El asesinato de Demesio Urquilla Ayala, de 80 años, fue cruel, súbito y despiadado, como sacado de un guion de una película de terror. El hecho ha causado miedo en el pueblo de Rosario de la Paz.
El sábado, como todos los días, Demesio se levantó a las 6 de la mañana, pues ese día tenía planeado seguir limpiando el maíz que guardaba en el granero de la cosecha del último cultivo que realizó el año pasado, pues en este ya no tuvo fuerzas para seguir cosechando.
La víctima vivía junto a su esposa, Esperanza, en una vivienda de bahareque y lámina, al final de una hondonada, en la lotificación San Ernesto, donde habían residido los últimos 22 años.
Mientras el octogenario se bañaba en el patio junto a la pila en la que guardan el agua para el consumo diario, un sujeto se saltó la cerca de unos dos metros de alto que protege la propiedad, se dirigió al corredor, agarró un machete y sin mediar palabra lo atacó salvajemente.
Demesio quien tenía dificultad para caminar y problemas de visión, totalmente indefenso, solo alcanzó a decirle que se calmara, pero sus súplicas fueron en vano.
Esperanza estaba en habitación donde dormían, pero al escuchar lo que pasaba, apoyada en su bastón, llegó hasta la puerta y observó como el hombre atacaba con el machete a su esposo.
La señora de 70 años, que camina con mucha dificultad, trató de ayudar a su esposo, agarró una pala con la intención de defender a Demesio, pero el hombre al verla se dirigió hacia ella con la intención de atacarla. Ella alcanzó a cerrar la puerta.
“Tigre”, la mascota de los ancianos, se abalanzó contra el agresor en un intento de defender a sus amos, pero fue alcanzado por los machetazos que realizaba el atacante.
Un hijo de los ancianos, que regresaba de su trabajo en ese momento, junto a otro vecino se enfrentaron al asesino, ayudados con el perro “Tigre”. La persecución que duró varios minutos, hasta que lograron capturarlo para entregarlo a la Policía local.
“No fue fácil para mí ver a mi padre tirado ahí, mutilado, en medio de un montón de sangre. Cada vez que cierro los ojos, me llega esa imagen una y otra vez”, comenta Cruz, el hijo del anciano, quien solo pide que se haga justicia.
El asesinato del anciano ha causado indignación y repudió entre familiares, amigos y vecinos, quienes despidieron los restos de la víctima el domingo, en un entierro al que asistió una multitud de personas.
“Don Demesio era un señor respetuoso y estaba totalmente indefenso, él no merecía morir de esa forma” expresó una de las residentes de la lotificación San Ernesto.
Sobre el atacante la policía solo informó a través de su cuenta de Twitter que una persona había sido capturada como sospechosa del asesinato, sin dar detalles de la identidad. Páginas de Facebook que postean información sobre esa zona, identificaron al capturado como Jairo Paredes.
Sobre el supuesto asesino se manejan dos versiones en la comunidad, una es que esa persona se drogaba, y la segunda que padece enfermedades mentales.
Es por eso que los vecinos temen que esa persona sea puesta en libertad por las autoridades. “No queremos que dejen libre a ese hombre, porque aquí hay muchos ancianos y niños y puede volver a matar” expresó uno de los residentes.