“Esperamos en Dios que los encontremos no importa cómo": familiar de hermanos desaparecidos en Armenia

Los hermando Cortez Lemus desaparecieron en la colonia Girasoles 1, Armenia, el pasado 14 de marzo.

descripción de la imagen
Omar Eliseo y José Amilcar Cortez Lemus desaparecieron tras salir de su casa en la colonia Los Girasoles, cantón Las Tres Ceibas. Foto/ Cortesía Familia Cortez Lemus

Por Lissette Lemus

2021-04-05 9:16:53

José Amílcar estaba emocionado por el nacimiento de su segundo hijo a quien llamaría Esaú, y que estaba previsto llegara al mundo a través de una cesárea programada para el 19 de marzo. Sin embargo, cuatro días antes, el joven de 20 años desapareció junto a su hermano Omar Eliseo y desde entonces la familia los busca desesperadamente.

Ante la llegada de su segundo hijo, José tenía la preocupación por la champa construida con lámina y plástico en la colonia Los Girasoles 1, cantón Las Tres Ceibas, municipio de Armenia, en la que vive junto a Fátima, su compañera de vida, su hijo primer hijo y su madre.

La casa de la familia está dañada y en el invierno, el agua ingresa por cualquier lado.

VEA ADEMÁS: “Casi no duermo. Yo lo que quiero es encontrarlo para darle santa sepultara”: La súplica de una madre para encontrar a su hijo desaparecido

Es por eso que el domingo 14 de marzo le pidió a su hermano Omar Eliseo que le ayudara a preparar el terreno para construir otra champa con mejores condiciones que le permitiera proteger a sus hijos del polvo y el agua.

Omar Eliseo trabaja como mecánico automotriz en un taller de una familiar y no visitaba con regularidad a José, pero aceptó de inmediato ayudar a su hermano.

Se reunieron el domingo temprano por la mañana, antes de comenzar a trabajar, se dedicaron a jugar con el hijo mayor de José, quien cumplió un año el 31 de marzo en la ausencia de su padre.

Mientras Fátima se dedicó a hacer las tareas del hogar, los dos jóvenes se pusieron a emparejar el terreno donde harían la nueva champa. La compañera de vida de José dice que no notó nada extraño, solo que ellos estuvieron platicando un largo rato a solas.

Fátima se ha quedado sola al cuidado de sus dos hijos. Foto EDH/ Lissette Lemus

Tras la jornada matutina, los hermanos Cortez Lemus, almorzaron juntos. Al finalizar un joven de la colonia llegó a buscarlos.

“Después del almuerzo me dijeron ya vamos a regresar y ya no volvieron nunca”, comenta Fátima, quien a la misma vez le reprochó a José que no saliera porque necesitaba que le ayudara a cuidar el niño.

Fátima no tiene teléfono y ante una emergencia solo le queda ir a donde algún vecino que quiera regalarle una llamada.

La preocupación de Fátima comenzó a las 7:00 de la noche cuando José y cuñado no regresaban. “Él nunca salía de noche” comenta. No pudo dormir toda la noche ante la incertidumbre pero no había forma de llamarles.

El lunes por la mañana llegó su suegra Estela, quien tiene un celular fue entonces que empezaron a llamarle a José, el celular timbraba pero no había respuesta, luego de varios intentos el teléfono fue apagado y empezó a mandar al buzón.

LEA TAMBIÉN: “Mamá, ya regreso”: Marcos desapareció hace 32 meses en San Juan Opico y su madre aún lo busca

La madre de José y Omar decidió ir a la Policía a pedir ayuda, un grupo de policías realizaron un patrullaje en la colonia.

Incluso algunos vecinos comentan que ese día los agentes interrogaron a “los muchachos” sin lograr alguna pista.

Fátima, con su avanzado estado de embarazo, acompañada de Estela, fue a buscar en los diferentes pasajes de la colonia, las mujeres preguntaron a los vecinos, sin obtener una respuesta que las llevara al paradero de los hermanos.

A Fátima le invadió la angustia y la desesperación, por la noche le comenzaron los dolores de parto, tuvo que irse al hospital y esa misma noche dio a luz a su segundo hijo.

Al regresar del hospital ha tenido que luchar con el dolor físico de la cesárea y el dolor emocional de no saber nada del padre de su hijo, cada día que pasa pierde las esperanzas de encontrarlo con vida.

“Esperamos en Dios que los encontremos, no importa cómo, solo para saber donde los vamos a dejar”, comenta entre sollozos mientras mece en una hamaca a su hijo para que duerma.

Fátima narra que en las noches le invade el llanto cuando sus hijos se han dormido y ella se siente completamente sola. “Me pongo a orar y le pido a Dios que me dé fuerza para sacar adelante a mis hijos” dice.

El hijo menor de José cumplió un año de vida en la ausencia de su padre. Foto EDH/ Lissette Lemus

José trabaja en una empresa dedicada a la eliminación de plagas y Omar es mecánico automotriz. El segundo, según asegura la familia, estuvo preso durante dos años.

Reyna, abuela de ambos jóvenes, comenta que ella y su hija siempre aconsejaban a los hermanos: “Yo siempre les decía que ahora uno no encuentran amigos” se lamenta.

TE PUEDE INTERESAR: Los desaparecidos tienen rostro, nombre y familia. Seis casos de personas a quienes sus parientes buscan incansablemente

Ante la posibilidad que su compañero de vida no aparezca Fátima piensa irse a la casa de su madre y buscar trabajo. Ella a penas pudo terminar el tercer grado de la escuela básica pero está dispuesta a trabajar duro para sacar adelante a sus dos hijos.

Por el momento, Fátima está viviendo de la ayuda que le dan sus familiares y algunos vecinos solidarios. Lo que más necesita son productos de primera necesidad, comida, pañales y leche para el niño de un año.

El 31 de marzo, su primer hijo cumplió un año, no hubo celebración solo la preocupación y el dolor que causa la desaparición de un familiar.

La violencia acecha en Las Tres Ceibas

Los habitantes del cantón Las Tres Ceiba, en Armenia, han vivido a la sombra de la violencia ejercida por las pandillas de la zona.

En enero de 2018, Pedro Colocho Villeda fue asesinado a balazos mientras vendía pan, en el mismo mes hombres encapuchados privaron de libertad a un joven de 16 años, el cadáver de la víctima fue encontrado en Izalco con múltiples heridas de machete.

Tres meses después José Vladimir Guillen Villalta y un amigo fueron asesinados a balazos mientras cuidaban el ganado.

En septiembre de 2019, José Armando Alfaro, de 34 años, fue asesinado a balazos supuestamente solo por no ser de ese lugar.

En febrero de 2020, Vladimir Aldana Miranda, conductor de un taxi pirata, fue asesinado con arma de fuego. La víctima había sido privada de libertad en San Salvador.

Cuatro meses después, el Suicida, un supuesto integrante de la Mara Salvatrucha de Zapotitán murió al enfrentarse a balazos con una patrulla policial cuando cometía junto a otro sujeto un asalto.

TE PUEDE INTERESAR: “Salió a su primer día de trabajo y ya no regresó”: hermana de joven desaparecida en Santa Ana