La hipertensión arterial es una enfermedad sistémica que afecta directamente al corazón y es el primer factor de riesgo de las enfermedades cardíacas, señala la Asociación de Cardiología de El Salvador.
A nivel mundial, esta tiene una prevalencia entre el 35% a un 40% de la población. "La proyección que se tiene a 23 años, es que probablemente la mitad de la población mundial va a padecer de este proceso", señala el doctor Juan José Flores, cardiólogo, miembro de la Asociación.
"En El Salvador, las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (dentro de las que está la hipertensión arterial) ocupan las primeras causas de mortalidad desde hace varios años y representaron el 35% (4,125) de las muertes prematuras en el año 2019, según el Sistema de Morbimortalidad del Ministerio de Salud (SIMMOW)", se lee en la Guía Práctica Clínica basada en la evidencia para el manejo farmacológico de la Hipertensión en población mayor de 18 años, 2022.
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La elevación de la presión arterial constituye un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad cerebrovascular, cardiopatía isquémica, enfermedad arterial periférica y enfermedad renal crónica, añade el documento.
Cabe señalar que no hay estadísticas recientes del MINSAL que sean públicas sobre el comportamiento de esta enfermedad, no obstante para el periodo antes mencionado, estas enfermedades presentan “una gran carga económica en personal sanitario, infraestructura, equipamientos, atención ambulatoria, de hospitalización y pruebas y diagnósticas no sólo para el país, sino también a nivel mundial”, señaló Minsal
Los especialistas señalan que la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo modificable de enfermedad cardiovascular, por lo que es importante tomar en cuenta las recomendaciones de prevención y seguir un tratamiento adecuado para quienes la padecen.
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"Vale la pena que por lo menos una vez al año nos chequemos nuestros niveles de presión arterial con un médico. Los cambios en el estilo de vida, como aumento de ejercicio, disminución en la ingesta de sal y disminución de peso pueden mejorar nuestra presión arterial", apunta el cardiólogo.
A mayor edad, explica, mayor riesgo de padecerla. Los síntomas de la presión arterial alta pueden ser dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, no obstante estos no se presentan hasta que la enfermedad alcanza una etapa grave.