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El gusano barrenador sorprendió a los salvadoreños sin medicación en el país
CAMPO advierte que desde diciembre de 2024 se reportaron casos del parásito, pero las autoridades tardaron más de dos meses en reconocer el brote y no había medicamentos disponibles.
La reaparición del gusano barrenador en El Salvador, tras más de 30 años de haberse erradicado, ha generado preocupación entre pequeños y medianos productores agropecuarios, quienes enfrentaron la llegada del parásito sin insumos ni mecanismos de control sanitario adecuados.
Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), afirmó que los primeros casos fueron identificados desde diciembre de 2023.
“Nosotros comenzamos a dar el campanazo desde diciembre. El primer caso apareció entonces, pero fue hasta febrero que el Ministerio de Agricultura reconoció que el gusano estaba presente”, declaró.
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Treminio señaló que durante ese período no se aplicaron medidas preventivas, como barreras sanitarias o restricciones al movimiento de ganado. “Planteamos la necesidad de evitar que circulara ganado de un lugar a otro sin control, pero no se hizo nada. La coordinación comenzó hasta meses después”, denunció.
El gusano barrenador afecta principalmente a animales de sangre caliente, provocando heridas profundas altamente invasivas. Aunque históricamente ha sido un problema del ganado, los primeros reportes en esta nueva aparición se han dado en animales domésticos en zonas urbanas.
Existe un importante número de casos registrados en mascotas en diferentes puntos, eso nos preocupa, porque muestra la expansión del problema”, comentó Treminio.
El dirigente explicó que el país no contaba con medicamentos adecuados debido a que el parásito había sido erradicado desde 1995. “No había medicina en el país. Nadie pensaba en eso, después de tres décadas. Fue hasta hace poco que el Ministerio de Agricultura comenzó a distribuir un spray para tratar los casos”, dijo.
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En la década de los noventa, El Salvador logró eliminar el gusano barrenador con el apoyo de México, que proporcionó moscas estériles para detener la reproducción del parásito, pero actualmente el país carece de ese tipo de recursos.
“Estamos lejos de contar con mosca estéril como en aquel entonces. México era el único productor, y ahora está enfocado en proteger su propio territorio”, explicó Treminio.
Ante la falta de barreras sanitarias, el brote se ha expandido sin contención clara. CAMPO considera que este es un llamado de atención para establecer sistemas de respuesta oportuna frente a amenazas sanitarias que afecten la ganadería y la salud pública.