Luciano González Alvarado: “De todos los trabajos que tuve, el periodismo es el más lindo”

Desde 1969, cada 31 de julio los periodistas salvadoreños celebran su día con el fin de recordar el lanzamiento del primer medio escrito en 1824 “Semanario Político Mercantil”. Luciano González Alvarado,veterano comunicador, cuenta su historia.

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Foto EDH/ Menly Cortez

Por Menly Cortez

2019-07-30 8:40:23

Entre una pila de recortes viejos de periódicos, Luciano González Alvarado recuerda sus inicios en el periodismo salvadoreño como corresponsal del municipio de Cojutepeque para El Diario de Hoy, en 1971.

Con 78 años de edad, sonríe cuando elige una página de su archivo para verla y dice: “Tenía 5 años cuando soñaba conocer cómo se hacían las noticias que se leían todos los días”.

Don Luciano es originario de Paraíso de Osorio, departamento de Cuscatlán, y creció en un hogar modesto en el cual aprendió el valor del trabajo desde muy niño, cuando a diario vendía por las calles de dicho municipio los periódicos que en aquella época costaban cinco centavos de colón. “Trabajé de muchas cosas, incluso como ordenanza en el departamento de legislación del Ministerio de Justicia”, reseña don Luciano, pero no duda en decir que ningún otro trabajo le ha dado tanta satisfacción como el periodismo.

Alvarado formó parte de una época importante para el periodismo, en el que trabajó junto a reconocidos comunicadores como: Roy Archila quien por muchos años fue encargado de la sección de deportes de EDH y Belarmino Mira.
Foto EDH/ Menly Cortez

Ahora, con 50 años de trayectoria periodística, recuerda que la oportunidad de laborar para la prensa escrita fue gracias al fotoperiodista Carlos Guillermo “Chiqui” Fernández, a quien conoció en Cojutepeque en 1971 y al tiempo de fortalecer la amistad le propuso incursionar en el oficio, cuyo ofrecimiento aceptó sin pensarlo dos veces.

Luego de pasar una serie de pruebas y entrevistas con los ejecutivos, incluyendo a la fundadora de El Diario de Hoy, doña Mercedes Madriz de Altamirano, don Luciano reseña que obtuvo el puesto de corresponsal para fotografiar y escribir las noticias, pero que al poco tiempo se convirtió en uno de los periodistas de la sección “Hablemos”, en la que se ofrecía al lector una gama de fotorreportajes en los que se educaba a las audiencias sobre distintos temas.

Para él, un periodista autodidacta, revivir las memorias es reflexionar sobre el progresivo cambio de las salas de redacción y lo gratificante que era llevar la información a las audiencias a pesar de las dificultades tecnológicas.

“En aquella época había una gran camaradería entre los que conformaban la redacción”, afirma el comunicador al hacer remembranza sobre sus compañeros de trabajo de aquella época, que entre ellos mencionó a el jefe de redacción, Rafael Mora Maza, y los periodistas Pedro Rodríguez, Guillermo Peñate Zambrano y Francisco Romero Cerna como algunos de los que considera sus maestros y amigos con quienes compartió máquinas de escribir, experiencias, conocimientos y con quienes lidió con los procesos de revelado fotográfico.

Don Luciano, quien se considera un amante de la historia del país y especialmente de su municipio, posee desde hace dos años un pequeño museo en la calle La Estación del Barrio San Juan, en Cojutepeque, al que ha llamado “El Izote”. “La historia nos ayuda a comprender quiénes somos, a entender nuestra identidad”, reflexiona el comunicador.

Debido a la amplia serie de artículos coleccionados, puede presumir de haber sido parte de los profesionales que han escrito y retratado la historia reciente de El Salvador: entrevistó y fotografió a decenas de personalidades e incluso presidentes como el coronel Arturo Armando Molina (1972-1977), informó sobre acontecimientos de relevancia para el departamento de Cuscatlán y del país y la promulgación de distintas leyes. Accidentes o muertes violentas, historias humanas, hechos insólitos, todos quedaron captados por su cámara Minolta 7s de lente 45 mm., la cual conserva hasta la fecha.

“Un periodista de otro medio una vez me estropeó la única foto física de una de las víctimas de un triple asesinato, al decirme que solo quería verla y fue que la arruinó con su uña, era de mis primeras coberturas”, recordó.

González Alvarado afirma que el trabajo no siempre fue fácil, pero pudo compartir el oficio con colegas de diferentes generaciones. Sin embargo, recuerda que fue blanco de la mala competencia entre colegas.

Recuerda que también era complicado trabajar temas que involucraban a políticos o fuerzas de seguridad de aquella época. Una de esas coberturas fue la resistencia de un agente de la Guardia Nacional que borracho disparó sin control e hirió a un civil. “Al agente solo lo detuvieron matándolo. Me tocó subir a un poste para fotografiar la escena porque los policías no me permitieron acercarme”, comentó.

El incidente fue la portada del día siguiente, por lo cual se ganó el reclamo de los jefes del temido cuerpo de seguridad, a los que respondió que “su responsabilidad como periodista era informar”.

Para González Alvarado, siempre existirá la lucha por la libertad de expresión y las quejas de los funcionarios por la información que se difunde, pero es responsabilidad de los periodistas trabajar de manera honesta sin temor a ocultar los abusos de poder.

Para González en 1980 le fue difícil separarse por dos años de este oficio al tener que huir hacia Estados Unidos debido a amenazas que recibía luego que grupos paramilitares asesinaron a su hermano menor. “Regresé en 1982, pero a causa de la situación económica, me dediqué de lleno a mi foto estudio”, explicó.

En total, González Alvarado le dedicó 15 años a la prensa escrita, pero su pasión por informar lo llevó a regresar al periodismo como corresponsal en la radio YSKL en 1994, donde hasta el momento difunde reportes del departamento de Cuscatlán para los noticieros de dicha radio emisora.

El periodista veterano reflexiona que el periodismo es una profesión que deja más satisfacciones personales que económicas, pero recomienda a las nuevas generaciones que deben prepararse constantemente para lograr destacar en el medio.

Reconoce al mismo tiempo que la academia es muy importante actualmente y aconseja que no debe dejarse de un lado, pero enfatiza que el verdadero periodismo se aprende en las calles, por lo que insta a las nuevas generaciones a no solo confiarse de las plataformas virtuales, sino también de realizar un trabajo de reporteo en las calles para vivir la noticia en carne propia.