¿Cuál es la diferencia salarial entre hombres y mujeres en El Salvador? Acá te lo explicamos
En El Salvador, los hombres ganan en promedio un 24 % más que las mujeres. La diferencia salarial se mantiene incluso con igual nivel educativo.
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elsalvador.com
Publicado el 11 de noviembre de 2025
En El Salvador, los hombres ganan en promedio un 24 % más que las mujeres, según el Banco Central de Reserva. La diferencia salarial se mantiene en todos los niveles educativos, incluso entre quienes tienen estudios universitarios. En zonas rurales, la desigualdad es mayor y las mujeres participan menos en el mercado laboral. Aunque tienen una escolaridad ligeramente superior, sus ingresos son más bajos. La mayoría trabaja en comercio, hoteles, manufactura y servicios domésticos, sectores con alta inestabilidad.
La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un desafío en El Salvador. Las mujeres, aun con el mismo nivel educativo que los hombres, continúan recibiendo salarios menores y tienen menor acceso a empleos de mayor remuneración, según la más reciente Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del Banco Central de Reserva (BCR).
En promedio, los hombres ganan $461.76 al mes, mientras que las mujeres reciben $372.55. La diferencia es de $89.21, equivalente a un 24 % más a favor de los hombres.
La diferencia salarial tiene una brecha más notoria en la población que carece de estudios de educación básica, media o avanzada, o sin escolaridad. Los hombres perciben cerca de $290 mensuales, frente a los $184 de las mujeres, una diferencia del 36 %.
En el caso de la educación superior, la brecha se reduce entre quienes tienen estudios universitarios. Los hombres con formación superior ganan aproximadamente $741 al mes, mientras que las mujeres reciben $661.
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Zonas rurales con más retos ante la brecha salarial
Los datos también muestran que las mujeres rurales enfrentan una doble brecha. Además de menores niveles educativos frente a las mujeres del área urbana, tienen menos acceso al empleo formal y a salarios competitivos.
En las zonas rurales, según el Observatorio Laboral de ORMUSA, la escolaridad promedio en general es de 6.8 grados. Sin embargo, los hombres alcanzan 6.6 grados estudiados y las mujeres 7.
Aunque acá, las mujeres muestran un mayor nivel de escolaridad frente a los hombres, su participación en el mercado laboral es considerablemente menor.
ORMUSA señala que solo el 41.96 % de las mujeres rurales participa en el mercado laboral, frente al 85.95 % de los hombres, limitando sus oportunidades económicas y sociales.
Según ORMUSA, en la zona rural las mujeres ganan en promedio $275.36 al mes, frente a los $356.88 que reciben los hombres. En el área urbana, la diferencia también se mantiene: las mujeres perciben $391.16 y los hombres $497.30.
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Sectores donde más trabajan las mujeres
Las mujeres en El Salvador se concentran principalmente en cuatro sectores clave de la economía. El 44.1 % trabaja en comercio, hoteles y restaurantes; un 15.2 % en la industria manufacturera; un 13 % en servicios domésticos y un 7.4 % en servicios comunales, sociales y de salud. En conjunto, estos rubros agrupan cerca del 80 % del empleo femenino.
Por su parte, los hombres se distribuyen en un espectro más amplio de actividades. Los sectores con mayor presencia masculina son comercio, hoteles y restaurantes (22 %), agricultura y ganadería (20.5 %), construcción (14.4 %), industria manufacturera (12.7 %), intermediación financiera e inmobiliarias (7.9 %) y transporte, almacenamiento y comunicaciones (7.6 %).
En conjunto, estos seis sectores concentran alrededor del 85 % del empleo masculino, lo que muestra una mayor participación en áreas productivas, de infraestructura y servicios financieros.
Un desafío global y nacional
El Banco Mundial advierte que la brecha salarial es un reto global. En su informe “La mujer, la empresa y el derecho 2024”, señala que reducir la disparidad entre hombres y mujeres podría aumentar el PIB mundial en más del 20 % en la próxima década.
En El Salvador, los datos confirman que alcanzar igualdad salarial sigue siendo una tarea pendiente. Cerrar esta brecha representa no solo un objetivo de equidad, sino también una oportunidad para impulsar el desarrollo económico del país.