Cuando María (nombre ficticio) tenía 12 años, su cuñado la violó en reiteradas ocasiones, amenazó y embarazó. El sujeto, quien era compañero de vida de la hermana de la menor, amenazaba a la niña con que si contaba lo que ocurría la mataría. Al mismo tiempo, según las investigaciones, ofrecía a la menor que se acompañaría con ella.
La víctima guardó en secreto lo que ocurría por temor a represalias pero fue hasta que resultó embarazada que contó lo sucedido a sus padres, quienes denunciaron el hecho cuando su hija dio a luz a una niña.
El delito ocurrió en Jujutla, Ahuachapán, en el 2017. El imputado fue condenado el año pasado a 15 años de prisión luego que el Tribunal de Sentencia de Ahuachapán lo encontró culpable del delito de violación en menor o incapaz en su modalidad de delito continuado.
La jefa de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y Adolescencia de la Fiscalía General de la República (FGR), en Ahuachapán, Xochil Sierra, explicó que, como en el caso de María, los agresores en muchas ocasiones están en el mismo grupo familiar, siendo el padrastro, el padre, o el tío, por ejemplo, los que están involucrados en los hechos.
Por ello, la abogada pidió a los padres que proporcionen confianza a sus hijos y creerles cuando les comenten que están siendo víctimas de algún abuso. La unidad especializada ha reportado casos en que la familia apoya al agresor y no a la víctima.
“Lo más importante es el ‘no te calles’ que tanto hemos escuchado. Se puede quedar callada una persona, (pero) el problema es que si el delito se está consumando al interior de la familia, esto va creciendo. Hemos conocido casos que cuando las víctimas son adultas deciden ‘no más’ y deciden denunciar; pero ahí hemos perdido bastante elementos de prueba. Claro no por eso se va a quedar en la impunidad; nosotros podemos perseguirlo pero es más fácil si tenemos el delito (en el momento)”, expresó la jefa de la unidad fiscal.
Aunque reconoció que en muchas ocasiones para las víctimas y sus familias no es fácil denunciar un hecho por la estigmatización que reciben de la sociedad e, incluso, de conocidos o familiares. “Lo importante en estos casos es no quedarse callado, buscar ayuda, sé que no es fácil por el estigma, lo que van a decir, eso a veces es más fuerte, pero en realidad hay que buscar ayuda. Y sobretodo darle confianza a los niños, enseñarles a que nadie los debe de tocar, nadie les debe de faltar el respeto”, dijo Sierra.
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A partir de marzo del año pasado, dicha sede fiscal cuenta con un psicólogo adscrito que da asistencia emocional a las víctimas. Anteriormente era un equipo multidisciplinario los que atendían a las personas; pero que sólo llegaban una vez a la semana a Ahuachapán desde la sede fiscal de Santa Ana.
La asistencia del psicólogo les ha permitido dar una mejor atención a las víctimas ya que, por ejemplo, si son niñas, generalmente, no quieren hablar de lo ocurrido; mientras que las adolescentes, se muestran rebeldes para colaborar con las autoridades. Sin embargo, tras algunas sesiones, las menores ayudan a resolver este tipo de casos, que se dan principalmente en los municipios de Ahuachapán, Tacuba y San Francisco Menéndez.
El abuso de menores de edad no sólo lo reporta la Fiscalía en el sexo femenino; sino que también en el masculino. Por ejemplo, en febrero de 2018, un sujeto aprovechando que era vecino de un adolescente de 14 años, lo interceptó cuando se dirigía hacia su vivienda, en el área rural de San Francisco Menéndez.
Según la declaración de la víctima, a través de Cámara Gesell, él caminaba de regreso a su hogar cuando el imputado lo siguió y tiró al suelo. El sujeto amenazó al menor de que no fuera a decir nada o de lo contrario mataría a su hermana.
Sin embargo, la víctima se armó de valor y contó lo sucedido a sus familiares, quienes interpusieron la denuncia. El hechor fue capturado y el 21 de diciembre pasado fue condenado a 14 años de prisión por el delito de agresión sexual en menor o incapaz.
En el Informe Semestral Hechos de Violencia Contra la Mujeres, de enero a junio 2020, registra 199 hechos de violencia sexual en el departamento de Ahuachapán, de ese total 46 fueron en la cabecera departamental, según el dato oficial