Si querés comprar variedad de mariscos frescos podés visitar el muelle del Puerto de La Libertad, los vendedores ofrecen todo tipo de pescado para hacer sopa y freirlo.
Tienen boca colorada, bagre, lenguado o caite, macarela, macarela, lonja de tiburón y raya, entre otros, para los que tienen gustos diferentes también hay pulpo, langosta, mejillones y camarón jumbo.
“Le tenemos variedad de pescado barato y fresco, hay de diferentes precios que son accesibles”, exclamó Maribel Martínez, de 49 años, quien es vendedora del muelle del Puerto de La Libertad.
La libra de camarón jumbo vale cuatro dólares el mediano tres con 50, la libra de langosta vale seis, la de mejillones dos y la de pulpo cuesta cinco.
Además, ya que se acerca la época de la cuaresma y Semana Santa los clientes pueden comprar el pescado seco, hay variedad de precios y tamaños.
Martínez le hace el llamado a los turistas para que visiten el muelle del Puerto de La Libertad y que compren mariscos, ya sea para negocio o consumo propio.
Mariscos frescos durante todo el año en el muelle del Puerto de La Libertad
En el muelle del Puerto de La Libertad casi todos viven de lo que extraen de las generosas aguas de la zona. Estas son las historias de Patricia y Maribel, dos mujeres luchonas de ese rincón del país, quienes salen adelante comerciando varias delicias
Patricia Flores lleva 23 de sus 35 años de vida preparando y vendiendo cocteles y ceviches en el Puerto La Libertad, donde muchos viven del fruto del mar.
Los tiene de camarón, concha, calamar, pescado y los ofrece en el muelle, el símbolo más emblemático de allí.
Vendiendo esos platos que tanto gustan a muchos, Patricia ha sacado adelante a su familia. El mayor de sus tres hijos “tiene 20 años y estudia Medicina en la Universidad de El Salvador; gracias a Dios seguimos adelante”, dijo Flores.
Su historia es como la de muchas más en el Puerto: aprendió a ganarse la vida haciendo lo que hace porque sus mamá le enseñó el negocio.
Su destreza para la preparación de los cocteles y ceviches es admirable. Corta, rebana, pica, prepara y mezcla el fruto del mar con el tomate, cebolla y cilantro con mucha rapidez.
“Nosotros los preparamos según el gusto del cliente, como lo quieran se lo hacemos”, agregó.
Ese, dice, es uno de sus secretos, complacer al cliente siempre.