Jorge Villacorta: “El Salvador va camino del autoritarismo más rápido que Nicaragua”

El político socialcristiano se lamenta de ver cómo el descenso del país en el autoritarismo “es una película que ya habíamos visto” y se repite en la actualidad con el régimen de Bukele.

Video EDH / Nohemí Angel

Por Mario González

2021-11-07 10:08:21

Jorge Villacorta, ingeniero de profesión, se define como socialcristiano, de los que quisieron evitar la guerra de 12 años en El Salvador impulsando la reforma agraria y la bancaria en marzo de 1980. Sin embargo, debió salir al exilo tras el asesinato de San Romero y regresar para fundar la Convergencia Democrática en 1987 junto a Rubén Zamora y Guillermo Ungo. Por eso puede decir con propiedad que “lo que está viviendo El Salvador es una película que ya vimos”, con el autoritarismo, la militarización de la sociedad, la corrupción, el control de las instituciones por un solo individuo o grupo.

No obstante, no cree que se llegue al punto de otra lucha armada como en aquella época, pero sí de mucha inestabilidad social, lo cual es aprovechado por Honduras y Nicaragua con fines expansionistas.

¿Cuál es su lectura de la situación en El Salvador actualmente con la concentración de poder en el presidente Bukele, el militarismo y la corrupción?

En este momento la población menor de 40 años no tiene idea de lo que ha acontecido en el país y de dónde venimos. Y es importante porque el presidente Bukele insiste en que la guerra fue una farsa y los Acuerdos de Paz no sirven de nada. Eso se dice porque no se sabe de dónde venimos y venimos precisamente del abuso del militarismo, de un modelo oligárquico-militar desde el año 30, desde el general Martínez en adelante tenían a nuestro pueblo bajo un sometimiento político militar que llevó, como todo poder absoluto, al abuso. Eso pareciera repetirse ahora.

¿A qué nos lleva esa concentración de poder y ese militarismo, esa imposición de leyes y violaciones a la ley como destituir a la Sala de lo Constitucional y mandar a jubilar a la tercera parte de los jueces?

Esta es una película que ya vimos. Los que tenemos más años ya la vimos, y no una vez, sino varias. La concentración de poder, el militarismo, la corrupción. Vamos camino del autoritarismo, más rápido que Nicaragua. La preocupación está allí. ¿Qué genera eso? Inseguridad, dudas, y quién se mete a invertir si hay dudas sobre habrá una elección presidencial o si el presidente Bukele decide aceptar ser candidato o no.

La actitud del actual gobierno es decir “todo fue hecho por los mismos de siempre”. Por eso no respeta la Constitución ni leyes hechas por “los mismos de siempre”. Por eso cuando se denuncian violaciones salen diciendo “¿y qué pues?”. Es una actitud de eliminar lo que existía. El Salvador ya no se debe llamar El Salvador sino “¿y qué pues?”. También en los gobiernos de ARENA, principal mente en el de Saca, el control de todas las instituciones se dio por otros métodos (maletines, dádivas, etc.).

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¿Hay una militarización de la sociedad, a su juicio?

Eso de los 20,000 soldados más no lleva al tema de la preponderancia del tema militar no sólo por los números sino por las decisiones. Y encontramos cada vez más que las Fuerzas Armadas y la Policía están, no al servicio de la Constitución y de la Nación, sino que al servicio del presidente de la República.

¿Por qué 20,000 soldados más?

Dicen que es para el plan de seguridad. Yo recibí ayer en mi teléfono el mapa de dónde están ubicadas, en Soyapango y Ciudad Delgado, las dos principales maras, incluyendo la Mao Mao, que es la más pequeña y con todo lo que se ha gastado y sigue todo estando bajo control de las pandillas, donde quien sufre es el ciudadano.

Se ha reducido el número de homicidios, dirán, pero la población sigue sufriendo la “renta” (extorsión), el control mismo de la vida de la gente. Hay colonias en las que los conflictos entre vecinos, el parqueo, los define el jefe de la clica. Son jueces y ¿dónde queda el plan Control Territorial?

Pero algunos dirán que esto sucede por la crisis de los partidos tradicionales...

En los Acuerdos de Paz se le quitó poder a la Fuerza Armada y se le dio a los partidos políticos, pero no se emitió una ley que limitara ese poder y por eso abusaron las cúpulas de los partidos y fortalecieron el vicio de la partidocracia, algo que criticamos desde la Asamblea Legislativa quienes estuvimos en la oposición. Cuando se vino a dar ley de partidos, no cumplió con esa función. Fue un chiste. Ahora se está cayendo en los mismos errores históricos o en los de otros países como Venezuela o Nicaragua. Mire cómo el director de Centros Penales y la Policía no le importan las decisiones de los tribunales. Es una cosa que no la había visto sólo en el pasado militar. Porque lo que importa es la voluntad del presidente de la República.

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¿A qué nos lleva todo esto?

Lo terrible de esto es que se cumple aquello de que “el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Siempre sucede cuando hay una crisis política, se desprestigian los partidos políticos y las poblaciones pretenden llenar el vacío con “iluminados” que dicen que van a salvar a la nación. Ejemplos: Stalin, Hitler. La población está decepcionada de los partidos por los abusos. La medicina parece ser peor que la enfermedad. Si bien es cierto que la población votó por el presidente Bukele y por una Asamblea que él dijo que necesitaba, pero el hecho de que alguien tenga el Ejecutivo y el Legislativo no significa acabar con las minorías ni permitir la participación.

¿Cómo ve las expresiones populares como las marchas? ¿Recrean el descontento y las protestas de los años 70 y 80?

Hay un vacío de los partidos políticos. Entonces la sociedad civil busca canales de presión. La sociedad civil tiene más capacidad para movilizarse, pero el entorno mundial ya no favorece conflictos que nos lleven a situaciones armadas o algo por el estilo.

Hay amenazas y operativos militares y policiales para frustrarlas como en los años 70 y 80...

Hasta ahora son amenazas. Por eso el vicepresidente Ulloa anduvo en Europa diciendo que son mentiras. Pero no se necesita matar ni tener preso a un periodista para decir que se afecta la libre expresión. Basta con ponerle una acusación a un medio digital de que “lava-dólares” y expulsar a uno de los editores o solo permitir los medios que ha creado el Ejecutivo con dinero público y los pone como empresa privada para no tener ningún control. Tratar de obstaculizar las marchas abre un camino que puede llegar y avanzar a otro tipo de medidas que ya están amenazando. Ya hay policías que abusan del poder como lo hacían los del pasado.

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¿Seguirán la corrupción, la inseguridad, la imposición y el éxodo?

El gobierno quiere mostrar la imagen de un país “cool”, donde todo está bien, lo mas visible como éxito es la vacunación y la planta Torogoz de Anda, pero ¿cómo es que la gente sigue emigrando masivamente? Simplemente porque la gente no quiere acabar desaparecida o víctima de la criminalidad, donde no hay empleos ni seguridad jurídica, donde no sé si los tribunales me harán justicia de verdad. Eso afecta la inversión, de la misma manera que el alto gasto, la corrupción. Con el endeudamiento y sin quien nos preste, sobre todo con esta inseguridad jurídica, el gobierno va a llegar a una crisis de recursos y la gente tendrá salir a la calle a demandar cambios y reformas.