el caso del homicida de Chalchuapa, añade, incluye un componente sexual entonces podría encajar en estas tipologías más restringidas o exigentes. "Hacer el análisis de este caso en una opción binaria en donde o es crimen organizado o es homicida en serie, es simplificar el análisis. Debe de considerarse la posibilidad de que estemos ante algo más complejo".

Explica que, existe la participación de una estructura delincuencial que también incluye a un agresor que presenta rasgos consistentes con los de un homicida en serie.

"Entiendo que muchas personas tratan de simplificar el análisis del caso convirtiéndolo en una opción binaria por el manejo mediático que le dieron las autoridades. Las autoridades aprovecharon la oportunidad para utilizar el caso, para crear una narrativa a su favor, es entendible que se lleve el análisis a ese nivel de superficialidad".

"Hay varias definiciones de asesino en serie, pero las únicas dos características son cantidad de víctimas y el periodo de tiempo entre los hechos. Algunas definiciones hablan de dos o más víctimas, otras hablan de tres y otras, incluso de cuatro. Igualmente, algunas definiciones establecen el requisito de dos meses entre eventos, otros tres y así; si solamente se consideran estos dos requisitos entonces el caso, según lo que se ha establecido en los medios de comunicación, podría clasificarse como asesino en serie", explica.

El experto señala que hay muchas otras tipologías, algunas incluyen explícitamente a sicarios, personas que han asesinado a varias víctimas en períodos prolongados de tiempo con una motivación económica. "Según esas tipologías, los asesinos en serie pueden tender diferentes motivaciones, desde económicas hasta sexuales, otro ejemplo de asesinos en serie con motivaciones económicas son las viudas negras", recuerda, un caso que conmocionó el país, mujeres que se casaban con hombres en el país, luego eran asesinados para quedarse con sus bienes.

"Es responsable de los hechos"

Para el criminólogo y profesor de derecho penal, Martín Alexander Martínez Osorio, "no se trata de una de una comisión de un hecho delictivo aislada y todo apunta a que hay más personas que han participado en estos horrendos hechos. La hipótesis de crimen organizado y de sicariato no puede descartarse. Sin embargo, al menos, la idea de que nos encontramos ante un “serial killer” es una interesante hipótesis de investigación policial", afirma.

Añade que "las pericias psicológicas y psiquiátricas son las que van a determinar esa tipología clínica. Sin embargo, el hecho de que esta persona pueda padecer de un trastorno asocial de personalidad no significa que no sea responsable por lo que ha cometido. La mayor parte de tribunales penales de nuestro entorno jurídico no consideran la psicopatía como una enfermedad mental con relevancia penal. Al contrario, se considera a quien las padece como penalmente responsable de lo que hacen".

Martínez Osorio agrega que el caso del asesino de Chalchuapa ha generado todo un debate entre académicos y jueces debido a las circunstancias del caso del asesino de Chalchuapa.

Sobre la colaboración de Osorio Chávez en las investigaciones para incriminar a otras personas de la estructura, el experto señala que el criterio de oportunidad puede concederse por dos razones, la primera, cuando la pena o el procedimiento penal no es necesario frente a la levedad del hecho cometido, o en segundo caso, cuando se requiera la colaboración del imputado para lograr la eficacia en una investigación.

"Parece ser que es en la última hipótesis es la que fundamenta el Ministerio Público. Es decir, un acuerdo que permita desbaratar una organización o al menos identificar a otros intervinientes en el horrendo hecho".

Sostiene que la decisión del criteriado siempre será controlable judicialmente. "La Sala Constitucional sostuvo en una decisión en el proceso 2-2005, que siempre será el juez que depure el informativo el que dirá si se han cumplido o no los requisitos que establece el Código Procesal Penal. Falta mucho por ver todavía", explica.