Los carpinteros que arman la “Bajada” del Divino Salvador del Mundo

Cada año estos ingeniosos obreros son los encargados de darle forma a la estructura. La longitud de la estructura que funciona para la transfiguración del patrono es de 17 metros.

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Foto EDH/ Menly Cortez

Por Dennis Argueta

2018-08-05 8:51:00

La estructura que funciona para la bajada del Divino Salvador del Mundo cada cinco de agosto, es hecha por carpinteros que llevan muchos años realizando ésta labor.

Con mucho esmero y dedicación, estos obreros comienzan a poner cada detalle de la estructura metálica, asegurando el perfecto funcionamiento.

Uno de esos carpinteros es Oswaldo Figueroa, de 74 años, que se ha encargado de la construcción de la estructura por cerca de 12 años, según contó.

“Llevo aproximadamente 12 años que los sacerdotes han encomendado esta obra en mí, han tenido esa confianza en mí y aquí estamos firmes”, expresó alegremente Figueroa y con mucho sudor en su cara.

Este experimentado trabajador es una persona que realiza distintos oficios para poder subsistir, nada le impide seguir adelante cada día y eso le ha dado la experiencia necesaria para realizar esta labor.

El carpintero asegura que cuando se inició en la tarea de construir la obra, allá por el 2006, no tenía experiencia en elaborar estructuras de este tipo y comenzó colocando una tarima de madera como base.

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Pero Figueroa sintió que la estructura debía ser mejor para la bajada del patrono y mejoró la técnica con ayuda de empresas especializadas en trabajos de construcción.

Actualmente toda la obra cuenta con una base metálica que sirve como soporte para la bajada del patrono; todo ello es colocado por una empresa aparte unos días antes de la bajada.

La planificación del proyecto comenzó el mes pasado, preparando todos los materiales y ordenándolos entre todas las personas que participan en la obra.

“Nosotros empezamos el viernes (29 de julio) a preparar piezas, a pintar para tener todo listo para que cuando vinieran a poner la torre, nosotros colocar lo demás”, dijo Oswaldo Figueroa.

La estructura consta de varias piezas en la base, justo en medio de ella hay un compartimiento en forma de círculo y una escalera alta que sirve para que los trabajadores suban, facilitando colocar todo lo de la parte superior.

Por consiguiente, la longitud de la obra es de 17 metros y de ancho tiene seis metros. En el exterior hay distintos banners alusivos a la religión católica; el principal de este año es una imagen de Jesús y del otro extremo se encuentra un banner de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

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Los encargados de colocar al patrono en la cima de la estructura son los miembros de la Cofradía del Divino Salvador, quienes lo visten con una túnica hecha en Guatemala para, específicamente el día de la bajada enfrente de Catedral Metropolitana de San Salvador.

Una labor con el corazón
Otra de las personas encargadas de ayudar en la obra es Rolando Gómez Villegas, quien tiene cinco años de participar en la construcción.

“Es un privilegio que no cualquiera lo tiene, este trabajo es un poquito arduo, arriesgado; pero uno lo hace con mucho amor para el señor”, enfatizó Gómez.

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Para él, colaborar en la obra es una bendición y una promesa que cada año hace, una promesa de ayuda para su familia que lo motiva para seguir apoyando el proyecto.

También para Oswaldo Figueroa es motivo de orgullo, por lo que afirma que “me siento contento por realizar una obra tan grande, tan especial, agradecido con Dios más que todo porque él es que nos da las ideas”.

Para ambos, la voluntad y el esfuerzo es algo muy importante. Colocar cada pieza a la estructura y velar por su correcto funcionamiento es un enorme compromiso para el día de la tradición al bajada.

Ellos seguirán haciendo esta labor por mucho tiempo, ya que afirman que es una parte importante de cada uno, una promesa con Dios.