El atroz asesinato de Demesio Urquilla, de 80 años, cometido en el municipio de El Rosario, el pasado sábado, pudo haberse evitado si la Policía hubiera apoyado el clamor de auxilio que hizo Teresa Peñate la tarde del viernes, debido a que su hijo estaba agresivo y descoordinado mentalmente.
Teresa, madre de Jairo Josué Sosa Peñate, ahora carga la pena y la vergüenza del espantoso hecho cometido por su hijo, pero inculpa a las autoridades porque según ella no la quisieron ayudar, un día antes, cuando ella llegó a la Policía local para solicitarles ayuda.
La señora que vive junto a su padre, quien está enfermo, en una champa de lámina en condiciones de pobreza extrema, guarda en una bolsa plástica varios documentos a nombre de su hijo, que hacen constar que es un paciente del hospital Psiquiátrico.
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Uno de esos documentos es una constancia médica extendida en septiembre de 2020 por el Psiquiátrico, para ser presentada a la Policía Nacional Civil, en la que consta que Jairo Josué Sosa Peñate es un paciente de ese hospital, al cual se le dio el alta con su respectivo tratamiento diario.
La madre de Jairo relata que el joven fue dado de alta en enero de 2020 y que estuvo unos días en su casa, pero luego se desapareció por más de un año.
Hace algunas semanas regresó y ella notó que su salud estaba muy deteriorada y se comportaba de forma violenta, por lo que decidió que durmiera en el corredor de la champa, pues tenía miedo que atacara al abuelo o a ella.
“Me mató algunos animales que yo tenía aquí y a mí me golpeó, yo tenía miedo y quise llevarlo al hospital, pero no se dejó”, explica Teresa.
El viernes por la mañana según la señora el joven estaba inquieto, violento y decía incoherencias. “Me decía que tenía algo dentro del estómago, que por favor yo le metiera el cuchillo” relata.
Por la tarde, la preocupación de Teresa aumentó por lo que fue a la Policía local a pedir ayuda para transportarlo ya sea a un lugar donde le hicieran “una oración” o al hospital, pero según dice, los agentes no le quisieron ayudar.
“Mire aquí no le podemos ayudar a menos que nos venga con un papel del Juzgado” dice Teresa que fue la respuesta de los agentes.
La tragedia
Según consta la investigación fiscal, el sábado a las 6:00 de la mañana, el sujeto desnudo se saltó una cerca de casi dos metros y entró a la vivienda de Demesio Urquilla, quien se encontraba bañándose, y sin mediar palabra lo asesinó salvajemente a machetazos.
Un hijo del anciano que regresaba de su trabajo minutos después, encontró a Jairo sentado en el corredor de la vivienda sosteniendo el machete con las dos manos.
El hijo de Demesio junto a otro vecino y ayudados por la mascota de la familia “Tigre” se enfrentaron a Jairo, hasta lograr quitarle el corvo, luego lo amarraron y se lo entregaron a la Policía.
El asesinato del anciano ha causado repudio y temor entre los habitantes de El Rosario, quienes le dieron el último adiós a la víctima en un funeral al que asistió una multitud de personas.
“Esto no hubiera ocurrido si ellos (las autoridades) sea como sean me hubieran dado la mano. Yo no hubiera que pasara nada” expresa Teresa.
Se consultó al puesto de la PNC de El Rosario pero un agente dijo no estar autorizado para hablar sobre el caso.
La mujer que se dedica a la venta de golosinas en la que gana cuatro o cinco dólares al día, los cuales le sirven para su comida y la de su padre, pide perdón a la familia de Demesio por la tragedia.
“Yo me siento mal, les pido perdón a ellos por lo que hizo este hombre, pues no lo hizo en sus cinco sentidos” expresa.
Proceso judicial
El miércoles al mediodía, el Juzgado de Paz de El Rosario realizó la audiencia inicial contra Jairo Josué Sosa Peñate por el delito de homicidio simple. El imputado no estuvo presente debido a que se encuentra hospitalizado.
El juez solicitó que Medicina Legal realice un peritaje psiquiátrico al imputado con el fin de determinar la continuidad del proceso ordinario o si se realiza un procedimiento especial.
El juzgador tomó en cuenta el alegato de la defensa de que ningún hombre con pleno entendimiento puede andar desnudo y quedarse sentado tranquilamente después de matar a una persona.
Mientras se realizan los exámenes psiquiátricos, el juez decretó la detención provisional para el acusado al considerar que representa un peligro para cualquier persona. El jurista calificó el hecho como una “situación espantosa”.
El fiscal del caso expresó que la decisión del juez fue acertada al decretar la detención provisional mientras no se determine si el imputado es una persona enajenada mentalmente o no.