El cadáver de Henry Mauricio Aguirre Solís podría llegar a El Salvador en los próximos quince días para que sus familiares le brinden cristiana sepultura, en El Refugio, Ahuachapán, de donde era originario.
El joven de 28 años falleció el 16 de mayo cuando ya había logrado cruzar la frontera de México y Estados Unidos.
Se encontraba en una zona que es jurisdicción de la ciudad de McAllen, Texas, cuando comenzó a sentirse mal y se desvaneció. Horas después fue reportado como fallecido.
Una prima del ahuachapaneco, Roxana de García, relató, de acuerdo a los datos que tiene, que únicamente esperan el acta de defunción para repatriar a Aguirre.
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“Ya sabemos en qué funeraria está, en qué condición está”, agregó la fémina.
Inicialmente la familia organizó algunas actividades para recaudar fondos que les ayudara a cubrir los gastos de repatriación; sin embargo, han hecho gestiones a través del Ministerio de Relaciones Exteriores que les está ayudando en el proceso.
Una publicación de la alcaldía de El Refugio confirmó que será el gobierno el que asumirá los costos de repatriación del joven.
La familia es de escasos recursos económicos, por lo que se les imposibilitaba hacer dicho desembolso.
“Es un tiempo eterno; nosotros como familia quisiéramos que fuera rápido. Estamos pendiente de mi tía (mamá del joven) de cómo ella va a reaccionar, qué va a pasar después porque ella está un poco como conforme; pero ya al traer el cadáver es como empezar el proceso, se nos puede poner mal”, expresó la familiar.
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La falta de oportunidades laborales fue lo que empujó a Henry a tomar la decisión de viajar a Estados Unidos.
Salió de su natal El Refugio el 14 de febrero y falleció tres meses después, aparentemente, de un paro cardíaco, de acuerdo a las primeras versiones de sus familiares.
A su familia le sorprendió saber que esa era la causa de la muerte ya que era un joven saludable que, incluso, salía a correr y no tenía vicios.
Aunque no descartaron la idea que las condiciones inhumanas y el clima al que se expusieron durante el trayecto pudo haber afectado considerablemente su salud.
El joven poseía un técnico en enfermería y desde 2013, año en que se tituló en el Instituto Especializado de Profesionales de la Salud (IEPROES), había estado en busca de un empleo estable en su profesión; sin embargo, solo había tenido trabajos eventuales o como enfermero particular.
Mientras que la familia de Lorena Elizabeth Delgado Guillén también tiene la angustia de no poder sepultar a la joven, quien falleció el 14 de febrero tras, aparentemente, ser abandonada por un coyote en una carretera de Texas, Estados Unidos.
Las averiguaciones que han realizado sus familiares indican que ese día, la joven ya no podía continuar caminando, por lo que las personas que la acompañaban le colocaron, aparentemente aún con vida, una manta, la dejaron sobre la carretera y continuaron su marcha.
Una fuerte nevada habría complicado la situación de la salvadoreña, originaria de Cabañas, quien fue reportada como fallecida.
“No aún no, hasta la fecha no se sabe nada”, dijo, el martes, es un escueto mensaje de texto la madre de la joven, Amparo Guillén.
La poca información que tienen del caso es que la falta del dictamen forense impide a las autoridades correspondientes, avalar la repatriación de la joven que tiene más de tres meses de fallecida.