“Espero que la vacuna llegue algún día a mi familia”: Silvia fue la primera enfermera en recibir la dosis contra el COVID-19 en Opico

Personal de primera línea de San Juan Opico y alrededores, recibieron la vacuna contra el COVID-19. Silvia Quijada, de 43 años, fue la primera enfermera en ser parte de la jornada médica.

descripción de la imagen
Jornada de vacunación personal de primera línea en San Juan Opico. Foto EDH / ARchivo

Por Jonathan Tobías

2021-02-18 1:01:33

Entre el miedo y la ansiedad, Silvia Quijada, de 43 años, fue la primera enfermera en recibir la vacuna contra el COVID-19 en el municipio de San Juan Opico, La Libertad.

“Nunca pensé que sería la primera”, dice un poco nerviosa. Con ella, muchos de sus compañeros de Quezaltepeque, Tacachico y los alrededores de Opico llegaron a la Unidad de Salud de ese municipio para recibir la dosis de la vacuna.

Personal de primera línea de San Juan Opico y alrededores, recibieron la vacuna contra el COVID-19. Silvia Quijada, de 43 años, fue la primera enfermera en ser parte de la jornada médica.

Para Silvia, la vacuna representa mayor seguridad para su familia. Siendo madre de dos niñas y viviendo bajo el mismo techo con sus padres de avanzada edad, ella considera que “inmunizarse” es una forma de resguardar la salud de las personas que más ama. “Por ellos, he tratado mil formas de protegerme”, dice.

VEA TAMBIÉN: Después del personal de primera línea, ¿a quiénes les corresponde recibir la vacuna en El Salvador?

A pesar que Silvia ya recibió su dosis de la vacuna contra el COVID-19, comenta que el temor desaparecerá hasta que su familia tenga el acceso a vacunarse. “Seguimos en pandemia. El virus sigue por todos lados”, señala, aun con preocupación

La trabajadora de salud se graduó de un técnico en enfermería hace 19 años. Desde el 2014, trabaja en la Unidad de Salud de Opico. Durante todo el tiempo laborando con el personal médico, enfatiza que el tiempo de la pandemia ha sido “estresante, sin descanso y muy difícil”.

”No se puede compartir con la familia”, expresa Silvia y además relata que en más de una ocasión, decidió aislarse de sus hijos cuando varios de sus compañeros resultaron positivos al virus. “Es triste cuando la población no se protege mientras nosotros de salud nos sacrificamos para salvar vidas. Seamos responsables”, es la invitación que hace la enfermera.

Un riguroso e inquietante proceso

Personal del Ministerio de Salud y de la Policía se encargaron de velar por el orden y que se cumplieran con todas las medidas de bioseguridad dentro de la Unidad de Salud de San Juan Opico, entre ellas las principales: distanciamiento físico, toma de temperatura y el uso obligatorio del cubrebocas.

VEA TAMBIÉN: “La vacuna minimiza el riesgo de desarrollar la COVID-19 severa y morir”, dice doctor Jaime Ungo

Parte del personal médico se mostraba nervioso e impaciente minutos antes de ser vacunados. Muchos platicaban entre sí y se hacían todo tipo de bromas con tal de distraerse un poco ante la aplicación de la dosis.

Antes de la jornada de vacunación, el personal de primera línea elevó una “plegaria” en agradecimiento a Dios por ser las primeras personas en recibir la vacuna. El procedimiento se realizó en cinco pasos, entre ellos, la verificación de los datos personales, orientación, aplicación de la vacuna y un espacio de reposo de 15 a 25 minutos.