“La muerte de los policías es el pan de cada día de este país”, familiar de agente asesinado

El investigador de la Policía fue sepultado este viernes en un cementerio municipal de Santa Tecla con la presencia de amigos, compañeros y familiares.

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Foto EDH/ Óscar Iraheta

Por Óscar Iraheta

2019-06-14 4:01:31

“Ya no podemos revivir a Luis. Lo han asesinado. Sentimos tanta tristeza y muchas familias en este país están sufriendo lo mismo, que maten a los policías es el pan de cada día en este país”, dice una pariente del policía, Luis Armando Ortiz Renderos, quien se paró frente al ataúd del agente y repudió la irreparable violencia en el país.

Ortiz Renderos fue enterrado en un cementerio de Santa Tecla a las 11:00 de la mañana sin la presencia del director de la PNC o alguna autoridad. Sólo acompañaron dos inspectores jefes y otros subalternos.

El investigador policial de 34 años fue asesinado la noche del miércoles, en la colonia El Roble de San Salvador, en un aparente asalto cuando este recién salía de clases de la Universidad Nacional donde estudiaba para ser abogado.

 

La Universidad de El Salvador lamentó a través de un comunicado la muerte de su alumno y lo destacó como alguien muy aplicado en sus estudios.

El cuerpo del agente fue trasladado en una pequeña caravana desde una funeraria en Santa Tecla hacia el cementerio municipal donde fue sepultado sin los honores que acostumbra a realizarle la corporación policial.

Durante la ceremonia, un jefe policial entregó a la esposa la bandera del Pabellón Nacional y destacó la vida como agente e investigador que tuvo Ortiz Renderos en la Policía durante los últimos diez años.

Durante el sepelio del policía, su esposa, con quién tenía tres meses de estar casado por lo civil, no soportó el dolor y se desmayó cuando veía el cadáver de su esposo por última vez.

Foto EDH/ Óscar Iraheta

“Tantos sueños que teníamos por cumplir y te me fuiste. Siempre te amaré por el hombre inteligente que fuiste y por tu esfuerzo de superarte”, expresó la mujer entre lágrimas.

Sus familiares la auxiliaron y le dieron sueros y alcohol para reanimarla. Alrededor de la viuda, un grupo de familiares, muchas de ellas señoras, lloraban en silencio mientras sostenían ramos de flores.

También sus compañeros de la delegación Centro y Monserrat despidieron a Luis y lo recordaron como un buen compañero que siempre pasaba aconsejándolos.

Un hombre de hogar y luchador

Para llevar el sustento a casa, primero trabajó en una empresa dedicada a la construcción de piscinas, pero no se estancó ahí, ya que sus aspiraciones eran seguir estudiando y convertirse en profesional.

Tras ser atacado, la esposa del agente, con quien se había casado hacía solo tres meses, quiso socorrerlo, pero murió ante ella.

A los 24 años ingresó a la Policía Nacional Civil (PNC) en donde trabajó durante una década. Primero fue agente de seguridad pública y estuvo destacado en el puesto de la colonia Miramonte y luego en el Sistema 911.

La dedicación que le ponía al trabajo y sus ganas de superarse lo llevaron, hace seis años, a ser parte de la Unidad de Investigaciones. Actualmente era investigador de la Delegación de Montserrat.

Haciendo un sacrificio económico y de tiempo, el policía también estudiaba la Licenciatura en Ciencias Jurídicas en la Universidad de El Salvador; le faltaba cursar siete materias para egresar e iniciar su proceso de graduación.

Su esposa, con quien el día que fue acribillado cumplió tres meses de haberse casado por lo civil, relató este jueves en el velorio, que Ortiz empezaría a realizar las horas sociales en la universidad el próximo ciclo.

En las últimas semanas, el investigador ocupó su tiempo libre para hacer junto a su compañera de vida los preparativos para el matrimonio religioso. La pareja no había escogido la fecha para la ceremonia, pero había acordado que fuera en diciembre próximo.